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Yo no quiero ser César Bona 9 enero 2017

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos.
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Seguro que suena raro; pero voy a intentar explicar el porqué de esta entrada. Creo que todo el mundo sabe quién es César Bona; pero para quién no lo sepa, le diré que es un maestro de 42 años que se ha hecho mediáticamente famoso por hacer en sus clases lo que algunos llevan y llevamos haciendo desde hace mucho tiempo: «aprender a aprender». Aprovechar los conocimientos que todos tenemos y utilizar todo lo que la hoy llamada «sociedad de la información» pone a nuestra disposición para desarrollar el llamado proceso de enseñanza-aprendizaje. Además de esto, utiliza, el bueno de César, una serie de estrategias educativas de esas que todo el mundo estudia y nadie lleva a la práctica: los famosos paneles de Freinet: Critico, felicito, propongo… Agrupa al alumnado y toca la guitarra. No usa apenas el libro de texto (afortunadamente) y apenas pone «deberes». Vale. Como podréis ver quienes estáis en el mundo de la enseñanza, todo muy innovador. Que tampoco se trata de eso, de innovar, digo. Este maestro opta, con otros pocos docentes, a ser «Premio Nobel de Profesores» (sic) «Global Teacher Prize». http://www.globalteacherprize.org/ aquí os dejo el enlace de la web de la Varkey Foundation. Bueno, nada como estar en el sitio adecuado y en el momento adecuado… y yo me alegro por él.

Pero, yo no quiero ser César Bona si con ello y por ello puedo ser utilizado por IKEA en su campaña de desprestigio de los y las docentes; como es el caso de los últimos spots publicitarios de la firma sueca. Por cierto que ya duran desde principios de curso. Como tampoco quiero ser de ese grupo de madres y padres «organizados» a los que también recurre la citada empresa para seguir con su campaña «antideberes» para así «amueblarnos la cabeza» mientras cenamos en familia. Sutil, verdad.
Una pena
PD: Me gustaría saber qué piensa César Bona de la LOMCE, de los recortes y demás medidas aprobadas por el gobierno del PP. La única que vez que le he visto en TV, y a preguntas sobre el particular, se escapó por la tangente.

Lecciones de una elecciones ¿Qué hacer? 8 diciembre 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Opinión.
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El pasado 4 de diciembre, se celebraron elecciones sindicales en la Enseñanza Pública No Universitaria para elegir a los 57 delegados y delegadas sindicales que conformarán la Junta de Personal Docente No Universitario. Los recortes que el gobierno regional ha efectuado sobre plantillas, han reducido en cuatro el número de representantes en relación a los últimos comicios celebrados en 2010 y que hubo que repetir en el 80% de las mesas en 2012 por obra y gracia de una impugnación presentada por el SIDI (Sindicato de Docentes Interinos), organización que pretende conseguir en los juzgados lo que las urnas le niegan tozudamente convocatoria tras convocatoria.

También se celebraron elecciones en el ámbito universitario. Si bien en este último ha habido un claro vencedor, la federación de Enseñanza de CCOO ha obtenido 30 delegados de un total de 87, muy por delante del segundo sindicato que obtiene 23, en la Pública No Universitaria, sigue siendo ANPE, la Asociación conservadora heredera del antiguo sindicato franquista de profesores, la organización más votada. En esta ocasión, ha igualado en delegados con la Federación de Enseñanza de CCOO, 14 para cada uno, y ha perdido 2 delegados en relación a la anterior convocatoria. Tanto la Fed. de Enseñanza de CCOO, como STERM, la Intersindical (volcados ahora en un nuevo “experimento” de la mano de PODEMOS), como UGT, han perdido votos, STERM pierde 1 delegado y FETE-UGT pierde 2. Lo perdido por ANPE, ha ido a parar al SIDI, situada en el extremo más derechoso del abanico sindical. Todo queda en casa.

Tanto la Fed. de Enseñanza de CCOO, como FETE-UGT, consiguen su decimocuarto y cuarto delegado/a, respectivamente, por restos. CSIF, sindicato creado en su momento por la administración de UCD para contrarrestar el auge del sindicalismo de clase en la función pública, se queda con 3 representantes, pierde 1 delegado en relación a 2012.

Dicho esto, una primera lectura de estos resultados nos llevaría a pensar que, a pesar de las movilizaciones continuadas de estos últimos cuatro años contra recortes, perdidas de derechos y LOMCE, a pesar del clima de crispación que se vive en los centros educativos por mor de “estándares”, evaluaciones y proliferación burocrática, de no cobertura de bajas, de descuentos por enfermar de gripe o gastroenteritis, el profesorado ha dado un apoyo considerable a las opciones más conservadoras del espectro sindical, que, en su conjunto obtienen cinco delegados menos que el autodenominado “bloque progresista”.

Prácticamente, la foto sigue siendo casi idéntica a la que había.

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Elecciones a Junta de Personal Docente No Universitario, delegados/as obtenidos. Gráfica comparativa . Elaboración propia

Cierto es que en las actuales circustancias los resultados son, en todo caso, plausibles para las organizaciones de izquierda y progresistas; pero, ¿Deberían llevarnos a lanzar las campanas al vuelo? Hago la pregunta porque eso es lo que parece que se interpreta, en mayor o menor medida, leyendo los titulares con los que las tres organizaciones del “bloque progresista” –antaño “Comité de Resistencia”- saludan los resultados.

La Federación de Enseñanza de CCOO Región de Murcia titula y subtitula de la siguiente manera los resultados electorales:

“CCOO gana las elecciones sindicales en la Universidad de Murcia y empata en el primer puesto en la Junta de Personal Docente no universitario”

“La Federación de Enseñanza de CCOO revalida su primera posición en la Universidad de Murcia y empata a 14 delegados en la primera posición en la enseñanza pre-universitaria.”

Curioso titular, si se tiene en cuenta la desproporción de uno y otro sector en cuanto al número de electores: Cerca de 20.000 la Pública No Universitaria frente a unos tres mil en la UMU. Lo de la “enseñanza pre-universitaria” me recuerda épocas pretéritas, donde la “educación” se orientaba en exclusividad para la Universidad y no lo voy a comentar. En cualquier caso, un titular bastante pobre en el fondo y la forma.

Por su parte, STERM La Intersindical, publicita en su web lo siguiente:

El voto progresista gana las elecciones sindicales en enseñanza”. El sindicalismo alternativo se consolida de la mano de STERM INTERSINDICAL.

También curioso, entre otras cosas porque no sabemos si ese “voto progresista” al que hace referencia, se lo adjudica en exclusiva o se reparte ex aequo, con quienes han sido su compañeros y compañeras de “dignidad y resistencia” en estos últimos años. Llama también la atención la referencia a ese “sindicalismo alternativo” del que STERM hace gala, sobre todo teniendo en cuenta que es una organización que lleva como 30 años siendo “alternativa y emergente”; pero que actúa frente a la Administración de la misma manera y con las mismas “herramientas” que el resto. ¿Un guiño a PODEMOS, donde sus actuales dirigentes se van situando (como pueden)? Ningún comentario a los resultados en la Universidad de Murcia, donde el autodenominado “sindicalismo alternativo” ha quedado en último lugar.

Cerrando el “bloque”, tenemos el análisis de FETE-UGT

FETE-UGT segunda fuerza en el global de la enseñanza pública en la Región de Murcia (universitaria y no universitaria)

A pesar de los resultados poco alentadores en la enseñanza no universitaria, los excelentes resultados en el ámbito de la Universidad de Murcia mantienen a FETE-UGT como segunda fuerza en el global de la enseñanza pública en la Región.En cuanto a la Junta de Personal Docente no Universitario FETE-UGT se mantiene como quinta fuerza pero con unos resultados que no son buenos.

Visto lo visto, parece que FETE-UGT ha optado por un titular “mediopensionista”, resaltando ese “forzado” segundo puesto en la enseñanza pública; pero, reconociendo sin paliativos los malos resultados en donde más se jugaba: la Pública No Universitaria. Y, algo que le honra: felicita a los demás por los resultados, cosa que no hace el resto.

¿Qué hacer? Que dijo alguien una vez. Pues no parece que se den muy buenas circustancias para repetir la alianza del en su día autodenominado “Comité de resistencia”; por diversos motivos, entre otros, los posicionamientos políticos a los que ineluctablemente se van a ver abocados todos de aquí a poco por “exigencia del guión” de convocatorias electorales próximas y en donde hay posicionamientos divergentes, convergentes y encontrados, según se mire… y se opte.

Una cosa es cierta, el malestar en los centros va en aumento y eso se refleja en el porcentaje de votantes, cercano al 60%. Bien es cierto que es un porcentaje alto si se compara con otras convocatorias electorales del ámbito político, locales, autonómicas o generales; pero muy alejado de los porcentajes de participación registrados en enseñanza hasta bien entrada la década de los 90 en donde se alcanzaban cifras cercanas, cuando no superiores, al 80%.

Más allá de los ya consabidos recortes y pérdidas de derechos, y que aún no han acabado, la aplicación de la LOMCE y su carga burocrática, fútil y sin sentido está llevando a los claustros a situaciones de angustia profesional sin parangón en nuestro ya de por sí angustiado sistema educativo.

