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LOMCE, curriculum y el negocio de los libros de texto 23 marzo 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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El debate no es nuevo. Aparece todos los años con motivo del inicio del curso escolar: El precio de los libros de texto. La compra de los textos escolares significa un desembolso muy importante para las familias, más aún ahora a consecuencia del empobrecimiento de amplias capas de la población, la reducción de salarios y la eliminación de las ayudas para la compra de los mismos.

A pesar de continuar vigente, de momento, la norma de permanencia de los manuales escolares al menos durante un periodo de cuatro años (hay comunidades como Extremadura y Navarra en las que este plazo es de 6 y 5 años respectivamente), este próximo curso escolar la LOMCE se aplicará en Primero, Tercero y Quinto de Primaria y conllevará que el nuevo “curriculum” se plasme en nuevos manuales.

El pasado 1 de marzo, sábado, se publicó en el BOE el “Curriculum oficial de Primaria”, en el que además de la introducción de nuevas materias, Conocimiento del Medio se divide en Ciencias Sociales y Ciencias naturales, el ministerio de Wert certifica la felonía de convertir la Religión no sólo en materia evaluable, equiparándola a las Matemáticas, Lengua, etc. sino que además aparece en las materias de oferta opcional prevaleciendo sobre otras como la segunda lengua extranjera, la Música o la Plástica, materia ésta que desaparece de los cursos cuarto, quinto y sexto.

Así las cosas, queda claro que un considerable número de familias murcianas, recordemos que nuestra Comunidad sobrepasa el 30% de paro, deberá hacer un no menos considerable esfuerzo para adquirir los nuevos manuales, pues ya no servirán los existentes o, sencillamente, no podrán adquirirlos.

El negocio que hay montado en torno al material escolar, y al libro de texto en particular, no es nada despreciable; así como el control ideológico que sobre el mismo se ejerce desde diferentes ámbitos.

Pero es sin duda la Iglesia Católica la que se lleva la palma en tan lucrativa empresa, cómo no, su reino no es de este mundo; pero sus finanzas, sí. No satisfecha con los casi cinco mil millones de asignación directa del Estado ha tejido una maraña de empresas y grupos que están omnipresentes en el negocio editorial de los libros de texto.

Sin extendernos en demasía, sólo citar los grupos editoriales sobre los que la jerarquía católica tiene total control o gran parte del mismo.

El Grupo SM, fundada por religiosos marianistas. En la actualidad opera en 9 países. El acrónimo SM significa «Santa María». Entre otros incluye colecciones omnipresentes en las aulas como “El Barco de vapor” y “Gran Angular”. El  Grupo Edebé, fundada por la Congregación Salesiana. Hace negocio en todo el mundo con editoriales propias en Argentina, Chile y México. En el País Vasco tiene el sello Giltza, en Galicia Rodeira, en la Comunidad Valencia Marjal y en Andalucía Guadiel. La Editorial Edelvives, el Grupo Editorial Luis Vives pertenece al Instituto de los Hermanos Maristas y mediante su editorial intentan fomentar lo que ellos denominan «humanismo cristiano»; es una de las decanas en el negocio del libro escolar. La Editorial Bruño, fundada por el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle. Como buenos empresarios, y para ampliar su patrimonio, en 2001 los Hermanos de La Salle llegaron a un acuerdo de venta con el grupo francés Hachette Livre, del que también forma parte el grupo editorial español Salvat. De hecho, existe una línea denominada «Publicaciones Generales Bruño-Salvat» que cuenta con un catálogo especializado en publicaciones infantiles y juveniles, con personajes como Kika Superbruja, Astérix, Titeuf… En 2004 se hizo con el importante Grupo Anaya donde se incluyen marcas como Algaida, Vox, Cátedra, Pirámide o Alianza.

