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Living things* (o la falacia del bilingüismo en la escuela) 11 octubre 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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bilingüe (del lat. «bilinguis») adj. En dos idiomas: «Diccionario bilingüe» De dos idiomas: «Comarca bilingüe». Se aplica al que habla con igual facilidad dos idiomas.
bilingüismo m. Cualidad de bilingüe. Circunstancia o fenómeno de ser bilingüe un país.

(Del Diccionario del uso del español de María Moliner)

Durante las últimas tres semanas hemos asistido a la lucha, que aún continúa, de la comunidad educativa balear en su conjunto contra la ley del gobierno del popular Bouza que establece la obligatoriedad del trilingüismo (catalán, castellano e inglés) en los centros de enseñanza.

Salvo contadísimas excepciones, la abrumadora mayoría de padres, madres, profesorado y autoridades en la materia (psicólogos, lingüistas, pedagogos, sociólogos…) se han manifestado en contra de esta norma. Los representantes políticos, toda la oposición, aunque también un considerable número de ediles populares, han manifestado su abierto rechazo a lo que todo el mundo considera más una maniobra de “escaparate” que una medida encaminada a la mejora de la calidad de la enseñanza; mucho menos que esta controvertida ley venga a reparar el secular déficit en el aprendizaje de idiomas que padece el conjunto de nuestro país.

Resulta cuando menos chocante el que estando inmersos en una espiral austericida en la que los recortes y la exponencial reducción del gasto público  está retrotrayendo a nuestros servicios públicos, en especial al educativo y al sanitario, a niveles preconstitucionales, los dirigentes del PP pongan en marcha proyectos destinados a convertirse en leyes como el que nos ocupa. Porque incluso en el hipotético caso de que pedagógicamente fuesen acertados (que no lo son), la cantidad necesaria de inversión que habría que dedicar para asegurar su éxito debería ser tal que resulta vergonzosa en un momento en el que un inmenso número de familias no dispone de recursos ni para asegurar el sustento diario de sus hijos. Para rizar el rizo de la ignominia, el MEC ha anunciado la desaparición de las partidas que se destinaban a las CCAA para la adquisición de libros.

En este contexto desolador, al que habría que sumar la destrucción de empleo en el sector educativo, la no reposición de las jubilaciones, la disminución de plantillas, el aumento del horario lectivo en detrimento del de atención a tutorías, formación, etc. del aumento del número de alumnos y alumnas por aula en todos los niveles, una no menos importante disminución de los derechos laborales conquistados a lo largo de las últimas décadas, la disminución salarial, por más que el ministro Montoro se empeñe en lo contrario, el recorte en permisos y licencias por estudios… Pues, en esta situación, las consejerías de Educación de Castilla-La Mancha y de la Región de Murcia han manifestado también su intención de subirse al carro del bilingüismo (no me extrañaría, conociendo al personal como lo conozco, que a mis paisanos no se les pasase por la cabeza hacer una inmersión lingüística en el panocho). En el caso concreto de Murcia, el flamante consejero de Educación, Pedro Antonio Sánchez, ha manifestado su intención de que en cinco años todos los colegios de la Comunidad sean bilingües.

Creo que en las actuales circustancias, y en otras más halagüeñas también, la ciudadanía en su conjunto; pero, sobre todo los usuarios del sistema: padres, madres y profesionales de la enseñanza, se deberían hacer una serie de preguntas o reflexionar sobre algunos aspectos. Vayamos por partes. Fundamentalmente, desde el mundo de la docencia, el profesorado especialista en idiomas es mayoritariamente, por no decir absolutamente, reacio a los llamados “programas bilingües”; por una sencilla razón: o se enseña un idioma o se enseña una materia. Todo el mundo coincide en señalar que la complejidad de conceptos de determinadas materias o la especificidad de determinados contenidos, sobre todo en etapas tempranas de escolarización, es un inconveniente que ya resulta complicado de superar cuando se imparten los mismos en el idioma nativo. Existe por lo tanto el riesgo real del “adelgazamiento” de conceptos y contenidos y, por lo tanto, lo que se pueda ganar en el conocimiento de una segunda lengua (no mucho más que lo que se puede adquirir en una clase específica de idiomas con las garantías de calidad que se le debería suponer) va a ir, por el contrario, en detrimento de la adquisición de conocimientos básicos. Por poner un ejemplo, el manual de la asignatura de Conocimiento del Medio en inglés de la editorial Santillana “Essential Science Plus” de 5º de Primaria tiene 118 páginas y una media de 8-10 páginas por tema, donde el 60% aproximadamente lo ocupan ilustraciones. El manual de la misma editorial, para el mismo nivel y la misma asignatura en su versión «para todas las comunidades» en castellano, consta de 196 páginas, con una media de 12-14 páginas por tema y bastante menos espacio dedicado a la infografía, que se puede completar con otros recursos.

Otra reflexión que se debería afrontar es qué es lo que se requiere a nivel de profesorado: ¿profesorado especialista en inglés (que es lo único que se oferta; que esa es otra) con conocimientos de la materia que se oferte en ese idioma o profesorado especialista en esa materia con conocimientos de inglés? y, en este caso, ¿Qué nivel exigimos: B1, B2, C1?

Item más, ¿Existen en nuestros centros de Primaria y Secundaria docentes con la titulación y preparación suficiente para llevar a cabo un programa bilingüe? En caso contrario, y ante la necesidad de contar con el profesorado debidamente cualificado ¿podrá significar esto que se produzcan desplazamientos y supresiones de aquel profesorado que no pueda acreditar la requerida competencia lingüística, perdiendo así los derechos adquiridos mediante Concurso General de Traslados? Por si alguien tiene dudas de por donde pueden ir los tiros, en la edición de 13/10/2013 del diario Público.es se recoge el que la consejería de Educación de Madrid, al frente de la cual se encuentra la incalificable Lucía Figar, está contratando a profesorado interino suspenso de la especialidad de Inglés, con notas por debajo del 2 y sin experiencia docente.

Pero ¿qué ocurre en nuestro entorno cercano? en esa Europa con la que debemos converger. Centrémonos en cuatro países: Alemania, Francia, Reino Unido y la envidiada Finlandia.