No hay respuestas, salvo el recurso, ya manido, a tópicos, consignas y lugares comunes por parte de las organizaciones sindicales. En vez de hacer piña frente al dislate que supone esa especie de magma pseudopedagógico de estándares de aprendizaje, criterios, rúbricas y demás estupideces que los asesores de Wert se han sacado de sus chisteras, y proclamar la INSUMISIÓN docente frente a tanto despropósito, se limitan a incorporar “cursos” a sus respectivas ofertas formativas para “ayudarnos” a sacar adelante este galimatías.

Mal camino, sobre todo si al final, ¡Ojalá! Las próximas elecciones generales echan al PP del gobierno y el resto de fuerzas cumplen, que está por ver, el compromiso explicito que asumieron de tumbar esta nefasta y retrógrada ley educativa.

En fin, quienes el pasado 4 de diciembre fuimos a votar, utilizando las dos horas que por derecho nos corresponden, y que también nos quisieron cercenar, lo hicimos, creo entender, para que aquellas opciones más cercanas a nuestro ideario, que lo son también a nuestros principios y postulados educativos, tuviesen una oportunidad de defender, desde una perspectiva de clase, nuestros derechos, como trabajadores y trabajadoras y como enseñantes; pero también un modelo educativo que dista mucho de coincidir, ni siquiera de pasada, con lo que nos quieren embutir (aunque de esto no estoy muy seguro de coincidir con algunos de los “elegibles”). Esperemos que así lo hagan; si no, se lo demandaremos.

Pero el comienzo no ha sido muy halagüeño, creo.

LOMCE, curriculum y el negocio de los libros de texto 23 marzo 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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El debate no es nuevo. Aparece todos los años con motivo del inicio del curso escolar: El precio de los libros de texto. La compra de los textos escolares significa un desembolso muy importante para las familias, más aún ahora a consecuencia del empobrecimiento de amplias capas de la población, la reducción de salarios y la eliminación de las ayudas para la compra de los mismos.

A pesar de continuar vigente, de momento, la norma de permanencia de los manuales escolares al menos durante un periodo de cuatro años (hay comunidades como Extremadura y Navarra en las que este plazo es de 6 y 5 años respectivamente), este próximo curso escolar la LOMCE se aplicará en Primero, Tercero y Quinto de Primaria y conllevará que el nuevo “curriculum” se plasme en nuevos manuales.

El pasado 1 de marzo, sábado, se publicó en el BOE el “Curriculum oficial de Primaria”, en el que además de la introducción de nuevas materias, Conocimiento del Medio se divide en Ciencias Sociales y Ciencias naturales, el ministerio de Wert certifica la felonía de convertir la Religión no sólo en materia evaluable, equiparándola a las Matemáticas, Lengua, etc. sino que además aparece en las materias de oferta opcional prevaleciendo sobre otras como la segunda lengua extranjera, la Música o la Plástica, materia ésta que desaparece de los cursos cuarto, quinto y sexto.

Así las cosas, queda claro que un considerable número de familias murcianas, recordemos que nuestra Comunidad sobrepasa el 30% de paro, deberá hacer un no menos considerable esfuerzo para adquirir los nuevos manuales, pues ya no servirán los existentes o, sencillamente, no podrán adquirirlos.

El negocio que hay montado en torno al material escolar, y al libro de texto en particular, no es nada despreciable; así como el control ideológico que sobre el mismo se ejerce desde diferentes ámbitos.

Pero es sin duda la Iglesia Católica la que se lleva la palma en tan lucrativa empresa, cómo no, su reino no es de este mundo; pero sus finanzas, sí. No satisfecha con los casi cinco mil millones de asignación directa del Estado ha tejido una maraña de empresas y grupos que están omnipresentes en el negocio editorial de los libros de texto.

Sin extendernos en demasía, sólo citar los grupos editoriales sobre los que la jerarquía católica tiene total control o gran parte del mismo.

El Grupo SM, fundada por religiosos marianistas. En la actualidad opera en 9 países. El acrónimo SM significa «Santa María». Entre otros incluye colecciones omnipresentes en las aulas como “El Barco de vapor” y “Gran Angular”. El  Grupo Edebé, fundada por la Congregación Salesiana. Hace negocio en todo el mundo con editoriales propias en Argentina, Chile y México. En el País Vasco tiene el sello Giltza, en Galicia Rodeira, en la Comunidad Valencia Marjal y en Andalucía Guadiel. La Editorial Edelvives, el Grupo Editorial Luis Vives pertenece al Instituto de los Hermanos Maristas y mediante su editorial intentan fomentar lo que ellos denominan «humanismo cristiano»; es una de las decanas en el negocio del libro escolar. La Editorial Bruño, fundada por el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle. Como buenos empresarios, y para ampliar su patrimonio, en 2001 los Hermanos de La Salle llegaron a un acuerdo de venta con el grupo francés Hachette Livre, del que también forma parte el grupo editorial español Salvat. De hecho, existe una línea denominada «Publicaciones Generales Bruño-Salvat» que cuenta con un catálogo especializado en publicaciones infantiles y juveniles, con personajes como Kika Superbruja, Astérix, Titeuf… En 2004 se hizo con el importante Grupo Anaya donde se incluyen marcas como Algaida, Vox, Cátedra, Pirámide o Alianza.

Hay que resaltar que la Iglesia católica impone los libros de texto de sus editoriales en los más de 2.600 centros educativos que gestiona directamente, lo que redondea el negocio y el adoctrinamiento que practica, sin tener en cuenta la incidencia de estas editoriales en los centros de titularidad pública que en alguna medida optan por estos manuales.

Dicho esto cabría preguntarse hasta qué punto es necesario el uso del libro de texto en el aula y, en cualquier caso, qué alternativas se pueden plantear para que el alumnado disponga de un soporte sobre el que trabajar el desarrollo de los materiales curriculares impuestos por ley, que no tiene por qué ser necesariamente los más idóneos en el proceso enseñanza-aprendizaje.

El catedrático Manuel de Puelles, en un magnífico artículo titulado “La política del libro escolar en la Historia Contemporánea de España”, afirma queLos manuales escolares son un producto complejo(…) ligado al mundo editorial y un medio de transmisión de valores, ya que los libros de texto no sólo transmiten conocimientos sino que, de una manera manifiesta u oculta, están impregnados de valores, aspecto éste al que la política nunca se ha mostrado ajena o indiferente. Los manuales escolares son (…)un producto ideológico que ha sido objeto preferente de la política educativa de todos los países”.

Queda por lo tanto patente el interés de las editoriales, y quienes están detrás, por hacerse con cuantas más partes del pastel mejor.

Ahora bien, desde hace ya un tiempo se vienen desarrollando experiencias alternativas, que sin cuestionar los principios establecidos en el curriculum oficial en cuanto al diseño de los objetivos  a cubrir, apuestan por una liberalización del “texto” tal y como hasta ahora se ha venido concibiendo. A esto ha contribuido en gran medida la eclosión de las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el desarrollo de llamada Escuela 2.0, donde se impone un modelo radicalmente distinto en cuanto a la utilización de herramientas, estrategias y procedimientos educativos en el aula. Se libera así al proceso educativo del estrecho y asfixiante corsé que supone el “texto” como elemento referente y unidireccional. Desgraciadamente, nuestra Comunidad ha ido perdiendo trenes en este recorrido (En estas páginas he hecho referencia en alguna ocasión a esta cuestión).

En este sentido, en nuestro país empiezan a aparecer iniciativas, que ya existen en países de nuestro entorno, como Liberdocs, Digital-Text o Textos Marea Verde,  libros gratuitos, sujetos al curriculum, si se quiere; pero, con una capacidad de adaptación a las necesidades del alumnado y del profesorado que no tienen los libros de texto al uso, personalizables, abiertos a la comunidad, multiformato y compatibles con cualquier sistema operativo. Libros que parten del concepto de trabajo colaborativo y del intercambio de conocimiento y de experiencias.

Por el precio que se paga por un conjunto completo de libros de Primaria se puede comprar una Tablet con sistema operativo no propietario que puede durar toda la etapa de escolaridad obligatoria del alumno/a, desde Primaria a la ESO, y que permitiría liberar a nuestros escolares de dos pesos: el físico, de los kilos que deben soportar en sus mochilas y el del “conocimiento unidireccional y dirigido” de los manuales al uso.

¿Qué pasará?

 

La cara oculta de PISA 29 enero 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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Una vez máspisaweb, los resultados del Informe PISA correspondientes al análisis de 2012 han puesto nerviosos a nuestros gobernantes, siempre tan preocupados por nuestro bienestar social y nuestro progreso económico y educativo como se desprende de las políticas que están llevando a cabo en estos órdenes. El mes de diciembre pasado ha sido el “mes de PISA”.

Además, el pasado martes, 7 de enero, miles de docentes murcianos regresamos a las aulas conociendo la noticia publicada ese mismo día en un medio de comunicación regional de las intenciones de nuestros gobernantes educativos regionales de someternos a varias inspecciones, test, pruebas y contrapruebas que evalúen nuestra labor como consecuencia de los “desastrosos resultados” que obtuvimos como Región en el mencionado Informe. Incluso van a encargar a una prestigiosa empresa, Mckinsey & Company, el que analice los resultados y trace estrategias, y dicen que lo va a hacer “gratis”, ya. Por las acciones a emprender, las publicitadas, podría inferirse, además, de manera muy sutil, que existe una gran parte de culpa achacable a la práctica docente y adelantan la intención de hacer público un “ranking” de centros según sus “calificaciones”. También ese día conocimos que las ayudas para libros de texto se reducen en un 40%. Pero esto, como dijo el ministro del ramo en una entrevista televisiva, no tiene mucha importancia porque de lo que se trata ahora es de “fomentar las TIC, Tecnologías de la Información y Comunicación” (sic).