Hay que resaltar que la Iglesia católica impone los libros de texto de sus editoriales en los más de 2.600 centros educativos que gestiona directamente, lo que redondea el negocio y el adoctrinamiento que practica, sin tener en cuenta la incidencia de estas editoriales en los centros de titularidad pública que en alguna medida optan por estos manuales.

Dicho esto cabría preguntarse hasta qué punto es necesario el uso del libro de texto en el aula y, en cualquier caso, qué alternativas se pueden plantear para que el alumnado disponga de un soporte sobre el que trabajar el desarrollo de los materiales curriculares impuestos por ley, que no tiene por qué ser necesariamente los más idóneos en el proceso enseñanza-aprendizaje.

El catedrático Manuel de Puelles, en un magnífico artículo titulado “La política del libro escolar en la Historia Contemporánea de España”, afirma queLos manuales escolares son un producto complejo(…) ligado al mundo editorial y un medio de transmisión de valores, ya que los libros de texto no sólo transmiten conocimientos sino que, de una manera manifiesta u oculta, están impregnados de valores, aspecto éste al que la política nunca se ha mostrado ajena o indiferente. Los manuales escolares son (…)un producto ideológico que ha sido objeto preferente de la política educativa de todos los países”.

Queda por lo tanto patente el interés de las editoriales, y quienes están detrás, por hacerse con cuantas más partes del pastel mejor.

Ahora bien, desde hace ya un tiempo se vienen desarrollando experiencias alternativas, que sin cuestionar los principios establecidos en el curriculum oficial en cuanto al diseño de los objetivos  a cubrir, apuestan por una liberalización del “texto” tal y como hasta ahora se ha venido concibiendo. A esto ha contribuido en gran medida la eclosión de las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el desarrollo de llamada Escuela 2.0, donde se impone un modelo radicalmente distinto en cuanto a la utilización de herramientas, estrategias y procedimientos educativos en el aula. Se libera así al proceso educativo del estrecho y asfixiante corsé que supone el “texto” como elemento referente y unidireccional. Desgraciadamente, nuestra Comunidad ha ido perdiendo trenes en este recorrido (En estas páginas he hecho referencia en alguna ocasión a esta cuestión).

En este sentido, en nuestro país empiezan a aparecer iniciativas, que ya existen en países de nuestro entorno, como Liberdocs, Digital-Text o Textos Marea Verde,  libros gratuitos, sujetos al curriculum, si se quiere; pero, con una capacidad de adaptación a las necesidades del alumnado y del profesorado que no tienen los libros de texto al uso, personalizables, abiertos a la comunidad, multiformato y compatibles con cualquier sistema operativo. Libros que parten del concepto de trabajo colaborativo y del intercambio de conocimiento y de experiencias.

Por el precio que se paga por un conjunto completo de libros de Primaria se puede comprar una Tablet con sistema operativo no propietario que puede durar toda la etapa de escolaridad obligatoria del alumno/a, desde Primaria a la ESO, y que permitiría liberar a nuestros escolares de dos pesos: el físico, de los kilos que deben soportar en sus mochilas y el del “conocimiento unidireccional y dirigido” de los manuales al uso.

¿Qué pasará?

 

Living things* (o la falacia del bilingüismo en la escuela) 11 octubre 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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bilingüe (del lat. «bilinguis») adj. En dos idiomas: «Diccionario bilingüe» De dos idiomas: «Comarca bilingüe». Se aplica al que habla con igual facilidad dos idiomas.
bilingüismo m. Cualidad de bilingüe. Circunstancia o fenómeno de ser bilingüe un país.

(Del Diccionario del uso del español de María Moliner)

Durante las últimas tres semanas hemos asistido a la lucha, que aún continúa, de la comunidad educativa balear en su conjunto contra la ley del gobierno del popular Bouza que establece la obligatoriedad del trilingüismo (catalán, castellano e inglés) en los centros de enseñanza.