Alemania. Las experiencias bilingües se remontan a finales de la década de los sesenta. En general la enseñanza de los idiomas se cuida bastante; aunque, no es hasta el principio de la década de los 90 cuando empieza a impartirse en las escuelas primarias, a partir de tercer curso. La enseñanza depende de los Länder. Existe un programa bilingüe, Europa Schulen, en el Länder berlinés. El alumnado que asiste a este programa es ya bilingüe. Otro programa bilingüe es el Franco-Alemán, que se remota a un convenio firmado a mediados de los sesenta para favorecer la inmersión lingüística de los extranjeros y emigrantes. En general, en Alemania, lo que se cuida con esmero es el aprendizaje de segundos y terceros idiomas por los conductos normales: centros específicos y como segundas o terceras lenguas en los centros oficiales .

Francia. Además del mencionado programa Franco-Alemán, las experiencias bilingües se llevan a cabo en las llamadas Secciones Europeas o clases européennes y a partir del curso equivalente a nuestro 4º de la ESO. El objetivo es el refuerzo del aprendizaje del idioma por medio de la enseñanza total o parcial de determinadas asignaturas. Después de varios años de experiencia, se han detectado tres problemas fundamentales: el bajo número del alumnado que sigue el programa, el poco nivel de competencia lingüística del profesorado y la escasez de recursos.

Reino Unido. Gran Bretaña es uno de los países con menor índice de conocimiento de una segunda lengua extranjera de toda Europa (quizá del mundo). La oferta de una segunda lengua solo es obligatoria en el Keystage3 (11-14 años), de los 14 a los 16 (Keystage4) se ofrece como opcional. En el año 2002, y dentro de la Estrategia Nacional de Lenguas para Inglaterra, el Departamento de Educación estableció la introducción de una materia de lengua extranjera en la etapa Keystage2 (7 a 11 años) que sería obligatoria a partir de 2010. Por su parte, el gobierno de Gales introdujo, dentro de su propia Estrategia Nacional de Idiomas, un proyecto piloto de enseñanza de un idioma extranjero en la etapa Keystage2 que funciona de forma experimental desde el año 2003. Lo más destacado son los Languages Colleges, centros especializados en idiomas que llevan sus experiencia a los Specialist Colleges, centros de secundaria especializados en idiomas.

Finlandia. Por último, el caso finlandés, como en casi todo, es imposible de comparar con nadie. Finlandia tiene una larga tradición de bilingüismo, en parte debida a su antigua pertenencia al Reino de Suecia. Destacar  que las primeras experiencias de educación bilingüe se remontan a los años 80 del siglo XX, cuando se introducen en algunos centros las prácticas canadienses de inmersión. El Gobierno Central establece los planes de estudio pero la normativa existente otorga muchas competencias a los propios centros educativos. La mayor parte de los centros ofrecen estos programas en el marco del plan de estudios nacional. El inglés es el idioma extranjero más demandado. Otras lenguas optativas son el alemán, el francés y el ruso. En la segunda etapa educativa básica (de los 13 a los 15 años), y en los centros que ofrecen Enseñanza Bilingüe se imparten en una segunda lengua, ordenadas según su demanda, las asignaturas de Economía Doméstica, Biología, Geografía e Historia y Ciencias Sociales. En Bachillerato (de los 16 a los 19 años), las asignaturas que, con mayor frecuencia, se imparten en otro idioma son: Historia, Ciencias Sociales, Geografía, Biología, Química y Psicología. El número de alumnos va disminuyendo conforme avanzan en su escolarización debido a que deben afrontar un examen final de carácter estatal en finés al finalizar sus estudios. Cabe destacar que las escuelas no reciben financiación adicional por parte del Estado y que es difícil encontrar material de enseñanza en inglés, francés, alemán o ruso. El nivel de competencia exigido es el equivalente al C1 en el marco común europeo.

Tras este repaso, breve pero significativo, podríamos además reflexionar sobre la influencia de nuestros hábitos sociales y culturales a la hora de aprender una segunda lengua, tales como la inexistencia de proyecciones cinematográficas en versión original, de programas televisivos que sigan esa tónica y de un sistema bastante trasnochado, por lo menos hasta hace unos años, en la enseñanza oficial de idiomas. No menos importante ha sido el secular aislamiento de nuestro país durante décadas, donde solo un reducido grupo de privilegiados tenían acceso a viajar y conocer idiomas in situ, algo que ya ha empezado a paliar el gobierno de Rajoy enviando a cientos de jóvenes a “emprender la aventura de la emigración exterior”.

En estas circunstancias, las propuestas impositivas de conversión de nuestros centros de enseñanza en bilingües no solo son un brindis al sol, una mera política de escaparate para ocultar las miserias a que nos conducen los recortes, sino que se dan de bruces con lo que es la tónica general de la Europa con la que queremos converger y con aquella parte de Europa a la que ni podemos ni deberíamos de gastar muchas fuerzas en querer parecernos.

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*El título de este artículo juega precisamente con la traducción de “seres vivos” al inglés, living things, (seres vivientes) Uno de los temas iniciales de Conocimiento del Medio en 5º de Primaria. Más de uno que esté leyendo esto, que seguramente tenga un nivel aceptable de inglés, puede que haya traducido la expresión por “cosas vivas”; ese es uno de los inconvenientes con que nos podemos encontrar cuando no dominamos una lengua a nivel mucho más que elevado.

¡Al loro con la hora! 2 octubre 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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No, no es un trabalenguas. El título viene a cuento sobre la penúltima estupidez que se le ha ocurrido a esta panda de imbéciles que nos (des)gobierna. Desde hace semanas se nos viene machacando desde diversos medios de comunicación con la conveniencia de modificar la hora y establecer el huso horario de Greenwich, equiparándonos así a Gran Bretaña, Irlanda y Portugal; por cierto, que no se menciona a Irlanda, antaño todopoderoso “Tigre celta”.

El Congreso de los Diputados, que no tiene otra cosa mejor que hacer, ha aprobado un informe que ha sido elaborado en el seno de una Subcomisión para el estudio de la Racionalización de Horarios, la Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral y la Corresponsabilidad, constituida en el seno de la Comisión de Igualdad. La subcomisión ha estado compuesta por 15 miembros: Cuatro del Grupo Popular, tres de Grupo Socialista, dos de CiU, uno de la Izquierda Plural, uno de UPyD (el ínclito Toni Cantó) dos del PNV y dos del Grupo Mixto; además, han comparecido, a peticiones varias, cerca de unas cuarenta personas pertenecientes a diferentes ámbitos socio-laborales, académicos, empresariales, organizaciones sociales, etc. ¡Joder, ya estoy más tranquilo! Si esto del cambio horario lo van a decidir las ocurrencias de un grupo de expertos no hay nada que temer, tenemos el referente de los “sabios” que dictaminaron sobre el sistema de pensiones.