No me voy a detener en el análisis de los resultados de dicho Informe; es decir en lo que se ha publicado hasta la saciedad: todo negativo para nuestro país y Comunidad, sino en lo que no se ha publicado, o se ha publicado en letra pequeña, sin mucho entusiasmo y en pocos medios.

Me gustaría centrarme en aquellos aspectos que suelen pasar desapercibidos, que no son merecedores de titulares a cinco columnas o que interesadamente se ocultan y desaparecen de las declaraciones públicas. Me gustaría destacar algo que normalmente no se dice y que creo que nos da muchas pistas para entender “eso del PISA”.

PISA no analiza los programas escolares nacionales, sino que revisa los conocimientos, las aptitudes y las competencias que son relevantes para el bienestar personal, social y económico (OCDE 1999). Para ello no se mide el conocimiento escolar como tal, sino la capacidad de los estudiantes de poder entender y resolver problemas auténticos en situaciones reales.

Los exámenes PISA son muy parecidos a exámenes o pruebas de inteligencia, se evalúan muy poco conocimientos y aplicación de estos. La gran mayoría de los ítems de los PISA son muy deducibles y se pueden responder correctamente sin tener ningún conocimiento del currículum escolar. Es por esto que los resultados obtenidos poco tienen que ver con la eficiencia de los diferentes sistemas educativos. Además, la propia complejidad del informe le lleva a tener en consideración una serie de variables fundamentales e imprescindibles que permiten realizar una radiografía muy completa del contexto del sistema educativo, en el que indiscutiblemente se encuentran el índice de estatus social, económico y cultural, el nivel educativo de los padres, la cualificación de los puestos de trabajo de los mismos, la población inmigrante, el sexo, etc.

Se suele afirmar muy alegremente en grandes titulares algo que es rotundamente falso: “España suspende PISA” (La Región de Murcia ni te cuento). No se puede suspender puesto que el Informe no suspende a nadie. La medición que se hace en PISA es de una escala que oscila entre 300 y 700 puntos aproximadamente, en la que España se sitúa mayoritariamente en el nivel medio en las tres competencias medibles, matemáticas, lengua y ciencias, y las diferencias entre España, la UE y la OCDE son muy poco significativas, traducidas a nuestro habitual sistema de evaluación serían de décimas o centésimas.

Pero, además, existen interesadísimas ocultaciones sin las cuales es difícil entender qué es lo que ocurre con nuestro país en estos informes. Habría que señalar, y no se dice, que nuestro país, integrante de la OCDE, parte de unos niveles educativos muy inferiores a la mayoría de países de dicho grupo. En 1991 el índice de analfabetismo era superior al 20%, siendo éste más acusado en las comunidades del Sur, incluida la nuestra, obviamente. Con ese punto de partida es difícil querer situarse en la “excelencia” en la que presuntamente se instalan otros que nos llevan décadas de adelanto en logros sociales y económicos.

Otro tanto debería decirse de la directa correlación entre nivel de cualificación profesional y ocupación laboral de los padres y rendimiento del alumnado. Algo que PISA relaciona sin ambages, pero que rara vez merece un titular. En ese sentido, y de seguir por la senda de destrucción de empleo y de precarización laboral, los resultados a futuro no nos depararán muchas alegrías. Un informe del propio Gobierno español emitido por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa sobre la influencia del nivel socioeconómico y cultural, ESCS en sus siglas en inglés, en los resultados de matemáticas evaluados en el Informe PISA 2012 concluye que nuestro país obtiene, en matemáticas, una puntuación media próxima a la que le corresponde por su ESCS y que en caso de que ese factor socieconómico se aproximara al promedio de la OCDE, España se situaría como uno de los países con mayor equidad de la OCDE y presentaría mejores resultados en competencia matemática”.

Aún así, el esfuerzo llevado a cabo en los últimos años por nuestro país en cuanto a nivelación de diferencias socioeconómicas, algo que también está saltando por los aires, en reducir el fracaso escolar y potenciar la equidad y la igualdad de oportunidades ha sido enorme y PISA lo reconoce y sitúa al sistema educativo español entre los más equitativos de la OCDE, próximo a los de Noruega o Finlandia y más equitativo que, entre otros, los de Corea del Sur, Japón, Suiza o Países Bajos.

Se utilizan casi en exclusividad los datos derivados de las pruebas, ítems, a que es sometido el alumnado; sin embargo, una lectura pormenorizada de estos nos indica que España supera a Estados Unidos o Suecia en matemáticas, o a Luxemburgo, Noruega o Italia en ciencias o a Islandia, Israel o Eslovenia en lectura. Tampoco se nos dice que entre el alumnado no repetidor, los repetidores también participan en las pruebas, los resultados obtenidos están por encima de la media obtenida en la OCDE y UE e incluso por encima de la media de Corea y Japón. ¿Por qué se presenta siempre el lado “negativo” de PISA, presentando el Informe en blanco y negro cuando el mismo tiene una infinita gama de grises e incluso muchos más colores y matices? ¿Se consigue algo haciéndonos sentir los “más tontos” de la clase? ¿Por qué se sigue mintiendo en el tema de la inversión educativa, intentando desvincularla de la mejora del sistema, cuando las propias autoridades educativas no tienen más remedio que reconocer esta consecuencia? Por ejemplo, en 2008, España tuvo un gasto por alumno en instituciones educativas del 3% del PIB más que Finlandia y Holanda, quedando, sin embargo, 20 puntos por detrás de estas en las calificaciones obtenidas. Sí, pero el gasto en porcentaje del PIB en educación de España es un 25% menor que en Finlandia y un 15% menor que en Holanda.

Resulta cuando menos chocante que la empresa, privada, contratada por el Gobierno Regional para que nos muestre la senda a seguir en pos del éxito educativo es de la opinión de que la mayor o menor inversión económica en educación no incide en los resultados.

Podríamos entonces preguntarnos si están justificadas las “prisas” de nuestros gobernantes por modificar nuestro sistema educativo en la línea que lo han hecho vía enésima Ley Educativa (LOMCE) y si ésta, por su concepción, resolverá los problemas que dicen resolverá y que según estos mismos gobernantes se ponen de manifiesto PISA tras PISA.

Cabría preguntarse también si la cascada de declaraciones con las que el consejero de Educación, Sr. Sánchez y su equipo, ha trufado la prensa regional tras el Informe y los datos de éste para nuestra Región, anunciando mil y una medidas a aplicar de manera perentoria se deben a una reacción obligada para la mejora de los mismos o a una reacción, no exenta de nerviosismo, y relacionada con ciertas cuestiones “sucesorias”.

En cualquier caso, como docente, pero también como padre y ciudadano, me hubiese gustado encontrarme entre este cúmulo de declaraciones y “medidas” algunas que hiciesen referencia o relacionasen nuestros resultados con el bajo nivel de cualificación profesional y la precarización laboral de nuestra ciudadanía en general, con el insultante porcentaje de paro, con el progresivo deterioro social y económico de nuestra Región, con la infravaloración social de la función docente y la pérdida de derechos laborales y condiciones económicas del profesorado, con la masificación de las aulas, con la vergonzosa política de guetización de los centros públicos, con el cada vez más descarado desvío de fondos públicos a la enseñanza privada concertada…

Pero parece que con esto del Informe PISA pasa lo mismo que con nuestro satélite, La Luna, siempre nos muestran la misma cara.

Minando lo público 6 enero 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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Que a estas alturas podamos sorprendernos aun de las decisiones que adoptan nuestros gobernantes es un claro síntoma del empeño que estos ponen en cumplir con determinados principios inexorables, como ese que determina que “cuando algo va mal, seguro que puede ir a peor”. La afirmación viene dada por la Resolución de la Consejería de Educación, Universidades y Empleo, de 7 de noviembre del presente, en la que se establecen instrucciones para la instauración de programas que contemplen medidas de apoyo individualizado dirigidas al alumnado de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) que pueda concurrir en riesgo de exclusión social, fracaso o abandono escolar.

La normativa establece una dotación de 200.000 euros a repartir entre una selección de 40 centros educativos del mencionado nivel, 5.000 euros por centro, con la posibilidad de poder ser mayor la cantidad si concurren menos de los 40 establecidos.

Hasta aquí, y con lo que está cayendo, podríamos convenir que se trata de una decisión no solo acertada, sino incluso loable y plausible. Pero, miren ustedes por donde, va a ser que no.

Les explico. Desde 2007, a iniciativa del Ministerio de Educación dirigido en ese momento por el ministro Gabilondo (de lo mejorcito que ha dado el gremio ministerial) y hasta el pasado curso escolar, venía funcionado el Plan PROA (Programa de Refuerzo, Orientación y Apoyo); un programa destinado al alumnado en riesgo de exclusión social y en clara situación de desventaja educativa. Dicho programa dirigido tanto a Primaria como a Secundaria contaba con una financiación compartida al 50% entre Ministerio y Comunidades Autónomas. El primer rejonazo vino de la mano del ministro peor valorado en la historia de la democracia española, el señor Wert, quien decidió por mor de la crisis suspender la aportación económica correspondiente a su ministerio. El segundo rejonazo lo asestó nuestro flamante consejero de Educación, Pedro Antonio Sánchez, decidiendo suspender definitivamente para el presente curso escolar dicho Plan.