Salvo contadísimas excepciones, la abrumadora mayoría de padres, madres, profesorado y autoridades en la materia (psicólogos, lingüistas, pedagogos, sociólogos…) se han manifestado en contra de esta norma. Los representantes políticos, toda la oposición, aunque también un considerable número de ediles populares, han manifestado su abierto rechazo a lo que todo el mundo considera más una maniobra de “escaparate” que una medida encaminada a la mejora de la calidad de la enseñanza; mucho menos que esta controvertida ley venga a reparar el secular déficit en el aprendizaje de idiomas que padece el conjunto de nuestro país.

Resulta cuando menos chocante el que estando inmersos en una espiral austericida en la que los recortes y la exponencial reducción del gasto público  está retrotrayendo a nuestros servicios públicos, en especial al educativo y al sanitario, a niveles preconstitucionales, los dirigentes del PP pongan en marcha proyectos destinados a convertirse en leyes como el que nos ocupa. Porque incluso en el hipotético caso de que pedagógicamente fuesen acertados (que no lo son), la cantidad necesaria de inversión que habría que dedicar para asegurar su éxito debería ser tal que resulta vergonzosa en un momento en el que un inmenso número de familias no dispone de recursos ni para asegurar el sustento diario de sus hijos. Para rizar el rizo de la ignominia, el MEC ha anunciado la desaparición de las partidas que se destinaban a las CCAA para la adquisición de libros.

En este contexto desolador, al que habría que sumar la destrucción de empleo en el sector educativo, la no reposición de las jubilaciones, la disminución de plantillas, el aumento del horario lectivo en detrimento del de atención a tutorías, formación, etc. del aumento del número de alumnos y alumnas por aula en todos los niveles, una no menos importante disminución de los derechos laborales conquistados a lo largo de las últimas décadas, la disminución salarial, por más que el ministro Montoro se empeñe en lo contrario, el recorte en permisos y licencias por estudios… Pues, en esta situación, las consejerías de Educación de Castilla-La Mancha y de la Región de Murcia han manifestado también su intención de subirse al carro del bilingüismo (no me extrañaría, conociendo al personal como lo conozco, que a mis paisanos no se les pasase por la cabeza hacer una inmersión lingüística en el panocho). En el caso concreto de Murcia, el flamante consejero de Educación, Pedro Antonio Sánchez, ha manifestado su intención de que en cinco años todos los colegios de la Comunidad sean bilingües.

Creo que en las actuales circustancias, y en otras más halagüeñas también, la ciudadanía en su conjunto; pero, sobre todo los usuarios del sistema: padres, madres y profesionales de la enseñanza, se deberían hacer una serie de preguntas o reflexionar sobre algunos aspectos. Vayamos por partes. Fundamentalmente, desde el mundo de la docencia, el profesorado especialista en idiomas es mayoritariamente, por no decir absolutamente, reacio a los llamados “programas bilingües”; por una sencilla razón: o se enseña un idioma o se enseña una materia. Todo el mundo coincide en señalar que la complejidad de conceptos de determinadas materias o la especificidad de determinados contenidos, sobre todo en etapas tempranas de escolarización, es un inconveniente que ya resulta complicado de superar cuando se imparten los mismos en el idioma nativo. Existe por lo tanto el riesgo real del “adelgazamiento” de conceptos y contenidos y, por lo tanto, lo que se pueda ganar en el conocimiento de una segunda lengua (no mucho más que lo que se puede adquirir en una clase específica de idiomas con las garantías de calidad que se le debería suponer) va a ir, por el contrario, en detrimento de la adquisición de conocimientos básicos. Por poner un ejemplo, el manual de la asignatura de Conocimiento del Medio en inglés de la editorial Santillana “Essential Science Plus” de 5º de Primaria tiene 118 páginas y una media de 8-10 páginas por tema, donde el 60% aproximadamente lo ocupan ilustraciones. El manual de la misma editorial, para el mismo nivel y la misma asignatura en su versión «para todas las comunidades» en castellano, consta de 196 páginas, con una media de 12-14 páginas por tema y bastante menos espacio dedicado a la infografía, que se puede completar con otros recursos.

