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LOMCE, curriculum y el negocio de los libros de texto 23 marzo 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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El debate no es nuevo. Aparece todos los años con motivo del inicio del curso escolar: El precio de los libros de texto. La compra de los textos escolares significa un desembolso muy importante para las familias, más aún ahora a consecuencia del empobrecimiento de amplias capas de la población, la reducción de salarios y la eliminación de las ayudas para la compra de los mismos.

A pesar de continuar vigente, de momento, la norma de permanencia de los manuales escolares al menos durante un periodo de cuatro años (hay comunidades como Extremadura y Navarra en las que este plazo es de 6 y 5 años respectivamente), este próximo curso escolar la LOMCE se aplicará en Primero, Tercero y Quinto de Primaria y conllevará que el nuevo “curriculum” se plasme en nuevos manuales.

El pasado 1 de marzo, sábado, se publicó en el BOE el “Curriculum oficial de Primaria”, en el que además de la introducción de nuevas materias, Conocimiento del Medio se divide en Ciencias Sociales y Ciencias naturales, el ministerio de Wert certifica la felonía de convertir la Religión no sólo en materia evaluable, equiparándola a las Matemáticas, Lengua, etc. sino que además aparece en las materias de oferta opcional prevaleciendo sobre otras como la segunda lengua extranjera, la Música o la Plástica, materia ésta que desaparece de los cursos cuarto, quinto y sexto.

Así las cosas, queda claro que un considerable número de familias murcianas, recordemos que nuestra Comunidad sobrepasa el 30% de paro, deberá hacer un no menos considerable esfuerzo para adquirir los nuevos manuales, pues ya no servirán los existentes o, sencillamente, no podrán adquirirlos.

El negocio que hay montado en torno al material escolar, y al libro de texto en particular, no es nada despreciable; así como el control ideológico que sobre el mismo se ejerce desde diferentes ámbitos.

Pero es sin duda la Iglesia Católica la que se lleva la palma en tan lucrativa empresa, cómo no, su reino no es de este mundo; pero sus finanzas, sí. No satisfecha con los casi cinco mil millones de asignación directa del Estado ha tejido una maraña de empresas y grupos que están omnipresentes en el negocio editorial de los libros de texto.

Sin extendernos en demasía, sólo citar los grupos editoriales sobre los que la jerarquía católica tiene total control o gran parte del mismo.

El Grupo SM, fundada por religiosos marianistas. En la actualidad opera en 9 países. El acrónimo SM significa «Santa María». Entre otros incluye colecciones omnipresentes en las aulas como “El Barco de vapor” y “Gran Angular”. El  Grupo Edebé, fundada por la Congregación Salesiana. Hace negocio en todo el mundo con editoriales propias en Argentina, Chile y México. En el País Vasco tiene el sello Giltza, en Galicia Rodeira, en la Comunidad Valencia Marjal y en Andalucía Guadiel. La Editorial Edelvives, el Grupo Editorial Luis Vives pertenece al Instituto de los Hermanos Maristas y mediante su editorial intentan fomentar lo que ellos denominan «humanismo cristiano»; es una de las decanas en el negocio del libro escolar. La Editorial Bruño, fundada por el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle. Como buenos empresarios, y para ampliar su patrimonio, en 2001 los Hermanos de La Salle llegaron a un acuerdo de venta con el grupo francés Hachette Livre, del que también forma parte el grupo editorial español Salvat. De hecho, existe una línea denominada «Publicaciones Generales Bruño-Salvat» que cuenta con un catálogo especializado en publicaciones infantiles y juveniles, con personajes como Kika Superbruja, Astérix, Titeuf… En 2004 se hizo con el importante Grupo Anaya donde se incluyen marcas como Algaida, Vox, Cátedra, Pirámide o Alianza.

Hay que resaltar que la Iglesia católica impone los libros de texto de sus editoriales en los más de 2.600 centros educativos que gestiona directamente, lo que redondea el negocio y el adoctrinamiento que practica, sin tener en cuenta la incidencia de estas editoriales en los centros de titularidad pública que en alguna medida optan por estos manuales.

Dicho esto cabría preguntarse hasta qué punto es necesario el uso del libro de texto en el aula y, en cualquier caso, qué alternativas se pueden plantear para que el alumnado disponga de un soporte sobre el que trabajar el desarrollo de los materiales curriculares impuestos por ley, que no tiene por qué ser necesariamente los más idóneos en el proceso enseñanza-aprendizaje.

El catedrático Manuel de Puelles, en un magnífico artículo titulado “La política del libro escolar en la Historia Contemporánea de España”, afirma queLos manuales escolares son un producto complejo(…) ligado al mundo editorial y un medio de transmisión de valores, ya que los libros de texto no sólo transmiten conocimientos sino que, de una manera manifiesta u oculta, están impregnados de valores, aspecto éste al que la política nunca se ha mostrado ajena o indiferente. Los manuales escolares son (…)un producto ideológico que ha sido objeto preferente de la política educativa de todos los países”.

Queda por lo tanto patente el interés de las editoriales, y quienes están detrás, por hacerse con cuantas más partes del pastel mejor.

Ahora bien, desde hace ya un tiempo se vienen desarrollando experiencias alternativas, que sin cuestionar los principios establecidos en el curriculum oficial en cuanto al diseño de los objetivos  a cubrir, apuestan por una liberalización del “texto” tal y como hasta ahora se ha venido concibiendo. A esto ha contribuido en gran medida la eclosión de las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el desarrollo de llamada Escuela 2.0, donde se impone un modelo radicalmente distinto en cuanto a la utilización de herramientas, estrategias y procedimientos educativos en el aula. Se libera así al proceso educativo del estrecho y asfixiante corsé que supone el “texto” como elemento referente y unidireccional. Desgraciadamente, nuestra Comunidad ha ido perdiendo trenes en este recorrido (En estas páginas he hecho referencia en alguna ocasión a esta cuestión).

En este sentido, en nuestro país empiezan a aparecer iniciativas, que ya existen en países de nuestro entorno, como Liberdocs, Digital-Text o Textos Marea Verde,  libros gratuitos, sujetos al curriculum, si se quiere; pero, con una capacidad de adaptación a las necesidades del alumnado y del profesorado que no tienen los libros de texto al uso, personalizables, abiertos a la comunidad, multiformato y compatibles con cualquier sistema operativo. Libros que parten del concepto de trabajo colaborativo y del intercambio de conocimiento y de experiencias.