Pero, he aquí que pasados dos meses desde el inicio de curso, la Consejería nos sorprende con lo que podría ser un enmendar el error (a esto habría que decir que el Plan ha funcionado muy bien estos años). Lamentablemente no es así.

La mencionada resolución resulta ser un nuevo atentado contra el servicio público educativo en el cumplimiento de ese objetivo que se ha marcado el Gobierno Popular de desmantelar lo público. La Consejería establece que los centros seleccionados dispondrán del dinero presupuestado para “contratar el servicio de empresas e instituciones” que desarrollen el programa. Es decir, hay dinero; pero para la empresa privada. Y lo que hasta ahora hacían los docentes de los centros, funcionarios públicos que han obtenido su plaza según los criterios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, ahora lo van a hacer empresas privadas que, además, tendrán acceso y derecho a participar de la organización pedagógica y a cualquier otra cuestión relativa a la programación de dichas actividades en los centros públicos de enseñanza secundaria de nuestra Región, quedan excluidos los centros de Primaria.

Si además recordamos que durante el presente curso son cientos los docentes interinos que se han vistos arrojados al paro por la política de recortes de la Consejería de Educación, la burla es ya descarnada.

Como han recordado algunos sindicatos de enseñanza, resulta escandaloso el que se derive hacia la empresa privada, cuyo único objetivo es el lucro (llamémosle beneficio empresarial si se quiere) una tarea que hasta ahora venían desempeñando cualificados profesionales de la enseñanza pública.

¿Hasta dónde va a llegar el irrefrenable ímpetu privatizador de nuestros gobernantes? ¿Qué será lo próximo, ofrecer a las academias de idiomas la enseñanza de los mismos en nuestros centros públicos, o a los gimnasios y centros deportivos el impartir la Educación Física? ¿Contratará la Consejería a expertos en dirección comercial y gestión empresarial para dirigir los centros de enseñanza?

Y mientras, nuestro consejero ganándose el jubileo loando la excelencia de lo “privado” en el acto de inauguración de curso de la Universidad Católica San Antonio, UCAM. Amén.

 

 

Tics autoritarios 6 enero 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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Hace un par de semanas, la Delegación de Gobierno de Murcia, a cuyo frente se encuentra  Joaquín Bascuñana, tomó una determinación inédita hasta ese momento: Prohibir los itinerarios que habían solicitado los convocantes de la Marcha de Mareas prevista para el 23 de noviembre, reduciendo a dos los ocho convocados. Nunca había ocurrido algo semejante. La justificación dada, alegando el posible caos circulatorio y anunciando de manera alarmante el presunto riesgo que para la seguridad ciudadana podía acarrear tal panoplia de protestas, no puede por más que haber causado risión en la mayoría de los murcianos y murcianas que llevan aguantando año tras año estoicamente el que la ciudad quede colapsada todas las Semanas Santas y Fiestas de Primavera, romerías varias y sucedáneos festeros. Creo recordar que durante esos acontecimientos no se han producido situaciones que hayan acarreado más peligro a la seguridad ciudadana que las propias originadas por cuadrillas de borrachos descerebrados meando alegremente donde bien pueden, vestidos con atuendos más propios del circo que de otra cosa. Tampoco me suena que la Delegación de Gobierno haya prohibido nunca ningún desfile pasional, ni caravana sardinera por más que interrumpan el cotidiano deambular de la ciudadanía, impidiendo el acceso a garajes, calles y demás. Y eso que si hacemos caso a las cifras que nos aportan sobre concurrencia, convenimos en que en esas fechas, la Región prácticamente se vacía para acudir en tropel a la capital de la Comunidad para asistir a eventos como el “Bando de la Huerta” o “El Entierro de la Sardina”, no digamos ya de las decenas de miles de romeros que acompañan a la patrona desde diferentes puntos de la ciudad y sus pedanías cada vez que sube y baja de su santuario.

Los convocantes de la Marcha de Mareas, incluidos los sindicatos CCOO, UGT y USO, recurrieron la decisión gubernamental ante el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia quien en un breve plazo, como se establece por ley, dictó a favor de los recurrentes, obligando al sr. Bascuñana a envainarse su arbitraria decisión y condenando a la Delegación del Gobierno, es decir a toda la ciudadanía, al pago de las costas derivadas del acto judicial provocado por la imprudente y temeraria decisión del sr. Bascuñana.

El secretario general de CCOO de la Región de Murcia, Daniel Bueno, definió la actuación del Delegado de Gobierno como “tic autoritario”, una referencia moderada para lo que verdaderamente encierra ese comportamiento.

Durante estas últimas semanas, asistimos también a la elaboración de un proyecto de ley sobre seguridad ciudadana que el Gobierno, por medio de su ministro del Interior, Fernández Díaz, va a presentar al Parlamento para su debate y posterior y más que segura aprobación. Un proyecto de ley que vendría a sustituir a la actual, la en su día llamada “Ley Corcuera”, o “Ley de la patada en la puerta” como fue popularmente bautizada. Esta de ahora ya tiene su apelativo popular: “Ley Mordaza”. Fundamentalmente, la ley pergeñada por el ultracatólico y ultracolérico ministro del Interior trata de amedrentar a la ciudadanía mediante la aplicación de multas desorbitadas que castigarían determinados actos, sobre todo relacionados con protestas, manifestaciones y demás. Cualquiera diría que este país vive en un caos ingobernable cercano a la insurrección y que por lo tanto se hace necesario adoptar medidas más propias de un estado de excepción o de un régimen dictatorial que de un proyecto que intente velar por los derechos ciudadanos.

Lo cierto y verdad es que tal y como están las cosas, con cerca de seis millones de personas en paro, miles de familias amenazadas con ser expulsadas de sus casas, unos servicios públicos en fase de desmantelamiento y una clase política manchada por la corrupción más abyecta, empezando por el propio partido que nos gobierna, la templanza y la exquisita paciencia y respeto que están mostrando los ciudadanos y ciudadanas de este país es más que ejemplar.

¿A qué viene por tanto afán por legislar en clave represiva y sobre todo recaudatoria?

¿A qué viene el intentar disuadir a la ciudadanía prohibiendo recorridos y marchas de protesta?

Parece que el Gobierno del Partido Popular considera que el daño que están provocando sus medidas legislativas debe ser acompañado de medidas que corten de manera tajante cualquier manifestación contra las mismas.

A nuestra derecha nunca le ha gustado la protesta, a no ser que la misma esté protagonizada por los obispos o por los movimientos “pro vida” o por determinadas asociaciones de víctimas del terrorismo con las que se sienten identificados. Nuestra derecha preferiría vivir en la “placidez”, como en su día declaraba Mayor Oreja, de determinados regímenes totalitarios, como el franquista al que se han negado a condenar.

Decía Winston Churchill, un peligroso bolchevique, como sabe todo el mundo, que la diferencia entre la democracia y la dictadura es que en una democracia cuando llaman a tu puerta a las seis de la mañana solo puede ser el lechero y no la policía. Pero democracia también es poder expresarse y manifestarse libremente y, sobre todo, saber que el respeto a las instituciones del estado no se consigue mediante el recurso al miedo y a la represión; y que ser patriota es algo más que llevar una banderita roja y gualda pegada en el alerón del “Mercedes” o unos tirantes o una prenda de vestir con tales colores.

En 1989, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, en una sentencia ejemplar resolvió que la quema de la bandera de las “barras y estrellas” (que fue la bandera de la “Revolución americana”) no era anticostitucional, una resolución que fue polémica; pero, que pone en valor la esencia misma de la democracia y de la libertad. ¿Qué nos tendrá deparado la nueva normativa de Interior cuando entre vigor ante un caso similar en nuestro país?

Errarían nuestros dirigentes, algo por lo demás normal, si pensasen que con políticas intimidatorias y represivas van a ahogar las protestas de la ciudadanía ante sus políticas de destrucción del estado social y de derecho. ¿Nos obligará el sr. Fernández Díaz a lucir sobre nuestras ropas algún distintivo, como hicieron otros tiempo ha, que nos identifique según nuestra ideología o adscripción política?

Todo indica que más que de tics nuestros gobernantes son presa de todo un conjunto de estereotipias autoritarias. Se lo deberían de hacer ver.

Living things* (o la falacia del bilingüismo en la escuela) 11 octubre 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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bilingüe (del lat. «bilinguis») adj. En dos idiomas: «Diccionario bilingüe» De dos idiomas: «Comarca bilingüe». Se aplica al que habla con igual facilidad dos idiomas.
bilingüismo m. Cualidad de bilingüe. Circunstancia o fenómeno de ser bilingüe un país.

(Del Diccionario del uso del español de María Moliner)

Durante las últimas tres semanas hemos asistido a la lucha, que aún continúa, de la comunidad educativa balear en su conjunto contra la ley del gobierno del popular Bouza que establece la obligatoriedad del trilingüismo (catalán, castellano e inglés) en los centros de enseñanza.

Salvo contadísimas excepciones, la abrumadora mayoría de padres, madres, profesorado y autoridades en la materia (psicólogos, lingüistas, pedagogos, sociólogos…) se han manifestado en contra de esta norma. Los representantes políticos, toda la oposición, aunque también un considerable número de ediles populares, han manifestado su abierto rechazo a lo que todo el mundo considera más una maniobra de “escaparate” que una medida encaminada a la mejora de la calidad de la enseñanza; mucho menos que esta controvertida ley venga a reparar el secular déficit en el aprendizaje de idiomas que padece el conjunto de nuestro país.