Como de lo que se trata no es sólo del estudio y análisis de la los horarios laborales y su racionalización e incidencia en la vida laboral sino también del análisis de la Ley de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, cada compareciente ha tirado por el camino que le interesaba. El objeto no obstante de la subcomisión era la racionalización y flexibilización de horarios familiares y laborales, la convergencia con Europa en este sentido y el aumento de la productividad y uno no menos loable que permita los cambios que hagan posible la realización de los ciudadanos en todos sus aspectos vitales: personal, familiar y profesional.

Es verdad que no parece del todo lógico que España se mantenga en una franja horaria (en la que, por cierto, están todos los países europeos a excepción de Gran Bretaña, Irlanda y Portugal) que no se corresponde con su situación geográfica con relación al meridiano 0º y a la que pertenece desde 1942, cuando el sanguinario dictador, general Franco, decidió también alinearse con la Alemania nazi en el tema horario (sus herederos ideológicos los hacen en otros aspectos: austeridad v.g.). Lo que resulta sospechoso es que los mismos que se niegan a condenar la dictadura franquista nos manden este subliminal mensaje como argumento de peso, entre otros, para provocar un nuevo cambio en nuestros relojes.

Leyendo el extenso informe, 86 páginas, encontramos argumentos para todos los gustos, incluidos varios powerpoint algunos con títulos tan sugerentes como Conciliar presupone regresar a Greenwich (que a mi me recordaba aquello de “Amar significa no decir nunca lo siento”). La subcomisión termina con una serie de consideraciones recogidas de las comparecencias y unas conclusiones de cosecha propia. Es en estos dos últimos puntos donde uno ya se empieza a acojonar (me disculpen el vulgarismo). Porque, claro, el fin último de la historia es elaborar una Ley que de respuesta a las necesidades supuestamente detectadas y a los objetivos perseguidos.

Y es que cuando esta panda dice que va a elaborar una ley basándose en argumentos de expertos es como para ponerse a temblar (con las que elaboran sin el concurso de la inteligencia, que son las más, también).

Vamos a ver, parece ser que la baja productividad española, la falta de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la nula posibilidad de conciliación laboral y familiar, la falta de permisos parentales y su efectiva utilización, la poca flexibilidad horaria, la irracionalidad en los tiempos de trabajo, la poca contratación, el fracaso escolar, la convergencia con Europa y la retrasmisión a deshoras de mi serie favorita de televisión, entre otros males que nos impiden realizarnos como personas plenas, conciliadas y racionalizadas y felices es debido a nuestro desapego del GMT, Greenwich Mean Time. No es debido a que tenemos un gobierno de incapaces, embusteros, corruptos y golpistas, ni a que tengamos al empresariado más fascista, trabucaire, explotador y mediocre de Europa, más cercano a las novelas de Dickens que a los postulados keynesianos, ni a que tengamos un sistema educativo que es utilizado como arma arrojadiza en defensa de intereses de clase mezquinos y espúrios, no. Tampoco tiene que ver que la Reforma Laboral del gobierno del PP (y de la Virgen del Rocío) haya desestructura el tejido productivo, aumentado el número de personas desempleadas hasta cerca de los 6 millones, que esté obligando a nuestros jóvenes a emprender “aventuras” por esos mundos de dios, llevándose consigo su inteligencia y su fuerza de trabajo, ni que se haya abandonado a nuestros mayores a una agonía infinita, desamparados y vilipendiados, obligados a pagarse las medicinas con pensiones de miseria, ni que se esté destruyendo la sanidad pública, la educación pública, los servicios de atención a la dependencia, no. Tampoco que los constantes ataques del Gobierno de Rajoy al Estado del Bienestar, o lo que queda de él, estén dejando a los trabajadores y trabajadoras sin la mayoría de las conquistas sociales que tanto costó conseguir, que se esté difamando a los sindicatos de clase, dejando a los trabajadores y trabajadoras sin su legítima representación, no.

Parece que todo es debido a nuestro desfase horario con el meridiano 0º. Pues eso se avisa ¡hombre de dios! Atrasamos la hora y ya está. Porque ¿Me puede alguien explicar por qué el horario británico, el irlandés, el marroquí y no digamos nada del portugués son mejores que el que tenemos aquí? ¿Qué pasa, que los portugueses viven en el mejor de los mundos posibles porque tienen horario GMT? Pero, es que si de lo que se trata es converger con Europa en racionalidad, productividad y demás, habría que recordar que, salvo los mencionados ya, el resto de Europa, incluida Francia y la querida y envidiada Alemania de la Führer Merkel, tienen el mismo uso horario que España. Vamos a ver, ¿De verdad hay alguien que se tome en serio esto? Estoy seguro que verdaderamente nos toman por idiotas.

Me dejo para el final algo que me toca en lo profesional. Se trata de la consideración que se hace en el informe sobre la jornada escolar. Resulta que mientras que todas las consideraciones y conclusiones que se refieren a cualquiera de los temas tratados establecen un grado de ambigüedad e indefinición considerable que no pasa de los consabidos “se estudiará”, “se debería tender hacia…”, “sería necesario” y similares, cuando se refiere a la jornada escolar, la rotundidad de las consideraciones y conclusiones no dejan lugar a la duda. La jornada escolar continua es perjudicial para nuestros hijos e hijas. Reza el informe que “la jornada continua no se considera adecuada ni para la conciliación, ni para la igualdad de género, ni para atender las necesidades de los menores. Es necesario adaptar tanto los horarios, como las vacaciones y el resto del calendario escolar a las jornadas de trabajo. Se propone, que los escolares empiecen un poco más tarde y se establezca la jornada partida. La oferta de servicios complementarios o extraescolares, las aulas matinales y los comedores escolares son igualmente claves para la conciliación».