Por el precio que se paga por un conjunto completo de libros de Primaria se puede comprar una Tablet con sistema operativo no propietario que puede durar toda la etapa de escolaridad obligatoria del alumno/a, desde Primaria a la ESO, y que permitiría liberar a nuestros escolares de dos pesos: el físico, de los kilos que deben soportar en sus mochilas y el del “conocimiento unidireccional y dirigido” de los manuales al uso.

¿Qué pasará?

 

La cara oculta de PISA 29 enero 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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Una vez máspisaweb, los resultados del Informe PISA correspondientes al análisis de 2012 han puesto nerviosos a nuestros gobernantes, siempre tan preocupados por nuestro bienestar social y nuestro progreso económico y educativo como se desprende de las políticas que están llevando a cabo en estos órdenes. El mes de diciembre pasado ha sido el “mes de PISA”.

Además, el pasado martes, 7 de enero, miles de docentes murcianos regresamos a las aulas conociendo la noticia publicada ese mismo día en un medio de comunicación regional de las intenciones de nuestros gobernantes educativos regionales de someternos a varias inspecciones, test, pruebas y contrapruebas que evalúen nuestra labor como consecuencia de los “desastrosos resultados” que obtuvimos como Región en el mencionado Informe. Incluso van a encargar a una prestigiosa empresa, Mckinsey & Company, el que analice los resultados y trace estrategias, y dicen que lo va a hacer “gratis”, ya. Por las acciones a emprender, las publicitadas, podría inferirse, además, de manera muy sutil, que existe una gran parte de culpa achacable a la práctica docente y adelantan la intención de hacer público un “ranking” de centros según sus “calificaciones”. También ese día conocimos que las ayudas para libros de texto se reducen en un 40%. Pero esto, como dijo el ministro del ramo en una entrevista televisiva, no tiene mucha importancia porque de lo que se trata ahora es de “fomentar las TIC, Tecnologías de la Información y Comunicación” (sic).

No me voy a detener en el análisis de los resultados de dicho Informe; es decir en lo que se ha publicado hasta la saciedad: todo negativo para nuestro país y Comunidad, sino en lo que no se ha publicado, o se ha publicado en letra pequeña, sin mucho entusiasmo y en pocos medios.

Me gustaría centrarme en aquellos aspectos que suelen pasar desapercibidos, que no son merecedores de titulares a cinco columnas o que interesadamente se ocultan y desaparecen de las declaraciones públicas. Me gustaría destacar algo que normalmente no se dice y que creo que nos da muchas pistas para entender “eso del PISA”.

PISA no analiza los programas escolares nacionales, sino que revisa los conocimientos, las aptitudes y las competencias que son relevantes para el bienestar personal, social y económico (OCDE 1999). Para ello no se mide el conocimiento escolar como tal, sino la capacidad de los estudiantes de poder entender y resolver problemas auténticos en situaciones reales.

Los exámenes PISA son muy parecidos a exámenes o pruebas de inteligencia, se evalúan muy poco conocimientos y aplicación de estos. La gran mayoría de los ítems de los PISA son muy deducibles y se pueden responder correctamente sin tener ningún conocimiento del currículum escolar. Es por esto que los resultados obtenidos poco tienen que ver con la eficiencia de los diferentes sistemas educativos. Además, la propia complejidad del informe le lleva a tener en consideración una serie de variables fundamentales e imprescindibles que permiten realizar una radiografía muy completa del contexto del sistema educativo, en el que indiscutiblemente se encuentran el índice de estatus social, económico y cultural, el nivel educativo de los padres, la cualificación de los puestos de trabajo de los mismos, la población inmigrante, el sexo, etc.

Se suele afirmar muy alegremente en grandes titulares algo que es rotundamente falso: “España suspende PISA” (La Región de Murcia ni te cuento). No se puede suspender puesto que el Informe no suspende a nadie. La medición que se hace en PISA es de una escala que oscila entre 300 y 700 puntos aproximadamente, en la que España se sitúa mayoritariamente en el nivel medio en las tres competencias medibles, matemáticas, lengua y ciencias, y las diferencias entre España, la UE y la OCDE son muy poco significativas, traducidas a nuestro habitual sistema de evaluación serían de décimas o centésimas.

Pero, además, existen interesadísimas ocultaciones sin las cuales es difícil entender qué es lo que ocurre con nuestro país en estos informes. Habría que señalar, y no se dice, que nuestro país, integrante de la OCDE, parte de unos niveles educativos muy inferiores a la mayoría de países de dicho grupo. En 1991 el índice de analfabetismo era superior al 20%, siendo éste más acusado en las comunidades del Sur, incluida la nuestra, obviamente. Con ese punto de partida es difícil querer situarse en la “excelencia” en la que presuntamente se instalan otros que nos llevan décadas de adelanto en logros sociales y económicos.

Otro tanto debería decirse de la directa correlación entre nivel de cualificación profesional y ocupación laboral de los padres y rendimiento del alumnado. Algo que PISA relaciona sin ambages, pero que rara vez merece un titular. En ese sentido, y de seguir por la senda de destrucción de empleo y de precarización laboral, los resultados a futuro no nos depararán muchas alegrías. Un informe del propio Gobierno español emitido por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa sobre la influencia del nivel socioeconómico y cultural, ESCS en sus siglas en inglés, en los resultados de matemáticas evaluados en el Informe PISA 2012 concluye que nuestro país obtiene, en matemáticas, una puntuación media próxima a la que le corresponde por su ESCS y que en caso de que ese factor socieconómico se aproximara al promedio de la OCDE, España se situaría como uno de los países con mayor equidad de la OCDE y presentaría mejores resultados en competencia matemática”.

Aún así, el esfuerzo llevado a cabo en los últimos años por nuestro país en cuanto a nivelación de diferencias socioeconómicas, algo que también está saltando por los aires, en reducir el fracaso escolar y potenciar la equidad y la igualdad de oportunidades ha sido enorme y PISA lo reconoce y sitúa al sistema educativo español entre los más equitativos de la OCDE, próximo a los de Noruega o Finlandia y más equitativo que, entre otros, los de Corea del Sur, Japón, Suiza o Países Bajos.