Resulta cuando menos chocante el que estando inmersos en una espiral austericida en la que los recortes y la exponencial reducción del gasto público  está retrotrayendo a nuestros servicios públicos, en especial al educativo y al sanitario, a niveles preconstitucionales, los dirigentes del PP pongan en marcha proyectos destinados a convertirse en leyes como el que nos ocupa. Porque incluso en el hipotético caso de que pedagógicamente fuesen acertados (que no lo son), la cantidad necesaria de inversión que habría que dedicar para asegurar su éxito debería ser tal que resulta vergonzosa en un momento en el que un inmenso número de familias no dispone de recursos ni para asegurar el sustento diario de sus hijos. Para rizar el rizo de la ignominia, el MEC ha anunciado la desaparición de las partidas que se destinaban a las CCAA para la adquisición de libros.

En este contexto desolador, al que habría que sumar la destrucción de empleo en el sector educativo, la no reposición de las jubilaciones, la disminución de plantillas, el aumento del horario lectivo en detrimento del de atención a tutorías, formación, etc. del aumento del número de alumnos y alumnas por aula en todos los niveles, una no menos importante disminución de los derechos laborales conquistados a lo largo de las últimas décadas, la disminución salarial, por más que el ministro Montoro se empeñe en lo contrario, el recorte en permisos y licencias por estudios… Pues, en esta situación, las consejerías de Educación de Castilla-La Mancha y de la Región de Murcia han manifestado también su intención de subirse al carro del bilingüismo (no me extrañaría, conociendo al personal como lo conozco, que a mis paisanos no se les pasase por la cabeza hacer una inmersión lingüística en el panocho). En el caso concreto de Murcia, el flamante consejero de Educación, Pedro Antonio Sánchez, ha manifestado su intención de que en cinco años todos los colegios de la Comunidad sean bilingües.

Creo que en las actuales circustancias, y en otras más halagüeñas también, la ciudadanía en su conjunto; pero, sobre todo los usuarios del sistema: padres, madres y profesionales de la enseñanza, se deberían hacer una serie de preguntas o reflexionar sobre algunos aspectos. Vayamos por partes. Fundamentalmente, desde el mundo de la docencia, el profesorado especialista en idiomas es mayoritariamente, por no decir absolutamente, reacio a los llamados “programas bilingües”; por una sencilla razón: o se enseña un idioma o se enseña una materia. Todo el mundo coincide en señalar que la complejidad de conceptos de determinadas materias o la especificidad de determinados contenidos, sobre todo en etapas tempranas de escolarización, es un inconveniente que ya resulta complicado de superar cuando se imparten los mismos en el idioma nativo. Existe por lo tanto el riesgo real del “adelgazamiento” de conceptos y contenidos y, por lo tanto, lo que se pueda ganar en el conocimiento de una segunda lengua (no mucho más que lo que se puede adquirir en una clase específica de idiomas con las garantías de calidad que se le debería suponer) va a ir, por el contrario, en detrimento de la adquisición de conocimientos básicos. Por poner un ejemplo, el manual de la asignatura de Conocimiento del Medio en inglés de la editorial Santillana “Essential Science Plus” de 5º de Primaria tiene 118 páginas y una media de 8-10 páginas por tema, donde el 60% aproximadamente lo ocupan ilustraciones. El manual de la misma editorial, para el mismo nivel y la misma asignatura en su versión «para todas las comunidades» en castellano, consta de 196 páginas, con una media de 12-14 páginas por tema y bastante menos espacio dedicado a la infografía, que se puede completar con otros recursos.

Otra reflexión que se debería afrontar es qué es lo que se requiere a nivel de profesorado: ¿profesorado especialista en inglés (que es lo único que se oferta; que esa es otra) con conocimientos de la materia que se oferte en ese idioma o profesorado especialista en esa materia con conocimientos de inglés? y, en este caso, ¿Qué nivel exigimos: B1, B2, C1?

Item más, ¿Existen en nuestros centros de Primaria y Secundaria docentes con la titulación y preparación suficiente para llevar a cabo un programa bilingüe? En caso contrario, y ante la necesidad de contar con el profesorado debidamente cualificado ¿podrá significar esto que se produzcan desplazamientos y supresiones de aquel profesorado que no pueda acreditar la requerida competencia lingüística, perdiendo así los derechos adquiridos mediante Concurso General de Traslados? Por si alguien tiene dudas de por donde pueden ir los tiros, en la edición de 13/10/2013 del diario Público.es se recoge el que la consejería de Educación de Madrid, al frente de la cual se encuentra la incalificable Lucía Figar, está contratando a profesorado interino suspenso de la especialidad de Inglés, con notas por debajo del 2 y sin experiencia docente.

Pero ¿qué ocurre en nuestro entorno cercano? en esa Europa con la que debemos converger. Centrémonos en cuatro países: Alemania, Francia, Reino Unido y la envidiada Finlandia.

Alemania. Las experiencias bilingües se remontan a finales de la década de los sesenta. En general la enseñanza de los idiomas se cuida bastante; aunque, no es hasta el principio de la década de los 90 cuando empieza a impartirse en las escuelas primarias, a partir de tercer curso. La enseñanza depende de los Länder. Existe un programa bilingüe, Europa Schulen, en el Länder berlinés. El alumnado que asiste a este programa es ya bilingüe. Otro programa bilingüe es el Franco-Alemán, que se remota a un convenio firmado a mediados de los sesenta para favorecer la inmersión lingüística de los extranjeros y emigrantes. En general, en Alemania, lo que se cuida con esmero es el aprendizaje de segundos y terceros idiomas por los conductos normales: centros específicos y como segundas o terceras lenguas en los centros oficiales .

Francia. Además del mencionado programa Franco-Alemán, las experiencias bilingües se llevan a cabo en las llamadas Secciones Europeas o clases européennes y a partir del curso equivalente a nuestro 4º de la ESO. El objetivo es el refuerzo del aprendizaje del idioma por medio de la enseñanza total o parcial de determinadas asignaturas. Después de varios años de experiencia, se han detectado tres problemas fundamentales: el bajo número del alumnado que sigue el programa, el poco nivel de competencia lingüística del profesorado y la escasez de recursos.

Reino Unido. Gran Bretaña es uno de los países con menor índice de conocimiento de una segunda lengua extranjera de toda Europa (quizá del mundo). La oferta de una segunda lengua solo es obligatoria en el Keystage3 (11-14 años), de los 14 a los 16 (Keystage4) se ofrece como opcional. En el año 2002, y dentro de la Estrategia Nacional de Lenguas para Inglaterra, el Departamento de Educación estableció la introducción de una materia de lengua extranjera en la etapa Keystage2 (7 a 11 años) que sería obligatoria a partir de 2010. Por su parte, el gobierno de Gales introdujo, dentro de su propia Estrategia Nacional de Idiomas, un proyecto piloto de enseñanza de un idioma extranjero en la etapa Keystage2 que funciona de forma experimental desde el año 2003. Lo más destacado son los Languages Colleges, centros especializados en idiomas que llevan sus experiencia a los Specialist Colleges, centros de secundaria especializados en idiomas.

Finlandia. Por último, el caso finlandés, como en casi todo, es imposible de comparar con nadie. Finlandia tiene una larga tradición de bilingüismo, en parte debida a su antigua pertenencia al Reino de Suecia. Destacar  que las primeras experiencias de educación bilingüe se remontan a los años 80 del siglo XX, cuando se introducen en algunos centros las prácticas canadienses de inmersión. El Gobierno Central establece los planes de estudio pero la normativa existente otorga muchas competencias a los propios centros educativos. La mayor parte de los centros ofrecen estos programas en el marco del plan de estudios nacional. El inglés es el idioma extranjero más demandado. Otras lenguas optativas son el alemán, el francés y el ruso. En la segunda etapa educativa básica (de los 13 a los 15 años), y en los centros que ofrecen Enseñanza Bilingüe se imparten en una segunda lengua, ordenadas según su demanda, las asignaturas de Economía Doméstica, Biología, Geografía e Historia y Ciencias Sociales. En Bachillerato (de los 16 a los 19 años), las asignaturas que, con mayor frecuencia, se imparten en otro idioma son: Historia, Ciencias Sociales, Geografía, Biología, Química y Psicología. El número de alumnos va disminuyendo conforme avanzan en su escolarización debido a que deben afrontar un examen final de carácter estatal en finés al finalizar sus estudios. Cabe destacar que las escuelas no reciben financiación adicional por parte del Estado y que es difícil encontrar material de enseñanza en inglés, francés, alemán o ruso. El nivel de competencia exigido es el equivalente al C1 en el marco común europeo.

Tras este repaso, breve pero significativo, podríamos además reflexionar sobre la influencia de nuestros hábitos sociales y culturales a la hora de aprender una segunda lengua, tales como la inexistencia de proyecciones cinematográficas en versión original, de programas televisivos que sigan esa tónica y de un sistema bastante trasnochado, por lo menos hasta hace unos años, en la enseñanza oficial de idiomas. No menos importante ha sido el secular aislamiento de nuestro país durante décadas, donde solo un reducido grupo de privilegiados tenían acceso a viajar y conocer idiomas in situ, algo que ya ha empezado a paliar el gobierno de Rajoy enviando a cientos de jóvenes a “emprender la aventura de la emigración exterior”.

En estas circunstancias, las propuestas impositivas de conversión de nuestros centros de enseñanza en bilingües no solo son un brindis al sol, una mera política de escaparate para ocultar las miserias a que nos conducen los recortes, sino que se dan de bruces con lo que es la tónica general de la Europa con la que queremos converger y con aquella parte de Europa a la que ni podemos ni deberíamos de gastar muchas fuerzas en querer parecernos.