Otra reflexión que se debería afrontar es qué es lo que se requiere a nivel de profesorado: ¿profesorado especialista en inglés (que es lo único que se oferta; que esa es otra) con conocimientos de la materia que se oferte en ese idioma o profesorado especialista en esa materia con conocimientos de inglés? y, en este caso, ¿Qué nivel exigimos: B1, B2, C1?

Item más, ¿Existen en nuestros centros de Primaria y Secundaria docentes con la titulación y preparación suficiente para llevar a cabo un programa bilingüe? En caso contrario, y ante la necesidad de contar con el profesorado debidamente cualificado ¿podrá significar esto que se produzcan desplazamientos y supresiones de aquel profesorado que no pueda acreditar la requerida competencia lingüística, perdiendo así los derechos adquiridos mediante Concurso General de Traslados? Por si alguien tiene dudas de por donde pueden ir los tiros, en la edición de 13/10/2013 del diario Público.es se recoge el que la consejería de Educación de Madrid, al frente de la cual se encuentra la incalificable Lucía Figar, está contratando a profesorado interino suspenso de la especialidad de Inglés, con notas por debajo del 2 y sin experiencia docente.

Pero ¿qué ocurre en nuestro entorno cercano? en esa Europa con la que debemos converger. Centrémonos en cuatro países: Alemania, Francia, Reino Unido y la envidiada Finlandia.

Alemania. Las experiencias bilingües se remontan a finales de la década de los sesenta. En general la enseñanza de los idiomas se cuida bastante; aunque, no es hasta el principio de la década de los 90 cuando empieza a impartirse en las escuelas primarias, a partir de tercer curso. La enseñanza depende de los Länder. Existe un programa bilingüe, Europa Schulen, en el Länder berlinés. El alumnado que asiste a este programa es ya bilingüe. Otro programa bilingüe es el Franco-Alemán, que se remota a un convenio firmado a mediados de los sesenta para favorecer la inmersión lingüística de los extranjeros y emigrantes. En general, en Alemania, lo que se cuida con esmero es el aprendizaje de segundos y terceros idiomas por los conductos normales: centros específicos y como segundas o terceras lenguas en los centros oficiales .

Francia. Además del mencionado programa Franco-Alemán, las experiencias bilingües se llevan a cabo en las llamadas Secciones Europeas o clases européennes y a partir del curso equivalente a nuestro 4º de la ESO. El objetivo es el refuerzo del aprendizaje del idioma por medio de la enseñanza total o parcial de determinadas asignaturas. Después de varios años de experiencia, se han detectado tres problemas fundamentales: el bajo número del alumnado que sigue el programa, el poco nivel de competencia lingüística del profesorado y la escasez de recursos.

Reino Unido. Gran Bretaña es uno de los países con menor índice de conocimiento de una segunda lengua extranjera de toda Europa (quizá del mundo). La oferta de una segunda lengua solo es obligatoria en el Keystage3 (11-14 años), de los 14 a los 16 (Keystage4) se ofrece como opcional. En el año 2002, y dentro de la Estrategia Nacional de Lenguas para Inglaterra, el Departamento de Educación estableció la introducción de una materia de lengua extranjera en la etapa Keystage2 (7 a 11 años) que sería obligatoria a partir de 2010. Por su parte, el gobierno de Gales introdujo, dentro de su propia Estrategia Nacional de Idiomas, un proyecto piloto de enseñanza de un idioma extranjero en la etapa Keystage2 que funciona de forma experimental desde el año 2003. Lo más destacado son los Languages Colleges, centros especializados en idiomas que llevan sus experiencia a los Specialist Colleges, centros de secundaria especializados en idiomas.