Se utilizan casi en exclusividad los datos derivados de las pruebas, ítems, a que es sometido el alumnado; sin embargo, una lectura pormenorizada de estos nos indica que España supera a Estados Unidos o Suecia en matemáticas, o a Luxemburgo, Noruega o Italia en ciencias o a Islandia, Israel o Eslovenia en lectura. Tampoco se nos dice que entre el alumnado no repetidor, los repetidores también participan en las pruebas, los resultados obtenidos están por encima de la media obtenida en la OCDE y UE e incluso por encima de la media de Corea y Japón. ¿Por qué se presenta siempre el lado “negativo” de PISA, presentando el Informe en blanco y negro cuando el mismo tiene una infinita gama de grises e incluso muchos más colores y matices? ¿Se consigue algo haciéndonos sentir los “más tontos” de la clase? ¿Por qué se sigue mintiendo en el tema de la inversión educativa, intentando desvincularla de la mejora del sistema, cuando las propias autoridades educativas no tienen más remedio que reconocer esta consecuencia? Por ejemplo, en 2008, España tuvo un gasto por alumno en instituciones educativas del 3% del PIB más que Finlandia y Holanda, quedando, sin embargo, 20 puntos por detrás de estas en las calificaciones obtenidas. Sí, pero el gasto en porcentaje del PIB en educación de España es un 25% menor que en Finlandia y un 15% menor que en Holanda.

Resulta cuando menos chocante que la empresa, privada, contratada por el Gobierno Regional para que nos muestre la senda a seguir en pos del éxito educativo es de la opinión de que la mayor o menor inversión económica en educación no incide en los resultados.

Podríamos entonces preguntarnos si están justificadas las “prisas” de nuestros gobernantes por modificar nuestro sistema educativo en la línea que lo han hecho vía enésima Ley Educativa (LOMCE) y si ésta, por su concepción, resolverá los problemas que dicen resolverá y que según estos mismos gobernantes se ponen de manifiesto PISA tras PISA.

Cabría preguntarse también si la cascada de declaraciones con las que el consejero de Educación, Sr. Sánchez y su equipo, ha trufado la prensa regional tras el Informe y los datos de éste para nuestra Región, anunciando mil y una medidas a aplicar de manera perentoria se deben a una reacción obligada para la mejora de los mismos o a una reacción, no exenta de nerviosismo, y relacionada con ciertas cuestiones “sucesorias”.

En cualquier caso, como docente, pero también como padre y ciudadano, me hubiese gustado encontrarme entre este cúmulo de declaraciones y “medidas” algunas que hiciesen referencia o relacionasen nuestros resultados con el bajo nivel de cualificación profesional y la precarización laboral de nuestra ciudadanía en general, con el insultante porcentaje de paro, con el progresivo deterioro social y económico de nuestra Región, con la infravaloración social de la función docente y la pérdida de derechos laborales y condiciones económicas del profesorado, con la masificación de las aulas, con la vergonzosa política de guetización de los centros públicos, con el cada vez más descarado desvío de fondos públicos a la enseñanza privada concertada…

Pero parece que con esto del Informe PISA pasa lo mismo que con nuestro satélite, La Luna, siempre nos muestran la misma cara.

Minando lo público 6 enero 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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Que a estas alturas podamos sorprendernos aun de las decisiones que adoptan nuestros gobernantes es un claro síntoma del empeño que estos ponen en cumplir con determinados principios inexorables, como ese que determina que “cuando algo va mal, seguro que puede ir a peor”. La afirmación viene dada por la Resolución de la Consejería de Educación, Universidades y Empleo, de 7 de noviembre del presente, en la que se establecen instrucciones para la instauración de programas que contemplen medidas de apoyo individualizado dirigidas al alumnado de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) que pueda concurrir en riesgo de exclusión social, fracaso o abandono escolar.

La normativa establece una dotación de 200.000 euros a repartir entre una selección de 40 centros educativos del mencionado nivel, 5.000 euros por centro, con la posibilidad de poder ser mayor la cantidad si concurren menos de los 40 establecidos.

Hasta aquí, y con lo que está cayendo, podríamos convenir que se trata de una decisión no solo acertada, sino incluso loable y plausible. Pero, miren ustedes por donde, va a ser que no.

Les explico. Desde 2007, a iniciativa del Ministerio de Educación dirigido en ese momento por el ministro Gabilondo (de lo mejorcito que ha dado el gremio ministerial) y hasta el pasado curso escolar, venía funcionado el Plan PROA (Programa de Refuerzo, Orientación y Apoyo); un programa destinado al alumnado en riesgo de exclusión social y en clara situación de desventaja educativa. Dicho programa dirigido tanto a Primaria como a Secundaria contaba con una financiación compartida al 50% entre Ministerio y Comunidades Autónomas. El primer rejonazo vino de la mano del ministro peor valorado en la historia de la democracia española, el señor Wert, quien decidió por mor de la crisis suspender la aportación económica correspondiente a su ministerio. El segundo rejonazo lo asestó nuestro flamante consejero de Educación, Pedro Antonio Sánchez, decidiendo suspender definitivamente para el presente curso escolar dicho Plan.

Pero, he aquí que pasados dos meses desde el inicio de curso, la Consejería nos sorprende con lo que podría ser un enmendar el error (a esto habría que decir que el Plan ha funcionado muy bien estos años). Lamentablemente no es así.

La mencionada resolución resulta ser un nuevo atentado contra el servicio público educativo en el cumplimiento de ese objetivo que se ha marcado el Gobierno Popular de desmantelar lo público. La Consejería establece que los centros seleccionados dispondrán del dinero presupuestado para “contratar el servicio de empresas e instituciones” que desarrollen el programa. Es decir, hay dinero; pero para la empresa privada. Y lo que hasta ahora hacían los docentes de los centros, funcionarios públicos que han obtenido su plaza según los criterios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, ahora lo van a hacer empresas privadas que, además, tendrán acceso y derecho a participar de la organización pedagógica y a cualquier otra cuestión relativa a la programación de dichas actividades en los centros públicos de enseñanza secundaria de nuestra Región, quedan excluidos los centros de Primaria.

Si además recordamos que durante el presente curso son cientos los docentes interinos que se han vistos arrojados al paro por la política de recortes de la Consejería de Educación, la burla es ya descarnada.