Resulta chocante este párrafo ya que a continuación, en un apartado sobre organización del tiempo y el espacio de trabajo se afirma que la jornada continua es beneficiosa para la conciliación y racionalización e incluso la propia salud del individuo. A ver si me aclaro. Si se recomienda la jornada continua en el trabajo para los progenitores, con apenas una hora para comer sin abandonar el puesto de trabajo (el informe no dice si las cadenas con las que te piensan sujetar las tienes que poner tú o las pone la empresa), ¿Quién va a llevar a los nenes y a las nenas al cole cuatro veces en el día? ¿Van a dar las empresas permiso a los papás y a las mamás? ¿Se responsabilizará de eso la “chica”? ¿Dotarán a todos los centros escolares de comedor para todo el alumnado? ¿Quién lo va a pagar?

Por otro lado, algunos de los “sabios” comparecientes que imparten doctrina sobre el tema como la Sra. Marina Subirats, catedrática de sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, dejan caer opiniones que inducen a pensar que la adopción de la jornada continua en los centros de enseñanza ha sido algo impuesto y es una cuestión de querencia corporativa que solo satisface a los maestros (una fijación constante de la insigne socióloga, ex-Bandera Roja, ex-PSUC y que ha desempeñado altos cargos institucionales como militante socialista ).

Hablo por lo que sé. Cuando en la Región de Murcia se optó por implantar este modelo de jornada (ampliamente contrastadas sus virtudes en otros países), servidor participó en las negociaciones entre Administración y sindicatos como uno de los representantes de la Federación de Enseñanza de CCOO. El modelo fue debatido hasta la saciedad, explicado pormenorizadamente al profesorado, a los padres y a las madres y se sometió a consulta en todos y cada uno de los centros donde se pretendía establecer y entre todos los miembros de la comunidad educativa.
El voto de los padres fue mayoritaria y abrumadoramente favorable a la propuesta de cambio de modelo de jornada, a pesar de que la Administración, ya en manos del PP, practicamente se desentendió de la financiación de las actividades extraescolares, haciendo recaer la misma en las respectivas AMPA de cada centro. Hoy en día, la totalidad de los centros públicos de la Región de Murcia tiene implantado este modelo y el grado de satisfacción de padres y madres es absoluto. Les permite estar con sus hijos más tiempo, las actividades ofertadas de manera obligatoria y recibidas de manera voluntaria son también evaluadas muy positivamente y el alumnado rinde más que con el anterior modelo de jornada partida.

Solo quien no ha pisado un aula y analiza el hecho educativo desde la cómoda poltrona de la cátedra universitaria es capaz de aventurar consideraciones y análisis (con intención de que se plasmen en leyes) como los que se vierten en este informe. Solo quien ha vivido la docencia con el anterior sistema de jornada partida sabe del bajo o nulo rendimiento del alumnado en las horas vespertinas, que luego se alargaba considerablemente con actividades de todo tipo, amén del descontrol que representaba para las familias. La enfermiza paranoia que estos sesudos pensadores despliegan desde hace tiempo hacia las etapas educativas no universitarias les lleva a hacer afirmaciones que sobrepasan el ridículo, como cuando establecen una relación causa efecto entre el fracaso escolar y las, según ellos, pocas horas de permanencia del alumnado en los centros escolares ¡Viva la sociología cuantitativa! Está visto que para estos individuos e individuas, tan alejados de la sociedad que dicen estudiar como la propia sociedad está alejada de ellos, el sistema educativo no universitario sigue siendo considerado como un inmenso garaje donde “aparcar” cuanto más tiempo mejor a nuestros hijos e hijas.

Vuelvo, además a repetir algo que ya en su momento defendimos quienes esto negociamos: La jornada laboral del profesorado, en este caso de Infantil y Primaria (el profesorado de Secundaria hace años que solucionó esto) no tiene porqué coincidir con la jornada escolar. Tiene guasa que se preconice un modelo de jornada continua para todos los trabajadores y trabajadoras y a los y las docentes no se nos permita participar del mismo, negándonos de antemano y por ley nuestro derecho a negociar nuestras condiciones laborales.

Pero a fin de cuentas hay algo que resulta paradójico en todo este contradiós. Algunos comparecientes lo exponen, es cierto: En estos momentos lo importante es la creación de empleo, la recuperación de la actividad laboral destruida que está llevando a la desesperación a cientos de miles de familias y empobreciendo el país a pasos agigantados, retrocediendo décadas de avances sociales y tirando por la borda el potencial de una generación de jóvenes que se ven abocados a la emigración y al trabajo basura en el mejor de los casos.

En esta situación, el plantear estas cuestiones del cambio del modelo horario es un insulto a la inteligencia, una burda burla, una agresión más de estos serviles del liberalismo zafio y ramplón que además cuentan con el paraguas “intelectual” y la coartada académica de quienes se prestan a sus vergonzantes iniciativas.
Nuestros representantes políticos deben tener como objeto sacar adelante leyes que respondan a necesidades reales de la población, que den respuesta a problemáticas de perentoria resolución. Que yo sepa, no he visto a nadie pedir a gritos que volvamos a un huso horario determinado, no he visto a nadie manifestarse a favor de la GMT. Sí he visto a cientos de miles de personas clamar por sus derechos mancillados, manifestarse en defensa de una educación y sanidad públicas, en contra de la Reforma laboral, en contra del recorte de las pensiones y de la ley de Dependencia… He visto a cientos de miles de personas luchar por su dignidad. Claro que a lo mejor todo esto responde a las demandas de la “mayoría silenciosa”; pero, esto nunca lo sabremos, como es evidente.

Pues nada, ya sabéis, tomemos nota no sea que luego pase lo de siempre y entonces solo nos quede el refrán… ¡A buenas horas mangas verdes!

NOTA: De Guindos y el resto de la cuchipanda gubernamental están entusiasmados con el tema; con que, ¡al loro! No vaya a ser que nos pillen con la hora cambiada… una menos en Canarias.