Finlandia. Por último, el caso finlandés, como en casi todo, es imposible de comparar con nadie. Finlandia tiene una larga tradición de bilingüismo, en parte debida a su antigua pertenencia al Reino de Suecia. Destacar  que las primeras experiencias de educación bilingüe se remontan a los años 80 del siglo XX, cuando se introducen en algunos centros las prácticas canadienses de inmersión. El Gobierno Central establece los planes de estudio pero la normativa existente otorga muchas competencias a los propios centros educativos. La mayor parte de los centros ofrecen estos programas en el marco del plan de estudios nacional. El inglés es el idioma extranjero más demandado. Otras lenguas optativas son el alemán, el francés y el ruso. En la segunda etapa educativa básica (de los 13 a los 15 años), y en los centros que ofrecen Enseñanza Bilingüe se imparten en una segunda lengua, ordenadas según su demanda, las asignaturas de Economía Doméstica, Biología, Geografía e Historia y Ciencias Sociales. En Bachillerato (de los 16 a los 19 años), las asignaturas que, con mayor frecuencia, se imparten en otro idioma son: Historia, Ciencias Sociales, Geografía, Biología, Química y Psicología. El número de alumnos va disminuyendo conforme avanzan en su escolarización debido a que deben afrontar un examen final de carácter estatal en finés al finalizar sus estudios. Cabe destacar que las escuelas no reciben financiación adicional por parte del Estado y que es difícil encontrar material de enseñanza en inglés, francés, alemán o ruso. El nivel de competencia exigido es el equivalente al C1 en el marco común europeo.

Tras este repaso, breve pero significativo, podríamos además reflexionar sobre la influencia de nuestros hábitos sociales y culturales a la hora de aprender una segunda lengua, tales como la inexistencia de proyecciones cinematográficas en versión original, de programas televisivos que sigan esa tónica y de un sistema bastante trasnochado, por lo menos hasta hace unos años, en la enseñanza oficial de idiomas. No menos importante ha sido el secular aislamiento de nuestro país durante décadas, donde solo un reducido grupo de privilegiados tenían acceso a viajar y conocer idiomas in situ, algo que ya ha empezado a paliar el gobierno de Rajoy enviando a cientos de jóvenes a “emprender la aventura de la emigración exterior”.

En estas circunstancias, las propuestas impositivas de conversión de nuestros centros de enseñanza en bilingües no solo son un brindis al sol, una mera política de escaparate para ocultar las miserias a que nos conducen los recortes, sino que se dan de bruces con lo que es la tónica general de la Europa con la que queremos converger y con aquella parte de Europa a la que ni podemos ni deberíamos de gastar muchas fuerzas en querer parecernos.

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*El título de este artículo juega precisamente con la traducción de “seres vivos” al inglés, living things, (seres vivientes) Uno de los temas iniciales de Conocimiento del Medio en 5º de Primaria. Más de uno que esté leyendo esto, que seguramente tenga un nivel aceptable de inglés, puede que haya traducido la expresión por “cosas vivas”; ese es uno de los inconvenientes con que nos podemos encontrar cuando no dominamos una lengua a nivel mucho más que elevado.

Esto se llama… ¡ESTUPIDEZ! 21 abril 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Opinión.
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Para qué esperar cuarenta o cincuenta líneas de explicaciones y reflexiones para llegar a una conclusión que cae por su propio peso (o por la fuerza de la gravedad): Nos gobierna una panda de estúpidos. Así de claro.