Como han recordado algunos sindicatos de enseñanza, resulta escandaloso el que se derive hacia la empresa privada, cuyo único objetivo es el lucro (llamémosle beneficio empresarial si se quiere) una tarea que hasta ahora venían desempeñando cualificados profesionales de la enseñanza pública.

¿Hasta dónde va a llegar el irrefrenable ímpetu privatizador de nuestros gobernantes? ¿Qué será lo próximo, ofrecer a las academias de idiomas la enseñanza de los mismos en nuestros centros públicos, o a los gimnasios y centros deportivos el impartir la Educación Física? ¿Contratará la Consejería a expertos en dirección comercial y gestión empresarial para dirigir los centros de enseñanza?

Y mientras, nuestro consejero ganándose el jubileo loando la excelencia de lo “privado” en el acto de inauguración de curso de la Universidad Católica San Antonio, UCAM. Amén.

 

 

Tics autoritarios 6 enero 2014

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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Hace un par de semanas, la Delegación de Gobierno de Murcia, a cuyo frente se encuentra  Joaquín Bascuñana, tomó una determinación inédita hasta ese momento: Prohibir los itinerarios que habían solicitado los convocantes de la Marcha de Mareas prevista para el 23 de noviembre, reduciendo a dos los ocho convocados. Nunca había ocurrido algo semejante. La justificación dada, alegando el posible caos circulatorio y anunciando de manera alarmante el presunto riesgo que para la seguridad ciudadana podía acarrear tal panoplia de protestas, no puede por más que haber causado risión en la mayoría de los murcianos y murcianas que llevan aguantando año tras año estoicamente el que la ciudad quede colapsada todas las Semanas Santas y Fiestas de Primavera, romerías varias y sucedáneos festeros. Creo recordar que durante esos acontecimientos no se han producido situaciones que hayan acarreado más peligro a la seguridad ciudadana que las propias originadas por cuadrillas de borrachos descerebrados meando alegremente donde bien pueden, vestidos con atuendos más propios del circo que de otra cosa. Tampoco me suena que la Delegación de Gobierno haya prohibido nunca ningún desfile pasional, ni caravana sardinera por más que interrumpan el cotidiano deambular de la ciudadanía, impidiendo el acceso a garajes, calles y demás. Y eso que si hacemos caso a las cifras que nos aportan sobre concurrencia, convenimos en que en esas fechas, la Región prácticamente se vacía para acudir en tropel a la capital de la Comunidad para asistir a eventos como el “Bando de la Huerta” o “El Entierro de la Sardina”, no digamos ya de las decenas de miles de romeros que acompañan a la patrona desde diferentes puntos de la ciudad y sus pedanías cada vez que sube y baja de su santuario.

Los convocantes de la Marcha de Mareas, incluidos los sindicatos CCOO, UGT y USO, recurrieron la decisión gubernamental ante el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia quien en un breve plazo, como se establece por ley, dictó a favor de los recurrentes, obligando al sr. Bascuñana a envainarse su arbitraria decisión y condenando a la Delegación del Gobierno, es decir a toda la ciudadanía, al pago de las costas derivadas del acto judicial provocado por la imprudente y temeraria decisión del sr. Bascuñana.

El secretario general de CCOO de la Región de Murcia, Daniel Bueno, definió la actuación del Delegado de Gobierno como “tic autoritario”, una referencia moderada para lo que verdaderamente encierra ese comportamiento.

Durante estas últimas semanas, asistimos también a la elaboración de un proyecto de ley sobre seguridad ciudadana que el Gobierno, por medio de su ministro del Interior, Fernández Díaz, va a presentar al Parlamento para su debate y posterior y más que segura aprobación. Un proyecto de ley que vendría a sustituir a la actual, la en su día llamada “Ley Corcuera”, o “Ley de la patada en la puerta” como fue popularmente bautizada. Esta de ahora ya tiene su apelativo popular: “Ley Mordaza”. Fundamentalmente, la ley pergeñada por el ultracatólico y ultracolérico ministro del Interior trata de amedrentar a la ciudadanía mediante la aplicación de multas desorbitadas que castigarían determinados actos, sobre todo relacionados con protestas, manifestaciones y demás. Cualquiera diría que este país vive en un caos ingobernable cercano a la insurrección y que por lo tanto se hace necesario adoptar medidas más propias de un estado de excepción o de un régimen dictatorial que de un proyecto que intente velar por los derechos ciudadanos.

Lo cierto y verdad es que tal y como están las cosas, con cerca de seis millones de personas en paro, miles de familias amenazadas con ser expulsadas de sus casas, unos servicios públicos en fase de desmantelamiento y una clase política manchada por la corrupción más abyecta, empezando por el propio partido que nos gobierna, la templanza y la exquisita paciencia y respeto que están mostrando los ciudadanos y ciudadanas de este país es más que ejemplar.

¿A qué viene por tanto afán por legislar en clave represiva y sobre todo recaudatoria?

¿A qué viene el intentar disuadir a la ciudadanía prohibiendo recorridos y marchas de protesta?

Parece que el Gobierno del Partido Popular considera que el daño que están provocando sus medidas legislativas debe ser acompañado de medidas que corten de manera tajante cualquier manifestación contra las mismas.

A nuestra derecha nunca le ha gustado la protesta, a no ser que la misma esté protagonizada por los obispos o por los movimientos “pro vida” o por determinadas asociaciones de víctimas del terrorismo con las que se sienten identificados. Nuestra derecha preferiría vivir en la “placidez”, como en su día declaraba Mayor Oreja, de determinados regímenes totalitarios, como el franquista al que se han negado a condenar.

Decía Winston Churchill, un peligroso bolchevique, como sabe todo el mundo, que la diferencia entre la democracia y la dictadura es que en una democracia cuando llaman a tu puerta a las seis de la mañana solo puede ser el lechero y no la policía. Pero democracia también es poder expresarse y manifestarse libremente y, sobre todo, saber que el respeto a las instituciones del estado no se consigue mediante el recurso al miedo y a la represión; y que ser patriota es algo más que llevar una banderita roja y gualda pegada en el alerón del “Mercedes” o unos tirantes o una prenda de vestir con tales colores.