El porqué una nueva Ley de Educación 19 May 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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Quien piense que Rajoy se equivocó nombrando a algunos de los ministros y ministras de este su primer (y esperemos que último) Gobierno, está muy equivocado. No podían ser otros. La mezcla de estulticia y mala baba está pensada al milímetro. Es el mejor equipo para acometer la empresa que les han ordenado sus patrones. Los mercados, por medio de la troika y su cancerbera, Merkel, tienen en De Guindos y Montoro a sus más leales servidores; ellos están siendo los encargados de desmantelar y empobrecer el país a mayor gloria del capital. Cuando acaben con su misión, habremos retrocedido más de treinta años en niveles de renta, la clase media se habrá empobrecido hasta lo inimaginable, con la consiguiente reducción del consumo interno; la clase obrera, las clases trabajadoras, se habrán lumpemproletarizado convirtiéndose en un excelente caldo de cultivo para derivaciones xenófobas e insolidarias y en granero de votos para opciones populistas en el mejor de los casos, cuando no declaradamente fascistas. Por el contrario, ese uno por ciento de ricos y poderosos va a seguir siendo más ricos y poderosos, con lo que ello significa (hace unos días, un medio de comunicación hablaba sin rubor del mantenimiento, y crecimiento en algunos casos, del “mercado del lujo”; el único al que no afecta la crisis). Claro, el dinero no desaparece en tiempos de crisis, sólo cambia de manos. El Pacto de Rentas que estuvo en la base de la construcción del Estado del Bienestar ha saltado, junto con este, hecho añicos.

Por otro lado, el empresariado decimonónico y trabucaire español, y el nacionalista de diverso pelaje también, ha obtenido su recompensa de la mano de una reforma laboral que ha dejado sin empleo en los últimos 16 meses a más de un millón de personas. Esa reforma de la que dice sentirse tan orgulloso el presidente del Gobierno; y no es para menos: en menos de dos años se ha cargado todos los derechos laborales y sindicales por los que se ha estado luchando desde la dictadura y, después, durante los últimos treinta años; se ha reducido a papel mojado la fuerza del convenio colectivo, se están desestructurando a pasos agigantados las relaciones laborales, reduciéndolas cada vez más a los criterios arbitrarios e impositivos de patronales sin escrúpulos. Y todo ello capitaneado por una ministra que parece salida de una película de Berlanga y que pasará al Olimpo de la idiotez por méritos más que sobrados (capote de la Virgen del Rocío incluido).

Paralelo a ello corre el desmantelamiento de la sanidad pública, hasta hace nada espejo donde se miraban países mucho más desarrollados que el nuestro. Un sistema universal, gratuito y de calidad que le daba sopa con honda a lo privado y que está siendo atacado con saña, porque no es posible que las clases populares puedan tener acceso a una sanidad de calidad en igualdad de condiciones que quienes siempre la han tenido asegurada. ¿Alguien piensa que elegir para la misión a una señora apellidada Mato es una casualidad?

Pero nada de lo anterior tendría sentido si al tiempo no se destruye el sistema educativo, labor para la que se ha elegido al “Torete Wert”, un individuo pagado se si mismo, zafio, colérico, provocador e indocumentado, un liberal, vamos. Para que la derecha, como brazo armado y expresión política del capital, cumpla con su cometido histórico necesita establecer un sistema educativo en el que el poder pueda sentirse cómodo, que le permita acceder al conocimiento en exclusividad y, por lo tanto, sin competencia; ¿el hijo del obrero a la Universidad? Pero ¿qué ocurrencia es esta?.

A pesar de todos los pesares, este país nuestro se ha ido dotando de un sistema educativo público, que si bien deja mucho que desear, ha permitido reducir y mucho las diferencias de clase que existían hace poco más de treinta años. No solo se ha universalizado la educación sino que, y porqué no decirlo, se ha prestigiado y dotado de niveles de calidad impensables hace unas décadas. Es verdad que queda mucho por hacer. Es verdad que la reforma más ambiciosa de nuestro sistema, la LOGSE, nació con un déficit de financiación que malogró algunas de sus más brillantes aportaciones y que tras ella se han dado más palos de ciego que otra cosa.

Los recurrentes estudios comparativos entres sistemas, tipo PISA, incurren en lagunas y establecen comparaciones donde no se debiera comparar; pero aciertan y son contundentes en algo: Allí donde más se invierte en educación y esta es abrumadoramente pública, allí donde mejor se valora al profesorado y se le reconoce y remunera decentemente es donde mejores resultados se obtienen (Hace poco leía unas declaraciones del gran pedagogo, enseñante y dibujante, Franceso Tonucci, FRATO, que decía que si “la escuela no es pública, no es escuela”).

De estas cuestiones no se habla, ni se hace referencia. Se habla de fracaso escolar y abandono del sistema; un mantra que va calando. Estos discípulos aventajados de Goebbels han aprendido muy bien la lección: “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, “La fiesta se ha acabado” (¿Había alguna? porque yo no me he enterado), “El despido es muy caro en España”, “Tenemos un mercado laboral muy rígido”… axiomas que repetidos mil veces van calando en una sociedad que se desayuna con las finales coperas y el chascarrillo de bar. Pero nadie habla ni hace referencia de lo que ha significado en esta última década, en concreto de 1997 a 2008, la “llamada del ladrillo” para decenas de miles de jóvenes que atraídos por el dinero fácil abandonaban los estudios. ¿Fracaso escolar? No; fracaso social. Y los mismos que han estado detrás de la burbuja inmobiliaria, los mismos que han apoyado y promovido la especulación urbanística y el dinero fácil desde sus posiciones de poder político son los que ahora braman por un cambio de sistema educativo con el bastardo argumento de la “calidad”.

Hasta hace poco era lugar común el referirse a la generación de estudiantes, ya licenciados y licenciadas, que ha dado este país en los últimos veinte años como la generación mejor preparada de la historia de España (y sus comunidades). Vemos, incluso, como quienes en su día se marcharon al exilio investigador habían regresado dadas las oportunidades que empezaban a abrirse en la hasta hace poco oscura y analfabeta España; conocemos con orgullo como jóvenes investigadores, que se han formado en la España de la LOGSE, encabezan y trabajan en proyecto de capital importancia científica. A qué entonces tanto ladrido y esa imperiosa necesidad por acabar con el actual sistema educativo. Es muy sencillo. Se necesita mano de obra indocumentada, iletrada, fácil de someter para los planes del “nuevo reparto internacional del trabajo”, ese que ya nos tiene reservado un puesto como país de servicios tercemundista y mano de obra barata y sin cualificar; una vuelta a los ’60. Pero, además, se necesita adoctrinamiento y sometimiento ideológico. La criminal Conferencia Episcopal española estaba que rabiaba con tanto “laicismo y relativismo” que crea ciudadanos críticos y por lo tanto alejados de la superchería y el sectarismo dogmático de quienes se definen como católicos; es decir, “universales y auténticos”. “Hay que volver a llevar las sotanas a las aulas”, seguro que escupe más de uno al tiempo que se abrocha el disfraz de cuervo con bragueta interminable.