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*El título de este artículo juega precisamente con la traducción de “seres vivos” al inglés, living things, (seres vivientes) Uno de los temas iniciales de Conocimiento del Medio en 5º de Primaria. Más de uno que esté leyendo esto, que seguramente tenga un nivel aceptable de inglés, puede que haya traducido la expresión por “cosas vivas”; ese es uno de los inconvenientes con que nos podemos encontrar cuando no dominamos una lengua a nivel mucho más que elevado.

¡Al loro con la hora! 2 octubre 2013

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No, no es un trabalenguas. El título viene a cuento sobre la penúltima estupidez que se le ha ocurrido a esta panda de imbéciles que nos (des)gobierna. Desde hace semanas se nos viene machacando desde diversos medios de comunicación con la conveniencia de modificar la hora y establecer el huso horario de Greenwich, equiparándonos así a Gran Bretaña, Irlanda y Portugal; por cierto, que no se menciona a Irlanda, antaño todopoderoso “Tigre celta”.

El Congreso de los Diputados, que no tiene otra cosa mejor que hacer, ha aprobado un informe que ha sido elaborado en el seno de una Subcomisión para el estudio de la Racionalización de Horarios, la Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral y la Corresponsabilidad, constituida en el seno de la Comisión de Igualdad. La subcomisión ha estado compuesta por 15 miembros: Cuatro del Grupo Popular, tres de Grupo Socialista, dos de CiU, uno de la Izquierda Plural, uno de UPyD (el ínclito Toni Cantó) dos del PNV y dos del Grupo Mixto; además, han comparecido, a peticiones varias, cerca de unas cuarenta personas pertenecientes a diferentes ámbitos socio-laborales, académicos, empresariales, organizaciones sociales, etc. ¡Joder, ya estoy más tranquilo! Si esto del cambio horario lo van a decidir las ocurrencias de un grupo de expertos no hay nada que temer, tenemos el referente de los “sabios” que dictaminaron sobre el sistema de pensiones.

Como de lo que se trata no es sólo del estudio y análisis de la los horarios laborales y su racionalización e incidencia en la vida laboral sino también del análisis de la Ley de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, cada compareciente ha tirado por el camino que le interesaba. El objeto no obstante de la subcomisión era la racionalización y flexibilización de horarios familiares y laborales, la convergencia con Europa en este sentido y el aumento de la productividad y uno no menos loable que permita los cambios que hagan posible la realización de los ciudadanos en todos sus aspectos vitales: personal, familiar y profesional.

Es verdad que no parece del todo lógico que España se mantenga en una franja horaria (en la que, por cierto, están todos los países europeos a excepción de Gran Bretaña, Irlanda y Portugal) que no se corresponde con su situación geográfica con relación al meridiano 0º y a la que pertenece desde 1942, cuando el sanguinario dictador, general Franco, decidió también alinearse con la Alemania nazi en el tema horario (sus herederos ideológicos los hacen en otros aspectos: austeridad v.g.). Lo que resulta sospechoso es que los mismos que se niegan a condenar la dictadura franquista nos manden este subliminal mensaje como argumento de peso, entre otros, para provocar un nuevo cambio en nuestros relojes.

Leyendo el extenso informe, 86 páginas, encontramos argumentos para todos los gustos, incluidos varios powerpoint algunos con títulos tan sugerentes como Conciliar presupone regresar a Greenwich (que a mi me recordaba aquello de “Amar significa no decir nunca lo siento”). La subcomisión termina con una serie de consideraciones recogidas de las comparecencias y unas conclusiones de cosecha propia. Es en estos dos últimos puntos donde uno ya se empieza a acojonar (me disculpen el vulgarismo). Porque, claro, el fin último de la historia es elaborar una Ley que de respuesta a las necesidades supuestamente detectadas y a los objetivos perseguidos.

Y es que cuando esta panda dice que va a elaborar una ley basándose en argumentos de expertos es como para ponerse a temblar (con las que elaboran sin el concurso de la inteligencia, que son las más, también).

Vamos a ver, parece ser que la baja productividad española, la falta de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la nula posibilidad de conciliación laboral y familiar, la falta de permisos parentales y su efectiva utilización, la poca flexibilidad horaria, la irracionalidad en los tiempos de trabajo, la poca contratación, el fracaso escolar, la convergencia con Europa y la retrasmisión a deshoras de mi serie favorita de televisión, entre otros males que nos impiden realizarnos como personas plenas, conciliadas y racionalizadas y felices es debido a nuestro desapego del GMT, Greenwich Mean Time. No es debido a que tenemos un gobierno de incapaces, embusteros, corruptos y golpistas, ni a que tengamos al empresariado más fascista, trabucaire, explotador y mediocre de Europa, más cercano a las novelas de Dickens que a los postulados keynesianos, ni a que tengamos un sistema educativo que es utilizado como arma arrojadiza en defensa de intereses de clase mezquinos y espúrios, no. Tampoco tiene que ver que la Reforma Laboral del gobierno del PP (y de la Virgen del Rocío) haya desestructura el tejido productivo, aumentado el número de personas desempleadas hasta cerca de los 6 millones, que esté obligando a nuestros jóvenes a emprender “aventuras” por esos mundos de dios, llevándose consigo su inteligencia y su fuerza de trabajo, ni que se haya abandonado a nuestros mayores a una agonía infinita, desamparados y vilipendiados, obligados a pagarse las medicinas con pensiones de miseria, ni que se esté destruyendo la sanidad pública, la educación pública, los servicios de atención a la dependencia, no. Tampoco que los constantes ataques del Gobierno de Rajoy al Estado del Bienestar, o lo que queda de él, estén dejando a los trabajadores y trabajadoras sin la mayoría de las conquistas sociales que tanto costó conseguir, que se esté difamando a los sindicatos de clase, dejando a los trabajadores y trabajadoras sin su legítima representación, no.

Parece que todo es debido a nuestro desfase horario con el meridiano 0º. Pues eso se avisa ¡hombre de dios! Atrasamos la hora y ya está. Porque ¿Me puede alguien explicar por qué el horario británico, el irlandés, el marroquí y no digamos nada del portugués son mejores que el que tenemos aquí? ¿Qué pasa, que los portugueses viven en el mejor de los mundos posibles porque tienen horario GMT? Pero, es que si de lo que se trata es converger con Europa en racionalidad, productividad y demás, habría que recordar que, salvo los mencionados ya, el resto de Europa, incluida Francia y la querida y envidiada Alemania de la Führer Merkel, tienen el mismo uso horario que España. Vamos a ver, ¿De verdad hay alguien que se tome en serio esto? Estoy seguro que verdaderamente nos toman por idiotas.

Me dejo para el final algo que me toca en lo profesional. Se trata de la consideración que se hace en el informe sobre la jornada escolar. Resulta que mientras que todas las consideraciones y conclusiones que se refieren a cualquiera de los temas tratados establecen un grado de ambigüedad e indefinición considerable que no pasa de los consabidos “se estudiará”, “se debería tender hacia…”, “sería necesario” y similares, cuando se refiere a la jornada escolar, la rotundidad de las consideraciones y conclusiones no dejan lugar a la duda. La jornada escolar continua es perjudicial para nuestros hijos e hijas. Reza el informe que “la jornada continua no se considera adecuada ni para la conciliación, ni para la igualdad de género, ni para atender las necesidades de los menores. Es necesario adaptar tanto los horarios, como las vacaciones y el resto del calendario escolar a las jornadas de trabajo. Se propone, que los escolares empiecen un poco más tarde y se establezca la jornada partida. La oferta de servicios complementarios o extraescolares, las aulas matinales y los comedores escolares son igualmente claves para la conciliación».

Resulta chocante este párrafo ya que a continuación, en un apartado sobre organización del tiempo y el espacio de trabajo se afirma que la jornada continua es beneficiosa para la conciliación y racionalización e incluso la propia salud del individuo. A ver si me aclaro. Si se recomienda la jornada continua en el trabajo para los progenitores, con apenas una hora para comer sin abandonar el puesto de trabajo (el informe no dice si las cadenas con las que te piensan sujetar las tienes que poner tú o las pone la empresa), ¿Quién va a llevar a los nenes y a las nenas al cole cuatro veces en el día? ¿Van a dar las empresas permiso a los papás y a las mamás? ¿Se responsabilizará de eso la “chica”? ¿Dotarán a todos los centros escolares de comedor para todo el alumnado? ¿Quién lo va a pagar?

Por otro lado, algunos de los “sabios” comparecientes que imparten doctrina sobre el tema como la Sra. Marina Subirats, catedrática de sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, dejan caer opiniones que inducen a pensar que la adopción de la jornada continua en los centros de enseñanza ha sido algo impuesto y es una cuestión de querencia corporativa que solo satisface a los maestros (una fijación constante de la insigne socióloga, ex-Bandera Roja, ex-PSUC y que ha desempeñado altos cargos institucionales como militante socialista ).