En 1989, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, en una sentencia ejemplar resolvió que la quema de la bandera de las “barras y estrellas” (que fue la bandera de la “Revolución americana”) no era anticostitucional, una resolución que fue polémica; pero, que pone en valor la esencia misma de la democracia y de la libertad. ¿Qué nos tendrá deparado la nueva normativa de Interior cuando entre vigor ante un caso similar en nuestro país?

Errarían nuestros dirigentes, algo por lo demás normal, si pensasen que con políticas intimidatorias y represivas van a ahogar las protestas de la ciudadanía ante sus políticas de destrucción del estado social y de derecho. ¿Nos obligará el sr. Fernández Díaz a lucir sobre nuestras ropas algún distintivo, como hicieron otros tiempo ha, que nos identifique según nuestra ideología o adscripción política?

Todo indica que más que de tics nuestros gobernantes son presa de todo un conjunto de estereotipias autoritarias. Se lo deberían de hacer ver.

¡Al loro con la hora! 2 octubre 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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No, no es un trabalenguas. El título viene a cuento sobre la penúltima estupidez que se le ha ocurrido a esta panda de imbéciles que nos (des)gobierna. Desde hace semanas se nos viene machacando desde diversos medios de comunicación con la conveniencia de modificar la hora y establecer el huso horario de Greenwich, equiparándonos así a Gran Bretaña, Irlanda y Portugal; por cierto, que no se menciona a Irlanda, antaño todopoderoso “Tigre celta”.

El Congreso de los Diputados, que no tiene otra cosa mejor que hacer, ha aprobado un informe que ha sido elaborado en el seno de una Subcomisión para el estudio de la Racionalización de Horarios, la Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral y la Corresponsabilidad, constituida en el seno de la Comisión de Igualdad. La subcomisión ha estado compuesta por 15 miembros: Cuatro del Grupo Popular, tres de Grupo Socialista, dos de CiU, uno de la Izquierda Plural, uno de UPyD (el ínclito Toni Cantó) dos del PNV y dos del Grupo Mixto; además, han comparecido, a peticiones varias, cerca de unas cuarenta personas pertenecientes a diferentes ámbitos socio-laborales, académicos, empresariales, organizaciones sociales, etc. ¡Joder, ya estoy más tranquilo! Si esto del cambio horario lo van a decidir las ocurrencias de un grupo de expertos no hay nada que temer, tenemos el referente de los “sabios” que dictaminaron sobre el sistema de pensiones.

Como de lo que se trata no es sólo del estudio y análisis de la los horarios laborales y su racionalización e incidencia en la vida laboral sino también del análisis de la Ley de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, cada compareciente ha tirado por el camino que le interesaba. El objeto no obstante de la subcomisión era la racionalización y flexibilización de horarios familiares y laborales, la convergencia con Europa en este sentido y el aumento de la productividad y uno no menos loable que permita los cambios que hagan posible la realización de los ciudadanos en todos sus aspectos vitales: personal, familiar y profesional.

Es verdad que no parece del todo lógico que España se mantenga en una franja horaria (en la que, por cierto, están todos los países europeos a excepción de Gran Bretaña, Irlanda y Portugal) que no se corresponde con su situación geográfica con relación al meridiano 0º y a la que pertenece desde 1942, cuando el sanguinario dictador, general Franco, decidió también alinearse con la Alemania nazi en el tema horario (sus herederos ideológicos los hacen en otros aspectos: austeridad v.g.). Lo que resulta sospechoso es que los mismos que se niegan a condenar la dictadura franquista nos manden este subliminal mensaje como argumento de peso, entre otros, para provocar un nuevo cambio en nuestros relojes.

Leyendo el extenso informe, 86 páginas, encontramos argumentos para todos los gustos, incluidos varios powerpoint algunos con títulos tan sugerentes como Conciliar presupone regresar a Greenwich (que a mi me recordaba aquello de “Amar significa no decir nunca lo siento”). La subcomisión termina con una serie de consideraciones recogidas de las comparecencias y unas conclusiones de cosecha propia. Es en estos dos últimos puntos donde uno ya se empieza a acojonar (me disculpen el vulgarismo). Porque, claro, el fin último de la historia es elaborar una Ley que de respuesta a las necesidades supuestamente detectadas y a los objetivos perseguidos.

Y es que cuando esta panda dice que va a elaborar una ley basándose en argumentos de expertos es como para ponerse a temblar (con las que elaboran sin el concurso de la inteligencia, que son las más, también).

Vamos a ver, parece ser que la baja productividad española, la falta de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la nula posibilidad de conciliación laboral y familiar, la falta de permisos parentales y su efectiva utilización, la poca flexibilidad horaria, la irracionalidad en los tiempos de trabajo, la poca contratación, el fracaso escolar, la convergencia con Europa y la retrasmisión a deshoras de mi serie favorita de televisión, entre otros males que nos impiden realizarnos como personas plenas, conciliadas y racionalizadas y felices es debido a nuestro desapego del GMT, Greenwich Mean Time. No es debido a que tenemos un gobierno de incapaces, embusteros, corruptos y golpistas, ni a que tengamos al empresariado más fascista, trabucaire, explotador y mediocre de Europa, más cercano a las novelas de Dickens que a los postulados keynesianos, ni a que tengamos un sistema educativo que es utilizado como arma arrojadiza en defensa de intereses de clase mezquinos y espúrios, no. Tampoco tiene que ver que la Reforma Laboral del gobierno del PP (y de la Virgen del Rocío) haya desestructura el tejido productivo, aumentado el número de personas desempleadas hasta cerca de los 6 millones, que esté obligando a nuestros jóvenes a emprender “aventuras” por esos mundos de dios, llevándose consigo su inteligencia y su fuerza de trabajo, ni que se haya abandonado a nuestros mayores a una agonía infinita, desamparados y vilipendiados, obligados a pagarse las medicinas con pensiones de miseria, ni que se esté destruyendo la sanidad pública, la educación pública, los servicios de atención a la dependencia, no. Tampoco que los constantes ataques del Gobierno de Rajoy al Estado del Bienestar, o lo que queda de él, estén dejando a los trabajadores y trabajadoras sin la mayoría de las conquistas sociales que tanto costó conseguir, que se esté difamando a los sindicatos de clase, dejando a los trabajadores y trabajadoras sin su legítima representación, no.