Esta nueva Ley para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza (LOMCE) es la ley que necesitaban los curas y las patronales. Es una ley que va a consagrar y subvencionar la segregación, la mercantilización y el adoctrinamiento; es una ley recentralizadora y es una vuelta al pasado más lejano.

Pero ¿de verdad hay alguien que piense que se gana en calidad de enseñanza aumentado las ratios, segregando al alumnado, devaluando la Formación Profesional, reinstaurando las reválidas y dándole a la superchería religiosa católica rango de asignatura fundamental, equiparándola a las matemáticas o la lengua?

Por eso es necesaria una ley de educación, para acabar bien el trabajo emprendido, que no es otro que la destrucción sistemática y total del Estado Social y de Derecho. Se deja a los padres y madres sin empleo gracias a la Reforma Laboral (ya vendrán después los minijobs y los contratos basura), se empobrece a la población, se eliminan prestaciones y se reducen las pensiones de los abuelos por debajo de la subsistencia en el horizonte de su cercana privatización, se cercena la sanidad pública y se remata la jugada con una ley que acabará privatizando la enseñanza y llevando de nuevo la cruz a las escuelas. Os pensabais que 1984 y Fahrenheit 451 eran obras de ficción; pues no, simplemente premonitorias.

¡Joder, Mariano, qué bien lo estas haciendo, barbián!

“Tengo orugas, escarabajos, tengo mosquitos, tengo de to” 14 May 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos, Opinión.
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¿Os acordáis de aquel anuncio televisivo en el que un camarero respondía al cliente que le preguntaba que qué tenía con esta cancioncilla? “Teeeengo gambas, tengo croquetas, tengo chopitos, tengo jamón…”; bueno, pues parece que en unos años no será raro encontrar a quien nos recite en un restaurante, o un bar algo similar pero con una letra que bien podría ser esta: “Teeeengo escorpiones, escarabajos, moscas, orugas, tengo mosquitos, tengo de to”.

No, no se me ha ido la pinza. Esta mañana, cuando me dirigía al cole, la radio daba la siguiente noticia: “Naciones Unidas propone comer insectos para combatir el hambre. Expertos de la FAO (Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación) insisten en un documento que comer insectos podría ser la solución al hambre en el mundo, la obesidad de los países desarrollados y al medio ambiente”. ¡Toma castaña!; perdón, quería decir ¡Toma ciempiés!

He de reconocer que he pasado una mañana horrible. Cuando llegué a clase, les comenté la noticia a mis alumnos y alumnas de 5º de Primaria; ni que decir tiene que alguno ha estado a punto de echar la pota. La cosa se ha complicado en el recreo, cada vez que le daba un mordisco a mi bocata de chorizo me imaginaba comiéndome uno de gusanitos y escarabajos escabechados.

Cuando he llegado a casa, me he puesto a profundizar en la noticia. Prácticamente todos los medios de comunicación se han hecho eco de la misma en mayor o menor medida. Después de darnos la ración de alarma mundial sobre los desastres que se nos avecinan en treinta o cuarenta años, parece que en 2050 habrá serios problemas para alimentar decentemente a los cerca de 9.000 millones de habitantes que tendrá este planeta y la organización mundial llama la atención sobre la imposibilidad de aumentar, por insostenible, la superficie cultivable, se nos empiezan a dar todo tipo de detalles sobre la cantidad de proteínas, vitaminas, minerales, fibra y grasas saludables que tiene la ingesta de bichos. Además, algunos medios indican el porcentaje en el que son consumidos en algunos países, fundamentalmente de Asia y África, las orugas, saltamontes, cochinillas, chinches, escorpiones, abejas, hormigas, libélulas, moscas… Nos indican los autores y autoras del estudio que esto, lo de la comida, es una cuestión cultural y lo que en unos sitios produce nauseas, en otros es un manjar exquisito. Vale.

Pero hay una cosa que me ha llamado poderosamente la atención, el estudio señala que la cría, recolección y venta de insectos puede ser un “buen negocio”; dicen textualmente: «La recolección de insectos y su crianza a nivel del hogar o la escala industrial puede ofrecer importantes oportunidades de subsistencia para las personas, tanto en países en desarrollo como en países desarrollados», y añade: «En los países en desarrollo, los miembros más pobres de la sociedad pueden participar en el recolección, el cultivo, el procesamiento y la venta de insectos. Estas actividades pueden mejorar directamente sus propias dietas y proporcionar ingresos en efectivo a través de la venta de los excedentes de producción». Y aquí me he empezado a preocupar, o mosquear, dado el caso.

A ver si nos entendemos. Parece que se vislumbra un “bisnes” y ¿nos quieren hacer creer que de ser esto así va a beneficiar a los más pobres? ¿Estamos tontos? Aunque si leemos con detenimiento observaremos que no se indica en manos de quién estará el control del tinglado.

Se da la circunstancia de que en estas zonas donde es común comer insectos (no más de dos millones de personas lo hacen de manera habitual), se hace como cuando aquí comemos pipas o tomamos aperitivos (perdonadme la frivolidad). Son zonas donde las hambrunas están a la orden del día, ya que sus alimentos principales: arroz, mijo… se ven afectados regularmente por sequías o ciclones. Además, de un tiempo a esta parte, las grandes compañías de hidrocarburos y combustibles han comenzado a apropiarse de inmensas zonas cultivables en Asía, África y América del Sur para cultivar cereales que serán utilizados para…¿resolver el problema del hambre?, no, para producir “biocombustible”; es lo que ocurre cuando el capital se hace ecologista.

Anécdotas y chistes aparte, habría que reflexionar sobre la impunidad y sinvergonzonería con la que cada vez más nos sorprenden quienes toman decisiones y dirigen esto. Me estoy imaginando a la ministra Báñez, tras encomendarse a la Virgen del Rocío, recomendarnos la cría y recolección de cucarachas en plan “mini Job”; total un país que durante cerca de treinta años estuvo quitándose piojos a dentelladas algo de experiencia tiene que tener en el tema. O a Montoro incluyendo la cría de moscas como desgravable en la declaración de Hacienda. O a De Guindos recomendando a los bancos que se den créditos para la cría del escarabajo pelotero.