Hablo por lo que sé. Cuando en la Región de Murcia se optó por implantar este modelo de jornada (ampliamente contrastadas sus virtudes en otros países), servidor participó en las negociaciones entre Administración y sindicatos como uno de los representantes de la Federación de Enseñanza de CCOO. El modelo fue debatido hasta la saciedad, explicado pormenorizadamente al profesorado, a los padres y a las madres y se sometió a consulta en todos y cada uno de los centros donde se pretendía establecer y entre todos los miembros de la comunidad educativa.
El voto de los padres fue mayoritaria y abrumadoramente favorable a la propuesta de cambio de modelo de jornada, a pesar de que la Administración, ya en manos del PP, practicamente se desentendió de la financiación de las actividades extraescolares, haciendo recaer la misma en las respectivas AMPA de cada centro. Hoy en día, la totalidad de los centros públicos de la Región de Murcia tiene implantado este modelo y el grado de satisfacción de padres y madres es absoluto. Les permite estar con sus hijos más tiempo, las actividades ofertadas de manera obligatoria y recibidas de manera voluntaria son también evaluadas muy positivamente y el alumnado rinde más que con el anterior modelo de jornada partida.

Solo quien no ha pisado un aula y analiza el hecho educativo desde la cómoda poltrona de la cátedra universitaria es capaz de aventurar consideraciones y análisis (con intención de que se plasmen en leyes) como los que se vierten en este informe. Solo quien ha vivido la docencia con el anterior sistema de jornada partida sabe del bajo o nulo rendimiento del alumnado en las horas vespertinas, que luego se alargaba considerablemente con actividades de todo tipo, amén del descontrol que representaba para las familias. La enfermiza paranoia que estos sesudos pensadores despliegan desde hace tiempo hacia las etapas educativas no universitarias les lleva a hacer afirmaciones que sobrepasan el ridículo, como cuando establecen una relación causa efecto entre el fracaso escolar y las, según ellos, pocas horas de permanencia del alumnado en los centros escolares ¡Viva la sociología cuantitativa! Está visto que para estos individuos e individuas, tan alejados de la sociedad que dicen estudiar como la propia sociedad está alejada de ellos, el sistema educativo no universitario sigue siendo considerado como un inmenso garaje donde “aparcar” cuanto más tiempo mejor a nuestros hijos e hijas.

Vuelvo, además a repetir algo que ya en su momento defendimos quienes esto negociamos: La jornada laboral del profesorado, en este caso de Infantil y Primaria (el profesorado de Secundaria hace años que solucionó esto) no tiene porqué coincidir con la jornada escolar. Tiene guasa que se preconice un modelo de jornada continua para todos los trabajadores y trabajadoras y a los y las docentes no se nos permita participar del mismo, negándonos de antemano y por ley nuestro derecho a negociar nuestras condiciones laborales.

Pero a fin de cuentas hay algo que resulta paradójico en todo este contradiós. Algunos comparecientes lo exponen, es cierto: En estos momentos lo importante es la creación de empleo, la recuperación de la actividad laboral destruida que está llevando a la desesperación a cientos de miles de familias y empobreciendo el país a pasos agigantados, retrocediendo décadas de avances sociales y tirando por la borda el potencial de una generación de jóvenes que se ven abocados a la emigración y al trabajo basura en el mejor de los casos.

En esta situación, el plantear estas cuestiones del cambio del modelo horario es un insulto a la inteligencia, una burda burla, una agresión más de estos serviles del liberalismo zafio y ramplón que además cuentan con el paraguas “intelectual” y la coartada académica de quienes se prestan a sus vergonzantes iniciativas.
Nuestros representantes políticos deben tener como objeto sacar adelante leyes que respondan a necesidades reales de la población, que den respuesta a problemáticas de perentoria resolución. Que yo sepa, no he visto a nadie pedir a gritos que volvamos a un huso horario determinado, no he visto a nadie manifestarse a favor de la GMT. Sí he visto a cientos de miles de personas clamar por sus derechos mancillados, manifestarse en defensa de una educación y sanidad públicas, en contra de la Reforma laboral, en contra del recorte de las pensiones y de la ley de Dependencia… He visto a cientos de miles de personas luchar por su dignidad. Claro que a lo mejor todo esto responde a las demandas de la “mayoría silenciosa”; pero, esto nunca lo sabremos, como es evidente.

Pues nada, ya sabéis, tomemos nota no sea que luego pase lo de siempre y entonces solo nos quede el refrán… ¡A buenas horas mangas verdes!

NOTA: De Guindos y el resto de la cuchipanda gubernamental están entusiasmados con el tema; con que, ¡al loro! No vaya a ser que nos pillen con la hora cambiada… una menos en Canarias.

El porqué una nueva Ley de Educación 19 May 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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Quien piense que Rajoy se equivocó nombrando a algunos de los ministros y ministras de este su primer (y esperemos que último) Gobierno, está muy equivocado. No podían ser otros. La mezcla de estulticia y mala baba está pensada al milímetro. Es el mejor equipo para acometer la empresa que les han ordenado sus patrones. Los mercados, por medio de la troika y su cancerbera, Merkel, tienen en De Guindos y Montoro a sus más leales servidores; ellos están siendo los encargados de desmantelar y empobrecer el país a mayor gloria del capital. Cuando acaben con su misión, habremos retrocedido más de treinta años en niveles de renta, la clase media se habrá empobrecido hasta lo inimaginable, con la consiguiente reducción del consumo interno; la clase obrera, las clases trabajadoras, se habrán lumpemproletarizado convirtiéndose en un excelente caldo de cultivo para derivaciones xenófobas e insolidarias y en granero de votos para opciones populistas en el mejor de los casos, cuando no declaradamente fascistas. Por el contrario, ese uno por ciento de ricos y poderosos va a seguir siendo más ricos y poderosos, con lo que ello significa (hace unos días, un medio de comunicación hablaba sin rubor del mantenimiento, y crecimiento en algunos casos, del “mercado del lujo”; el único al que no afecta la crisis). Claro, el dinero no desaparece en tiempos de crisis, sólo cambia de manos. El Pacto de Rentas que estuvo en la base de la construcción del Estado del Bienestar ha saltado, junto con este, hecho añicos.

Por otro lado, el empresariado decimonónico y trabucaire español, y el nacionalista de diverso pelaje también, ha obtenido su recompensa de la mano de una reforma laboral que ha dejado sin empleo en los últimos 16 meses a más de un millón de personas. Esa reforma de la que dice sentirse tan orgulloso el presidente del Gobierno; y no es para menos: en menos de dos años se ha cargado todos los derechos laborales y sindicales por los que se ha estado luchando desde la dictadura y, después, durante los últimos treinta años; se ha reducido a papel mojado la fuerza del convenio colectivo, se están desestructurando a pasos agigantados las relaciones laborales, reduciéndolas cada vez más a los criterios arbitrarios e impositivos de patronales sin escrúpulos. Y todo ello capitaneado por una ministra que parece salida de una película de Berlanga y que pasará al Olimpo de la idiotez por méritos más que sobrados (capote de la Virgen del Rocío incluido).

Paralelo a ello corre el desmantelamiento de la sanidad pública, hasta hace nada espejo donde se miraban países mucho más desarrollados que el nuestro. Un sistema universal, gratuito y de calidad que le daba sopa con honda a lo privado y que está siendo atacado con saña, porque no es posible que las clases populares puedan tener acceso a una sanidad de calidad en igualdad de condiciones que quienes siempre la han tenido asegurada. ¿Alguien piensa que elegir para la misión a una señora apellidada Mato es una casualidad?

Pero nada de lo anterior tendría sentido si al tiempo no se destruye el sistema educativo, labor para la que se ha elegido al “Torete Wert”, un individuo pagado se si mismo, zafio, colérico, provocador e indocumentado, un liberal, vamos. Para que la derecha, como brazo armado y expresión política del capital, cumpla con su cometido histórico necesita establecer un sistema educativo en el que el poder pueda sentirse cómodo, que le permita acceder al conocimiento en exclusividad y, por lo tanto, sin competencia; ¿el hijo del obrero a la Universidad? Pero ¿qué ocurrencia es esta?.

A pesar de todos los pesares, este país nuestro se ha ido dotando de un sistema educativo público, que si bien deja mucho que desear, ha permitido reducir y mucho las diferencias de clase que existían hace poco más de treinta años. No solo se ha universalizado la educación sino que, y porqué no decirlo, se ha prestigiado y dotado de niveles de calidad impensables hace unas décadas. Es verdad que queda mucho por hacer. Es verdad que la reforma más ambiciosa de nuestro sistema, la LOGSE, nació con un déficit de financiación que malogró algunas de sus más brillantes aportaciones y que tras ella se han dado más palos de ciego que otra cosa.

Los recurrentes estudios comparativos entres sistemas, tipo PISA, incurren en lagunas y establecen comparaciones donde no se debiera comparar; pero aciertan y son contundentes en algo: Allí donde más se invierte en educación y esta es abrumadoramente pública, allí donde mejor se valora al profesorado y se le reconoce y remunera decentemente es donde mejores resultados se obtienen (Hace poco leía unas declaraciones del gran pedagogo, enseñante y dibujante, Franceso Tonucci, FRATO, que decía que si “la escuela no es pública, no es escuela”).

De estas cuestiones no se habla, ni se hace referencia. Se habla de fracaso escolar y abandono del sistema; un mantra que va calando. Estos discípulos aventajados de Goebbels han aprendido muy bien la lección: “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, “La fiesta se ha acabado” (¿Había alguna? porque yo no me he enterado), “El despido es muy caro en España”, “Tenemos un mercado laboral muy rígido”… axiomas que repetidos mil veces van calando en una sociedad que se desayuna con las finales coperas y el chascarrillo de bar. Pero nadie habla ni hace referencia de lo que ha significado en esta última década, en concreto de 1997 a 2008, la “llamada del ladrillo” para decenas de miles de jóvenes que atraídos por el dinero fácil abandonaban los estudios. ¿Fracaso escolar? No; fracaso social. Y los mismos que han estado detrás de la burbuja inmobiliaria, los mismos que han apoyado y promovido la especulación urbanística y el dinero fácil desde sus posiciones de poder político son los que ahora braman por un cambio de sistema educativo con el bastardo argumento de la “calidad”.