Parece que todo es debido a nuestro desfase horario con el meridiano 0º. Pues eso se avisa ¡hombre de dios! Atrasamos la hora y ya está. Porque ¿Me puede alguien explicar por qué el horario británico, el irlandés, el marroquí y no digamos nada del portugués son mejores que el que tenemos aquí? ¿Qué pasa, que los portugueses viven en el mejor de los mundos posibles porque tienen horario GMT? Pero, es que si de lo que se trata es converger con Europa en racionalidad, productividad y demás, habría que recordar que, salvo los mencionados ya, el resto de Europa, incluida Francia y la querida y envidiada Alemania de la Führer Merkel, tienen el mismo uso horario que España. Vamos a ver, ¿De verdad hay alguien que se tome en serio esto? Estoy seguro que verdaderamente nos toman por idiotas.

Me dejo para el final algo que me toca en lo profesional. Se trata de la consideración que se hace en el informe sobre la jornada escolar. Resulta que mientras que todas las consideraciones y conclusiones que se refieren a cualquiera de los temas tratados establecen un grado de ambigüedad e indefinición considerable que no pasa de los consabidos “se estudiará”, “se debería tender hacia…”, “sería necesario” y similares, cuando se refiere a la jornada escolar, la rotundidad de las consideraciones y conclusiones no dejan lugar a la duda. La jornada escolar continua es perjudicial para nuestros hijos e hijas. Reza el informe que “la jornada continua no se considera adecuada ni para la conciliación, ni para la igualdad de género, ni para atender las necesidades de los menores. Es necesario adaptar tanto los horarios, como las vacaciones y el resto del calendario escolar a las jornadas de trabajo. Se propone, que los escolares empiecen un poco más tarde y se establezca la jornada partida. La oferta de servicios complementarios o extraescolares, las aulas matinales y los comedores escolares son igualmente claves para la conciliación».

Resulta chocante este párrafo ya que a continuación, en un apartado sobre organización del tiempo y el espacio de trabajo se afirma que la jornada continua es beneficiosa para la conciliación y racionalización e incluso la propia salud del individuo. A ver si me aclaro. Si se recomienda la jornada continua en el trabajo para los progenitores, con apenas una hora para comer sin abandonar el puesto de trabajo (el informe no dice si las cadenas con las que te piensan sujetar las tienes que poner tú o las pone la empresa), ¿Quién va a llevar a los nenes y a las nenas al cole cuatro veces en el día? ¿Van a dar las empresas permiso a los papás y a las mamás? ¿Se responsabilizará de eso la “chica”? ¿Dotarán a todos los centros escolares de comedor para todo el alumnado? ¿Quién lo va a pagar?

Por otro lado, algunos de los “sabios” comparecientes que imparten doctrina sobre el tema como la Sra. Marina Subirats, catedrática de sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, dejan caer opiniones que inducen a pensar que la adopción de la jornada continua en los centros de enseñanza ha sido algo impuesto y es una cuestión de querencia corporativa que solo satisface a los maestros (una fijación constante de la insigne socióloga, ex-Bandera Roja, ex-PSUC y que ha desempeñado altos cargos institucionales como militante socialista ).

Hablo por lo que sé. Cuando en la Región de Murcia se optó por implantar este modelo de jornada (ampliamente contrastadas sus virtudes en otros países), servidor participó en las negociaciones entre Administración y sindicatos como uno de los representantes de la Federación de Enseñanza de CCOO. El modelo fue debatido hasta la saciedad, explicado pormenorizadamente al profesorado, a los padres y a las madres y se sometió a consulta en todos y cada uno de los centros donde se pretendía establecer y entre todos los miembros de la comunidad educativa.
El voto de los padres fue mayoritaria y abrumadoramente favorable a la propuesta de cambio de modelo de jornada, a pesar de que la Administración, ya en manos del PP, practicamente se desentendió de la financiación de las actividades extraescolares, haciendo recaer la misma en las respectivas AMPA de cada centro. Hoy en día, la totalidad de los centros públicos de la Región de Murcia tiene implantado este modelo y el grado de satisfacción de padres y madres es absoluto. Les permite estar con sus hijos más tiempo, las actividades ofertadas de manera obligatoria y recibidas de manera voluntaria son también evaluadas muy positivamente y el alumnado rinde más que con el anterior modelo de jornada partida.

Solo quien no ha pisado un aula y analiza el hecho educativo desde la cómoda poltrona de la cátedra universitaria es capaz de aventurar consideraciones y análisis (con intención de que se plasmen en leyes) como los que se vierten en este informe. Solo quien ha vivido la docencia con el anterior sistema de jornada partida sabe del bajo o nulo rendimiento del alumnado en las horas vespertinas, que luego se alargaba considerablemente con actividades de todo tipo, amén del descontrol que representaba para las familias. La enfermiza paranoia que estos sesudos pensadores despliegan desde hace tiempo hacia las etapas educativas no universitarias les lleva a hacer afirmaciones que sobrepasan el ridículo, como cuando establecen una relación causa efecto entre el fracaso escolar y las, según ellos, pocas horas de permanencia del alumnado en los centros escolares ¡Viva la sociología cuantitativa! Está visto que para estos individuos e individuas, tan alejados de la sociedad que dicen estudiar como la propia sociedad está alejada de ellos, el sistema educativo no universitario sigue siendo considerado como un inmenso garaje donde “aparcar” cuanto más tiempo mejor a nuestros hijos e hijas.

Vuelvo, además a repetir algo que ya en su momento defendimos quienes esto negociamos: La jornada laboral del profesorado, en este caso de Infantil y Primaria (el profesorado de Secundaria hace años que solucionó esto) no tiene porqué coincidir con la jornada escolar. Tiene guasa que se preconice un modelo de jornada continua para todos los trabajadores y trabajadoras y a los y las docentes no se nos permita participar del mismo, negándonos de antemano y por ley nuestro derecho a negociar nuestras condiciones laborales.

Pero a fin de cuentas hay algo que resulta paradójico en todo este contradiós. Algunos comparecientes lo exponen, es cierto: En estos momentos lo importante es la creación de empleo, la recuperación de la actividad laboral destruida que está llevando a la desesperación a cientos de miles de familias y empobreciendo el país a pasos agigantados, retrocediendo décadas de avances sociales y tirando por la borda el potencial de una generación de jóvenes que se ven abocados a la emigración y al trabajo basura en el mejor de los casos.