En fin; no sé porqué, pero en estos momentos me viene a la cabeza aquel dicho de que “si la mierda fuera oro, los pobres nacerían sin culo”.

PD: ¿Qué os apostáis a que los “Hermanos Roca” no tardan en componer una sinfonía gastronómica a base de bichitos y demás parientes? Al tiempo.

 

 

 

 

Encumbrando la tontuna 1 May 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Artículos.
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A principios de semana, la revista “Restaurant”, en un acto celebrado en la sala Guildhall de Londres, desveló la lista de los mejores 50 restaurantes del mundo. El Celler Can Roca, restaurante regentado por los hermanos Roca, Joan, Jordi y Josep, ha sido elegido en primer lugar, desbancando al danés Noma (hace unos dos meses, saltó la noticia de que 63 personas habían sufrido una intoxicación estomacal tras comer en el mencionado restaurante). Noma, a su vez, había relevado del podio en 2010 al archiconocido (y no por frecuentado) El Bulli, del ubicuo e ininteligible Ferrán Adriá.

Como seguro que convendréis conmigo, esta es una noticia absolutamente relevante en el actual estado socio-económico-laboral por el que atraviesa nuestro país.

Un día antes de tan magno y trascendental acontecimiento, el domingo, 28 de abril, “El País Semanal” nos traía en su sección de gastronomía un reportaje sobre el quehacer de los hermanos Roca (advierto para quien no lo leyese que dicha sección se incluía en otra más genérica titulada “Lujo”). Bajo el epígrafe Ensayo en la mesa se nos cuenta casi de manera exotérica y secretísima el último proyecto de los cocineros catalanes “El Somni”, un menú de 12 platos para “doce selectos comensales”, según el redactor del reportaje, Xavi Sancho. Una especie de experiencia multidisciplinar: música, poesía, ciencia, tecnología… Además, para dar empaque se citan a los corresponsables de tan determinante iniciativa: poetas, directores de cine, lingüistas, pintores y, pásmate, unos robots músicos: los Pollywogs. Tengo que reconocer mi ignorancia, de todos los nombrados sólo me suena el director de orquesta y músico, Zubin Mehta.

Si lo he entendido bien, vuelvo a decir que es bastante críptico, de lo que se trata es que mientras que vas comiendo una serie de platos totalmente imposibles, un “mándala de flores” como postre o una “Péchuga de pichón con mole pueblano, rosas y fresas a la brasa”, te van “dando la brasa” con proyecciones de realidad aumentada, proyecciones holográficas, músicas varias y el omnipresente Carlos Fesser al piano.

La idea es, al final, “democratizar el producto” para que algunas grandes empresas lo lleven como experiencia a sus clientes y empleados???, según uno de los “hermanos”. Vale.

Comer en el afamado Celler Can Roca suele salir por unos 165 euros del ala; ¡Que tres estrellas Michelín son casi una costelación, oiga!

Y yo me pregunto: Esta gente ¿Vive aquí o están de paso? Porque, mire usté, que diría aquel, ¿se puede ser más obsceno? ¿Es de recibo que en un país de 6.202.700 personas en paro se prodiguen imbéciles que hagan semejantes alardes de lujo y necedad?¿Quiénes van a ser los elegidos para probar semejantes engendros culinarios?

Siempre he pensado que todo en este mundo debe cumplir una función social. No concibo el arte aséptico, ni la ciencia, ni la historia, ni la gastronomía.

Quienes me conocéis sabéis que soy un entusiasta de la cocina, del buen comer y mejor beber. Me apasionan los fogones, trabajar la materia prima que tengo al alcance, ya sea carne, pescado, hortalizas o legumbres, especias, condimentos… ver como todo se ensambla, se fusiona, se mezcla, se trasforma y, al final, conforma un plato que pones delante de tus amistades y estas, tras probarlo, te miran, ponen los ojos semientornados y te dicen: ¡Joder, qué bueno que está esto!, o no. Creo en la cocina con fundamento, con enjundia, potente. Es verdad que también me gusta descubrir sabores, texturas, olores, colores… Pero, tonterías las justas.

Dudo mucho que quienes se sientan delante de las “creaciones” de estos nuevos gurús de los fogones experimenten esa sensación. Yo les suelo llamar “sacabarrigas”; otros les llaman “snobs”. A fin de cuentas, idiotas que me recuerdan ese cuento infantil de Andersen, “El traje nuevo del emperador”.

Claro que mientras se siga encumbrando la tontuna, todo es posible.

Hace unos años, en plena efervescencia de la llamada “Nueva cocina”, también el semanario de El País llevó a sus páginas un reportaje en el que uno de los “nuevos cocineros” nos deleitaba con una creación que le había llevado un par de años elaborar. Creo recordar que se trataba de un “Huevo de gallina de corral (¡Hostias! Menos mal que no era de gallo) cocido a baja temperatura con su textura y aroma de trufa”; o sea, lo que viene siendo un huevo pasado por agua. A raíz de aquel reportaje, envié al susodicho semanario una carta, que me publicaron (y que si consigo encontrar entre mi caos documental, la traeré a este blog) y en la que bajo el título de “Alimentarnos con filosofía”, llamaba la atención sobre la deriva de nuestra cocina. De aquellos polvos, estos lodos.

 

Esto se llama… ¡ESTUPIDEZ! 21 abril 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Opinión.
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Para qué esperar cuarenta o cincuenta líneas de explicaciones y reflexiones para llegar a una conclusión que cae por su propio peso (o por la fuerza de la gravedad): Nos gobierna una panda de estúpidos. Así de claro.