Repasando el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, DRAE para los amigos y amigas, a propósito del significado del adjetivo ‘estúpido/a’, nos remite a “necio, falto de inteligencia”, al tiempo que lo relaciona con otros con los que comparte campo semántico: Idiota, imbécil, lelo, alelado, escaso de razón, tonto, corto de entendimiento, débil… U.t.c.s. (Úsese también como sustantivo)

Todos y cada uno de ellos definen de manera clara y meridiana a nuestros gobernantes. Es rara la semana que no nos regalan con alguna estupidez o imbecilidad o tontuna propia de su condición. Una de las últimas ha sido la vomitada por la ministra Báñez, claro que hay quien dirá que viniendo de semejante personaje no tiene mérito; es lo menos que se puede esperar de quien confía la salida de la crisis a la “mejor embajadora que tiene este país, la Virgen del Rocío”. Pues dice esta señora, a propósito de la sangrante y dramática salida de jóvenes al exterior (del país, se entiende) buscando las oportunidades que aquí se les niegan, que eso se llama “movilidad exterior”. Creo recordar que fue ella también la que dijo que esta situación no era preocupante, ya que obedecía al “espíritu aventurero” y nunca saciado de emociones que caracteriza a la juventud.

Otro que no se anda con rodeos, el orondo ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el inefable Arias Cañete, nos recomienda comer yogures caducados y darnos duchas de agua fría. Como recordaréis, este es el tipo que cuando la “Crisis de las vacas locas”, y siendo también ministro del ramo, recorrió el país dándose atracones de zancarrón y estofado de ternera (a ver si al final lo de la encefalitis espongiforme va a ser verdad).

De las ocurrencias del titular de Hacienda, señor Montoro, cada vez que nos quiere inocular una nueva dosis de veneno curativo, o del perspicaz y sagaz De Guindos, cada vez más optimista, un lince, el chaval; qué queréis que os diga, son la versión chunga de los Hermanos Tonetti.

Tampoco le van a la zaga ese tándem formado por Soria y Margallo, a la sazón ministros de Industria y Exteriores, respectivamente. Dan la impresión de estar siempre dispuestos a mandar alguna fragata a bombardear a quien ose tocar un solo céntimo de los intereses de las compañías monopolísticas españolas en el extranjero. Todavía tienen que estar sudando de miedo la presidenta argentina y el presidente boliviano después de ver sus actuaciones, más cercanas a los sketch de Tip y Coll (y que me perdonen, Tip y Coll, claro, allá donde estén) o del irrepetible Gila, durante los procesos de nacionalización y expropiación de intereses petrolíferos. Oye, y que serios y circuspectos que aparecen.

Otros tienen menos gracia. El responsable de Interior, señor Fernández, seguramente tras su reconversión al “camino ecuménico” se ve en la obligación de recuperar el tiempo perdido y nos regala con toda suerte de mamporrazos, filmaciones, detenciones arbitrarias y otras tantas lindezas para meter en cintura a una población cada vez más harta e irritada (perdonad que no utilice el término ‘indignado’, me cansa).

O el otro chico amante del cilicio y golpe en el pecho más comunión diaria, el Beato Gallardón, de Justicia él. Hay que reconocerle un valor: Ha sido capaz de poner en pie de guerra contra sus medidas a toda la judicatura, magistrados/as, abogacía, asociaciones varias… y nos va a hacer retroceder 30 años en cuanto se apruebe su Ley del Aborto (que no es otra que la de la Conferencia Episcopal). Si alguien pensaba que este chico pijo de familia bien era la “esperanza progre” frente a la otra “Esperanza” en las filas populares, que se vaya bajando a la realidad.

No desmerece tampoco Wert, el ministro de (des)Educación. Lo que ocurre es que este es zafio, grosero, provocador… Lo que viene siendo un talibán (a mi me gusta más llamarle “Gurka”) de su señorito Rajoy. Un tipo que antes de estar en la SER (¡Qué ojo tuvo Francino!) no lo conocían ni en su casa a la hora de comer y que va buscando su canonización vía cesión de privilegios a Rouco y sus secuaces. Si con Gallardón vamos a retroceder 30 años en conquistas sociales, con Wert volveremos a la Ley Villar Palasí, y con suerte.