En esta situación, el plantear estas cuestiones del cambio del modelo horario es un insulto a la inteligencia, una burda burla, una agresión más de estos serviles del liberalismo zafio y ramplón que además cuentan con el paraguas “intelectual” y la coartada académica de quienes se prestan a sus vergonzantes iniciativas.
Nuestros representantes políticos deben tener como objeto sacar adelante leyes que respondan a necesidades reales de la población, que den respuesta a problemáticas de perentoria resolución. Que yo sepa, no he visto a nadie pedir a gritos que volvamos a un huso horario determinado, no he visto a nadie manifestarse a favor de la GMT. Sí he visto a cientos de miles de personas clamar por sus derechos mancillados, manifestarse en defensa de una educación y sanidad públicas, en contra de la Reforma laboral, en contra del recorte de las pensiones y de la ley de Dependencia… He visto a cientos de miles de personas luchar por su dignidad. Claro que a lo mejor todo esto responde a las demandas de la “mayoría silenciosa”; pero, esto nunca lo sabremos, como es evidente.

Pues nada, ya sabéis, tomemos nota no sea que luego pase lo de siempre y entonces solo nos quede el refrán… ¡A buenas horas mangas verdes!

NOTA: De Guindos y el resto de la cuchipanda gubernamental están entusiasmados con el tema; con que, ¡al loro! No vaya a ser que nos pillen con la hora cambiada… una menos en Canarias.

Ni paz ni descanso 11 abril 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Opinión.
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El pasado lunes, 8 de abril de 2013, murió Margaret Thatcher, quien fuera Primera ministra de Reino Unido desde 1979 a 1990. Hoy, el mundo, nuestro atribulado y maltrecho mundo, huele un poco mejor.

Parece obligado el que cuando muere un personaje más o menos público, más o menos conocido, con mayor o menor, o ninguna, proyección, nos sintamos obligados a entonar un “Descanse en paz” como expresión de respeto, las más de las veces impostado. Y yo me pregunto ¿por qué respetar en la muerte a alguien por quien no se ha sentido respeto en vida? ¿Por qué respetar a quien no respetó?

Thatcher fue un personaje nauseabundo desde sus comienzos, un ser abyecto, intelectualmente mediocre, políticamente indecente; pero fue un fiel y eficiente perro guardián de los intereses de clase del Gran Capital. Toda su vida política activa estuvo al servicio de un único ideal: La destrucción de los logros que la socialdemocracia británica y europea habían conseguido tras décadas de luchas obreras. Fue un ser antisocial, porque no creía en la sociedad, entendida esta como un cuerpo organizado, solidario e igualitario, como comunidad de intereses que persiguen el bien común, la justicia social. No creía en el ciudadano, creía en el “individuo-consumidor”, guiada por el sacrosanto mantra calvinista de la predestinación, que considera el enriquecimiento como señal inequívoca de la salvación eterna.

Resulta paradójico que la derecha, tan reacia a cualquier revolución, la tilde de “revolucionaria”. Thatcher fue todo lo contrario, no podía ser de otra manera; lo suyo era la involución. Todas y cada una de las medidas que adoptó, no sólo cuando ya era Premier británica sino también en su época de ministra de Educación, fueron encaminadas a destruir a los más débiles, a legislar contra los más necesitados , a anular logros y conquistas sociales, laborales y económicas. A menudo, interesadamente, pasan desapercibidos algunos de sus “logros y ocurrencias”. Algunas “perlas”:  En 1961, se opuso a la postura oficial del Partido Conservador cuando votó a favor de la restauración del birching (tipo de castigo físico) en las escuelas. En una conferencia del Partido Conservador de 1966, juzgó a las políticas de aumento de impuestos del Partido Laborista como un avance «no sólo hacia el socialismo, sino también hacia el comunismo». Como ministra de Educación del Gobierno de Heath, 1970-1974, impuso recortes del gasto público en el sistema educativo estatal; como resultado, se suprimió la leche gratuita para los alumnos de entre siete y once años, siendo conocida como “Margaret Thatcher, Milk Snatcher” (Ladrona de leche).

Líder absoluta de los Tories, tras enfrentarse a quien había sido su jefe de filas, Heath, y derrotarlo, se convirtió al tiempo en el rostro del movimiento económico opositor al Estado del bienestar basado en el keynesianismo, el Institute of Economic Affairs (IEA), un “Think Tank”  que creían que el Estado del Bienestar estaba debilitando a Gran Bretaña. Los panfletos del instituto proponían menos administración, impuestos más bajos y más libertad para los negocios y los consumidores.

Con estos antecedentes, y ya como Primera ministra, se empleó a fondo en su objetivo: La destrucción del Estado del Bienestar. Su política económica influenciada por el monetarismo de la “Escuela de Chicago” que su gran amigo Pinochet había llevado hasta sus últimas consecuencias en Chile, la privatización de todo lo público, la destrucción de los sindicatos (En 1984, en un discurso, llegó a considerarlos “más peligrosos para la libertad” que los enemigos con los que había tenido que luchar en Las Malvinas), la política impositiva, plasmada en el famoso “poll tax”, los ataques sin cuartel al Sistema Público Sanitario… Todo un “rosario de reformas o ajustes” como lo definiría nuestro “plasmado” Presidente Rajoy, digno emulador de aquella. Dio inicio, además, levantando restricciones hasta entonces imperantes en la City, a las políticas especulativas y operaciones financieras que nos han llevado a donde estamos en la actualidad.

Sólo el enfrentamiento con Argentina por la disputa de Las Malvinas y la victoria sobre la Junta Militar (Probablemente muy a su pesar) le salvaron de salir precipitadamente del Gobierno.

La década de los ’80 fue una década ominosa para Gran Bretaña, las consecuencias son visibles hoy en día en todos los órdenes: desregulación laboral hasta llegar a la individualización de las negociaciones sobre condiciones de trabajo, una sociedad dividida, un sistema sanitario público destruido que tiene que buscar fuera lo que antes tenía en casa, una educación pública subsidiaria de la privada.