Hasta hace poco era lugar común el referirse a la generación de estudiantes, ya licenciados y licenciadas, que ha dado este país en los últimos veinte años como la generación mejor preparada de la historia de España (y sus comunidades). Vemos, incluso, como quienes en su día se marcharon al exilio investigador habían regresado dadas las oportunidades que empezaban a abrirse en la hasta hace poco oscura y analfabeta España; conocemos con orgullo como jóvenes investigadores, que se han formado en la España de la LOGSE, encabezan y trabajan en proyecto de capital importancia científica. A qué entonces tanto ladrido y esa imperiosa necesidad por acabar con el actual sistema educativo. Es muy sencillo. Se necesita mano de obra indocumentada, iletrada, fácil de someter para los planes del “nuevo reparto internacional del trabajo”, ese que ya nos tiene reservado un puesto como país de servicios tercemundista y mano de obra barata y sin cualificar; una vuelta a los ’60. Pero, además, se necesita adoctrinamiento y sometimiento ideológico. La criminal Conferencia Episcopal española estaba que rabiaba con tanto “laicismo y relativismo” que crea ciudadanos críticos y por lo tanto alejados de la superchería y el sectarismo dogmático de quienes se definen como católicos; es decir, “universales y auténticos”. “Hay que volver a llevar las sotanas a las aulas”, seguro que escupe más de uno al tiempo que se abrocha el disfraz de cuervo con bragueta interminable.

Esta nueva Ley para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza (LOMCE) es la ley que necesitaban los curas y las patronales. Es una ley que va a consagrar y subvencionar la segregación, la mercantilización y el adoctrinamiento; es una ley recentralizadora y es una vuelta al pasado más lejano.

Pero ¿de verdad hay alguien que piense que se gana en calidad de enseñanza aumentado las ratios, segregando al alumnado, devaluando la Formación Profesional, reinstaurando las reválidas y dándole a la superchería religiosa católica rango de asignatura fundamental, equiparándola a las matemáticas o la lengua?

Por eso es necesaria una ley de educación, para acabar bien el trabajo emprendido, que no es otro que la destrucción sistemática y total del Estado Social y de Derecho. Se deja a los padres y madres sin empleo gracias a la Reforma Laboral (ya vendrán después los minijobs y los contratos basura), se empobrece a la población, se eliminan prestaciones y se reducen las pensiones de los abuelos por debajo de la subsistencia en el horizonte de su cercana privatización, se cercena la sanidad pública y se remata la jugada con una ley que acabará privatizando la enseñanza y llevando de nuevo la cruz a las escuelas. Os pensabais que 1984 y Fahrenheit 451 eran obras de ficción; pues no, simplemente premonitorias.

¡Joder, Mariano, qué bien lo estas haciendo, barbián!

Esto se llama… ¡ESTUPIDEZ! 21 abril 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Opinión.
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Para qué esperar cuarenta o cincuenta líneas de explicaciones y reflexiones para llegar a una conclusión que cae por su propio peso (o por la fuerza de la gravedad): Nos gobierna una panda de estúpidos. Así de claro.

Repasando el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, DRAE para los amigos y amigas, a propósito del significado del adjetivo ‘estúpido/a’, nos remite a “necio, falto de inteligencia”, al tiempo que lo relaciona con otros con los que comparte campo semántico: Idiota, imbécil, lelo, alelado, escaso de razón, tonto, corto de entendimiento, débil… U.t.c.s. (Úsese también como sustantivo)

Todos y cada uno de ellos definen de manera clara y meridiana a nuestros gobernantes. Es rara la semana que no nos regalan con alguna estupidez o imbecilidad o tontuna propia de su condición. Una de las últimas ha sido la vomitada por la ministra Báñez, claro que hay quien dirá que viniendo de semejante personaje no tiene mérito; es lo menos que se puede esperar de quien confía la salida de la crisis a la “mejor embajadora que tiene este país, la Virgen del Rocío”. Pues dice esta señora, a propósito de la sangrante y dramática salida de jóvenes al exterior (del país, se entiende) buscando las oportunidades que aquí se les niegan, que eso se llama “movilidad exterior”. Creo recordar que fue ella también la que dijo que esta situación no era preocupante, ya que obedecía al “espíritu aventurero” y nunca saciado de emociones que caracteriza a la juventud.

Otro que no se anda con rodeos, el orondo ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el inefable Arias Cañete, nos recomienda comer yogures caducados y darnos duchas de agua fría. Como recordaréis, este es el tipo que cuando la “Crisis de las vacas locas”, y siendo también ministro del ramo, recorrió el país dándose atracones de zancarrón y estofado de ternera (a ver si al final lo de la encefalitis espongiforme va a ser verdad).

De las ocurrencias del titular de Hacienda, señor Montoro, cada vez que nos quiere inocular una nueva dosis de veneno curativo, o del perspicaz y sagaz De Guindos, cada vez más optimista, un lince, el chaval; qué queréis que os diga, son la versión chunga de los Hermanos Tonetti.

Tampoco le van a la zaga ese tándem formado por Soria y Margallo, a la sazón ministros de Industria y Exteriores, respectivamente. Dan la impresión de estar siempre dispuestos a mandar alguna fragata a bombardear a quien ose tocar un solo céntimo de los intereses de las compañías monopolísticas españolas en el extranjero. Todavía tienen que estar sudando de miedo la presidenta argentina y el presidente boliviano después de ver sus actuaciones, más cercanas a los sketch de Tip y Coll (y que me perdonen, Tip y Coll, claro, allá donde estén) o del irrepetible Gila, durante los procesos de nacionalización y expropiación de intereses petrolíferos. Oye, y que serios y circuspectos que aparecen.

Otros tienen menos gracia. El responsable de Interior, señor Fernández, seguramente tras su reconversión al “camino ecuménico” se ve en la obligación de recuperar el tiempo perdido y nos regala con toda suerte de mamporrazos, filmaciones, detenciones arbitrarias y otras tantas lindezas para meter en cintura a una población cada vez más harta e irritada (perdonad que no utilice el término ‘indignado’, me cansa).

O el otro chico amante del cilicio y golpe en el pecho más comunión diaria, el Beato Gallardón, de Justicia él. Hay que reconocerle un valor: Ha sido capaz de poner en pie de guerra contra sus medidas a toda la judicatura, magistrados/as, abogacía, asociaciones varias… y nos va a hacer retroceder 30 años en cuanto se apruebe su Ley del Aborto (que no es otra que la de la Conferencia Episcopal). Si alguien pensaba que este chico pijo de familia bien era la “esperanza progre” frente a la otra “Esperanza” en las filas populares, que se vaya bajando a la realidad.

No desmerece tampoco Wert, el ministro de (des)Educación. Lo que ocurre es que este es zafio, grosero, provocador… Lo que viene siendo un talibán (a mi me gusta más llamarle “Gurka”) de su señorito Rajoy. Un tipo que antes de estar en la SER (¡Qué ojo tuvo Francino!) no lo conocían ni en su casa a la hora de comer y que va buscando su canonización vía cesión de privilegios a Rouco y sus secuaces. Si con Gallardón vamos a retroceder 30 años en conquistas sociales, con Wert volveremos a la Ley Villar Palasí, y con suerte.

Se me acaba el “Bestiario”. De la Mato, ministra de Sanidad (y me da vergüenza decir lo de Servicios Sociales, y mucho más lo de Igualdad), no se podía esperar mucho más, con ese apellido y titular de Sanidad; ¡joder! Si es que lo ponen a tiro. Además, debe andar muy ocupada revisando los “Jaguar” de su garaje, no vaya a ser que se encuentre uno nuevo y no sepa de dónde ha salido: Quizá de  debajo de una tonelada de confetis.

Claro que hay ministras que pasan, o intentan pasar desapercibidas, como la Pastor, de Fomento, lo que no quiere decir que no entre en la lista; que entrar, lo que se dice entrar, entra. Lo que ocurre es que es de las silenciosas, de las que dejan que el trabajo sucio: AVE, privatizaciones, etc. lo hagan otros.

Otro tanto ocurre con el chico de las bombas, el ministro de Defensa, señor Morenés, industrial del ramo (o habría que decir “racimo”). ¿Alguien lo ha visto últimamente?¿Existe o es una entelequia? Bueno, tuvo alguna ocurrencia con la Virgen del Pilar, de esas que tanto gustan a los milicos; pero no voy a repasar ahora en Google.

Y a continuación, con todos ustedes, la inefable, la asombrosa, la inabarcable, la única… señora De Cospedal, la Cospe, la mujer que ha revolucionado el derecho laboral, la rueda de prensa, el “…y tú, más”. La que viene siendo una «retribución en diferido de lo que es una simulación… efectivamente…» de lo que debiera ser una persona democrática. Pues eso.

Del durmiente o plasmado, y de la “bocas”, perdón, de la señora que nos da el parte de guerra todos los viernes, no hablo; ¿Para qué?

Veis lo que decía al principio. Para que escribir 87 líneas si con tres ya estaba claro.