Se me acaba el “Bestiario”. De la Mato, ministra de Sanidad (y me da vergüenza decir lo de Servicios Sociales, y mucho más lo de Igualdad), no se podía esperar mucho más, con ese apellido y titular de Sanidad; ¡joder! Si es que lo ponen a tiro. Además, debe andar muy ocupada revisando los “Jaguar” de su garaje, no vaya a ser que se encuentre uno nuevo y no sepa de dónde ha salido: Quizá de  debajo de una tonelada de confetis.

Claro que hay ministras que pasan, o intentan pasar desapercibidas, como la Pastor, de Fomento, lo que no quiere decir que no entre en la lista; que entrar, lo que se dice entrar, entra. Lo que ocurre es que es de las silenciosas, de las que dejan que el trabajo sucio: AVE, privatizaciones, etc. lo hagan otros.

Otro tanto ocurre con el chico de las bombas, el ministro de Defensa, señor Morenés, industrial del ramo (o habría que decir “racimo”). ¿Alguien lo ha visto últimamente?¿Existe o es una entelequia? Bueno, tuvo alguna ocurrencia con la Virgen del Pilar, de esas que tanto gustan a los milicos; pero no voy a repasar ahora en Google.

Y a continuación, con todos ustedes, la inefable, la asombrosa, la inabarcable, la única… señora De Cospedal, la Cospe, la mujer que ha revolucionado el derecho laboral, la rueda de prensa, el “…y tú, más”. La que viene siendo una «retribución en diferido de lo que es una simulación… efectivamente…» de lo que debiera ser una persona democrática. Pues eso.

Del durmiente o plasmado, y de la “bocas”, perdón, de la señora que nos da el parte de guerra todos los viernes, no hablo; ¿Para qué?

Veis lo que decía al principio. Para que escribir 87 líneas si con tres ya estaba claro.

Sotoca 0.0 18 diciembre 2012

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos.
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A principios de 2010, y siguiendo las consignas de Génova de que al “enemigo ni agua”, el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Murcia, por medio de su fiel servidor el consejero de Educación, Formación y Empleo, Constantino Sotoca, renunció a cuatro millones de euros en dotación para el programa Escuela 2.0. Esto supuso el que la totalidad del alumnado de 5º de Primaria y 1º de ESO no pudiese acceder al proceso de inmersión en nuevas tecnologías que pretendía acabar con la llamada brecha digital en nuestro sistema educativo; hoy, más sima que brecha.

Los argumentos esgrimidos en su momento por el sagaz consejero Sotoca, y los dirigentes popularespara negarse a acoger tal iniciativa del gobierno socialista de ZP bascularon entre la estupidez y la ignorancia, nihil novi sub sole. No pasa nada, otros se aprovecharon de lo que aquí tan alegremente se rechazó.

Poco después llegó el tsunami de la crisis en toda su virulencia; la tozuda realidad, esa que tanto condiciona a nuestros gobernantes, y los hachazos de los “populares” a todo lo que huela a inversión pública: Educación, Sanidad, Servicios Sociales, Dependencia… No debería de olvidársenos que nuestra región fue avanzado laboratorio de las políticas de destrucción de lo público que el PP lleva a cabo desde hace un año (¡Como Dios manda!, ¡Yo no quería, oíga!).

Y es en este punto, el de los recortes y hachazos, donde quisiera detenerme y relacionarlo con el principio de este escrito. En estos momentos, más mal que bien y con desequilibrios notables, nuestros centros educativos cuentan con dotaciones de infraestructuras informáticas: equipos, redes Wi-Fi, PDI(Pizarras Digitales Interactivas) y software con las que intentar llevar a la Escuela las posibilidades que las ya no tan nuevas tecnologías ofrecen al desarrollo del currículum escolar.