El legado de Thatcher es el catecismo de nuestros gobernantes, de la “Troika” criminal que está condenando a la pobreza a la mayoría de la población del Sur de Europa, de estos nuevos “golpistas” enfundados en trajes de Armani. No podemos negarle el haber sido discípula aventajada del liberalismo más feroz y criminal y espejo donde se miran quienes hoy rigen los destinos de Europa.

Su muerte es por tanto motivo de júbilo y satisfacción, como lo ha sido la de otros que la precedieron: Franco, Pinochet, Fraga…Y como lo será la de quienes ahora la emulan.

Su muerte nos alegra y regocija en medio de tanta zozobra y frustración, en la certeza de que ni encontrará descanso ni paz, solo putrefacción y olvido. AMEN

 

 

 

 

Miserables 7 marzo 2012

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos.
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No por esperado ha sido menos ofensivo, me refiero al desembarco de los “populares” en el Gobierno de España. Signos había, y experiencias de la misma cuerda algunos las llevamos sufriendo ya bastantes años, demasiados. Cuando en diciembre de 2010 el Gobierno del indolente y diletante Ramón Luis Valcárcel dio el visto bueno a una de las mayores agresiones perpetradas contra los derechos sociales, laborales y sindicales de los empleados públicos murcianos, la Ley de Medidas Extraordinarias conocida popularmente como “Tijeretazo”, algunos ya advertíamos de que la Región de Murcia se convertía en laboratorio del experimento neoliberal “pepero”. Que el paso del tiempo y los acontecimientos nos hayan dado la razón no tiene mucho mérito: se les veía venir. En mayo de 2011 fueron los ayuntamientos y las comunidades autónomas, en noviembre, coincidiendo con el aniversario de la desaparición del dictador Franco, sus herederos ideológicos se hicieron con el poder político, esta vez por medios democráticos. La abrumadora mayoría parlamentaria del Gobierno empero no legitima para acabar con lo que tantos años costó construir desde el erial de la dictadura; tampoco la crisis provocada por los mismos que se referencian en el ideario conservador es coartada; la venganza de Friedman contra Keynes como gusta decir un amigo, venganza de clase, colijo yo.

Las primeras medidas aprobadas por el Gobierno del hasta entonces sesteante Rajoy apuntaban y olían a venganza; y como siempre los empleados públicos en la diana, que para eso tertulianos de variado pelaje, medios de comunicación y demás carcunda llevaban bramando contra los privilegios de esa casta de vagos y creando el clima social propicio para que ese primer rejonazo contra la base misma del Estado del Bienestar tuviese la mínima contestación social. No estaría de más recordar que cuando se vilipendia, ataca y denigra al empleado público (docentes, personal sanitario, asistentes sociales, etc.) en realidad hacia donde se dispara es al corazón del Estado Social y de Derecho: los servicios públicos, ese trozo de tarta tan apetecible sobre el que revolotean los buitres de siempre. El siguiente rejón, el desmantelamiento de la estructura jurídica de las relaciones laborales de nuestro país, asentada tras decenios de lucha sindical, negociación colectiva  y diálogo social (eso que algunos torticeramente llaman “paz social”). Y para ello qué mejor que desprestigiar a quienes en estos momentos representan el último baluarte de resistencia frente al envite privatizador neoliberal: los sindicatos, en concreto el sindicalismo de clase representado por CCOO y UGT. Y de nuevo la caverna a bramar (con inestimables ayudas quinceemeistas).

Frente a tanto desatino, el proceso de movilizaciones emprendido a raíz de la aprobación de la “Ruptura Laboral” parece haber empezado a despertar a la adormecida sociedad española. El 19 y el 29 de febrero han sido hitos de participación  y respuesta ciudadana a la convocatoria de los dos sindicatos mayoritarios como hacía tiempo que no veíamos; también lo será el 11 de marzo, en el camino hacia la Huelga General que a todas luces se convocará para finales de mes.

Es en este proceso donde se ha producido el destape de las verdaderas esencias autoritarias de nuestros actuales gobernantes. Empezando por su líder, Don Mariano, intentando convocar él mismo la huelga general ante la agresión que ya rondaba por su descansada mente. Y seguido por el resto de la camada ministerial. De Guindos, el exLehman Brothers, rumiándole servilmente al comisario Rahn la agresividad con la que nos iba a dar otra vuelta de tuerca y garantizándole de paso el orgasmo ideológico. Las rotundidades declamatorias de Soraya y Cospedal (nunca hay que fiarse de quien no mueve los labios al hablar: Remember Aznar), las bravuconadas del otrora mediático Wert en el Congreso y por último, last but not least, el ministro (de la porra) Fernández Díaz, neoconverso a la espiritualidad OpusDeística, para quien Dios es el supremo legislador y conductor se sus acciones, entra las que me imagino que figurará la de mandar aporrear a peligrosos estudiantes  y adolescentes. Aunque puestos a repartir estopa, debería de tomar ejemplo del fundador de su secta en eso de arrojar a latigazos a los mercaderes del Templo y aplicarle la medicina a los que hoy campan por sus respetos y convierten nuestras vidas en acciones de bolsa.

Y estos por citar a los del candelero, porque entre los de bajo tono tampoco hay desperdicio aunque de momento se limitan a secundar las arremetidas de la guardia de corps, con Monseñor Gallardón a la cabeza.

Nunca aceptaron la derrota del 2004, abandonaron el gobierno mintiendo y mintiendo y crispando a la sociedad lo han vuelto a recuperar, con la inestimable ayuda de un partido socialista cada vez menos partido y menos socialista. No han dudado en salir a la calle con sus obispos, con sus “pro-vida”, con “sus víctimas” y ahora se escandalizan y rasgan las vestiduras porque el 11-M CCOO y UGT, pero también multitud de colectivos, asociaciones y organizaciones sociales, entre las que se incluyen la mayoritaria Asociación de Víctimas de los Atentados del 11 de marzo que lidera Pilar Majón, han decidido volver a salir a la calle ese día para reclamar la dignidad y los derechos que nos quieren usurpar con su Reforma Laboral. Ellos, que han hecho de la indignidad bandera, nos llaman indignos, y el que más, el neoconverso ministro Fernández.

Tenemos razón y nos sobran las razones frente a quienes nos quieren callados y atemorizados.  Abyectos y taimados personajes…MISERABLES.