Desde el principio de la incorporación de nuestros centros a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), tanto la Consejería de Educación en particular, como el Gobierno regional en su conjunto tuvieron clara la apuesta. Comunidades como Extremadura, Andalucía, Madrid, Cataluña o Castilla–La mancha optaron hace tiempo de manera decidida, aunque con gradaciones, por la apuesta por el software libre y colaborativo, tipo LINUX, que les ha permitido no sólo el abaratamiento de costes e inversiones, sino desarrollar programas adecuados a la propia realidad educativa y necesidades de cada comunidad; además de significar un no despreciable yacimiento de empleo para tecnólogos, desarrolladores, etc. Por el contrario, nuestra Comunidad, mejor dicho, quienes la gobiernan, es un decir, optaron sin más por abrazar el software propietario. Esto significa el tener que pagar millones por algo, las licencias de uso de programas, que a otros les sale si no gratis sí a unos costes infinitamente más bajos. Esto sin tener en cuenta el apartado que se refiere a los equipos, factura no menor, que al tener que soportar versiones de sistemas operativos que cada vez requieren más recursos, o bien se les cambia cada cierto tiempo, o están condenados a la obsolescencia. Por poner un ejemplo, ningún equipo de los actualmente existentes en nuestros centros educativos soportan el novedoso Windows8 sin dar problemas, mientras que una distribución de un entorno LINUX de última generación puede funcionar perfectamente en un Pentium IV, un ordenador de hace ya diez años.

La Consejería de Educación del recortador Sotoca viene pagando licencias de software propietario, léase Windows y sus productos, desde hace años para ofertarlas a los casi 20.000 docentes murcianos, sin ofertar en cambio otras alternativas. Una de las últimas actuaciones ha sido el comprar las licencias de otro software propietario, en este caso para la elaboración de libros multimedia (MTO), de la empresa TecnoProducciones Multimedia. Algo inaudito si tenemos en cuenta que en el mercado existen equivalentes a coste cero que cumplen con el mismo objetivo (y que la propia Consejería publicita en su página web, como es el caso del editor EdiLim. Si existe algo gratuito, pagar por algo igual es de …¿tontos?).

Sin entrar en consideraciones sobre la calidad de los productos, del software tanto propietario como libre (Que podríamos hacerlo), cabría hacerse, empero, una serie de preguntas. La primera y principal sería si estas decisiones de optar por un determinado producto, que cuesta sus buenos euros, han sido sometidas a algún tipo de concurso de libre concurrencia; no olvidemos que se trata de utilización de fondos públicos que van a parar a manos privadas. También habría que preguntar quién ha decidido y de qué manera optar por tal o cual proveedor para el suministro de ordenadores, impresoras, routers, servidores, etc.

La segunda cuestión, ¿Dónde están reflejadas las partidas destinadas al pago de licencias de software y adquisición de equipos?¿En qué partida de los presupuestos del contable Bernal se reflejan?

Por último, y no menos importante: En un momento en el que la Consejería ha despedido a cerca de 2.500 interinos e interinas, ha rebajado el sueldo a sus funcionarios, ha eliminado de manera ilegal y torticera las pagas extras, ha disminuido las dotaciones presupuestarias a los centros, ha disminuido plantillas, ha eliminado el Bono-Libro, castiga a sus empleados cuando enferman quitándoles parte de su sueldo, elimina derechos laborales, sociales y sindicales… ¿Es de recibo el que se dediquen partidas presupuestarias a la compra de licencias de software sin posibilidad de libre concurrencia con otras opciones? ¿Han disminuido estas partidas?¿Por qué la Consejería de Educación y el Gobierno de Valcárcel se han negado siempre a optar por otros sistemas de coste infinitamente menor a los utilizados?

En cualquier caso, y siguiendo la evolución histórica de la Red desde la Web 1.0 de solo lectura a la Web 3.0 o web inteligente, podremos convenir que nuestra Administración regional y nuestro peculiar consejero se encuentra en el estadio 0.0.

Pues, eso.

(Artículo publicado en el diario La Opinión de Murcia en su edición del lunes 17 de diciembre de 2012)