Repasando el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, DRAE para los amigos y amigas, a propósito del significado del adjetivo ‘estúpido/a’, nos remite a “necio, falto de inteligencia”, al tiempo que lo relaciona con otros con los que comparte campo semántico: Idiota, imbécil, lelo, alelado, escaso de razón, tonto, corto de entendimiento, débil… U.t.c.s. (Úsese también como sustantivo)

Todos y cada uno de ellos definen de manera clara y meridiana a nuestros gobernantes. Es rara la semana que no nos regalan con alguna estupidez o imbecilidad o tontuna propia de su condición. Una de las últimas ha sido la vomitada por la ministra Báñez, claro que hay quien dirá que viniendo de semejante personaje no tiene mérito; es lo menos que se puede esperar de quien confía la salida de la crisis a la “mejor embajadora que tiene este país, la Virgen del Rocío”. Pues dice esta señora, a propósito de la sangrante y dramática salida de jóvenes al exterior (del país, se entiende) buscando las oportunidades que aquí se les niegan, que eso se llama “movilidad exterior”. Creo recordar que fue ella también la que dijo que esta situación no era preocupante, ya que obedecía al “espíritu aventurero” y nunca saciado de emociones que caracteriza a la juventud.

Otro que no se anda con rodeos, el orondo ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el inefable Arias Cañete, nos recomienda comer yogures caducados y darnos duchas de agua fría. Como recordaréis, este es el tipo que cuando la “Crisis de las vacas locas”, y siendo también ministro del ramo, recorrió el país dándose atracones de zancarrón y estofado de ternera (a ver si al final lo de la encefalitis espongiforme va a ser verdad).

De las ocurrencias del titular de Hacienda, señor Montoro, cada vez que nos quiere inocular una nueva dosis de veneno curativo, o del perspicaz y sagaz De Guindos, cada vez más optimista, un lince, el chaval; qué queréis que os diga, son la versión chunga de los Hermanos Tonetti.

Tampoco le van a la zaga ese tándem formado por Soria y Margallo, a la sazón ministros de Industria y Exteriores, respectivamente. Dan la impresión de estar siempre dispuestos a mandar alguna fragata a bombardear a quien ose tocar un solo céntimo de los intereses de las compañías monopolísticas españolas en el extranjero. Todavía tienen que estar sudando de miedo la presidenta argentina y el presidente boliviano después de ver sus actuaciones, más cercanas a los sketch de Tip y Coll (y que me perdonen, Tip y Coll, claro, allá donde estén) o del irrepetible Gila, durante los procesos de nacionalización y expropiación de intereses petrolíferos. Oye, y que serios y circuspectos que aparecen.

Otros tienen menos gracia. El responsable de Interior, señor Fernández, seguramente tras su reconversión al “camino ecuménico” se ve en la obligación de recuperar el tiempo perdido y nos regala con toda suerte de mamporrazos, filmaciones, detenciones arbitrarias y otras tantas lindezas para meter en cintura a una población cada vez más harta e irritada (perdonad que no utilice el término ‘indignado’, me cansa).

O el otro chico amante del cilicio y golpe en el pecho más comunión diaria, el Beato Gallardón, de Justicia él. Hay que reconocerle un valor: Ha sido capaz de poner en pie de guerra contra sus medidas a toda la judicatura, magistrados/as, abogacía, asociaciones varias… y nos va a hacer retroceder 30 años en cuanto se apruebe su Ley del Aborto (que no es otra que la de la Conferencia Episcopal). Si alguien pensaba que este chico pijo de familia bien era la “esperanza progre” frente a la otra “Esperanza” en las filas populares, que se vaya bajando a la realidad.

No desmerece tampoco Wert, el ministro de (des)Educación. Lo que ocurre es que este es zafio, grosero, provocador… Lo que viene siendo un talibán (a mi me gusta más llamarle “Gurka”) de su señorito Rajoy. Un tipo que antes de estar en la SER (¡Qué ojo tuvo Francino!) no lo conocían ni en su casa a la hora de comer y que va buscando su canonización vía cesión de privilegios a Rouco y sus secuaces. Si con Gallardón vamos a retroceder 30 años en conquistas sociales, con Wert volveremos a la Ley Villar Palasí, y con suerte.

Se me acaba el “Bestiario”. De la Mato, ministra de Sanidad (y me da vergüenza decir lo de Servicios Sociales, y mucho más lo de Igualdad), no se podía esperar mucho más, con ese apellido y titular de Sanidad; ¡joder! Si es que lo ponen a tiro. Además, debe andar muy ocupada revisando los “Jaguar” de su garaje, no vaya a ser que se encuentre uno nuevo y no sepa de dónde ha salido: Quizá de  debajo de una tonelada de confetis.

Claro que hay ministras que pasan, o intentan pasar desapercibidas, como la Pastor, de Fomento, lo que no quiere decir que no entre en la lista; que entrar, lo que se dice entrar, entra. Lo que ocurre es que es de las silenciosas, de las que dejan que el trabajo sucio: AVE, privatizaciones, etc. lo hagan otros.

Otro tanto ocurre con el chico de las bombas, el ministro de Defensa, señor Morenés, industrial del ramo (o habría que decir “racimo”). ¿Alguien lo ha visto últimamente?¿Existe o es una entelequia? Bueno, tuvo alguna ocurrencia con la Virgen del Pilar, de esas que tanto gustan a los milicos; pero no voy a repasar ahora en Google.

Y a continuación, con todos ustedes, la inefable, la asombrosa, la inabarcable, la única… señora De Cospedal, la Cospe, la mujer que ha revolucionado el derecho laboral, la rueda de prensa, el “…y tú, más”. La que viene siendo una «retribución en diferido de lo que es una simulación… efectivamente…» de lo que debiera ser una persona democrática. Pues eso.

Del durmiente o plasmado, y de la “bocas”, perdón, de la señora que nos da el parte de guerra todos los viernes, no hablo; ¿Para qué?

Veis lo que decía al principio. Para que escribir 87 líneas si con tres ya estaba claro.

Ni paz ni descanso 11 abril 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Opinión.
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El pasado lunes, 8 de abril de 2013, murió Margaret Thatcher, quien fuera Primera ministra de Reino Unido desde 1979 a 1990. Hoy, el mundo, nuestro atribulado y maltrecho mundo, huele un poco mejor.

Parece obligado el que cuando muere un personaje más o menos público, más o menos conocido, con mayor o menor, o ninguna, proyección, nos sintamos obligados a entonar un “Descanse en paz” como expresión de respeto, las más de las veces impostado. Y yo me pregunto ¿por qué respetar en la muerte a alguien por quien no se ha sentido respeto en vida? ¿Por qué respetar a quien no respetó?

Thatcher fue un personaje nauseabundo desde sus comienzos, un ser abyecto, intelectualmente mediocre, políticamente indecente; pero fue un fiel y eficiente perro guardián de los intereses de clase del Gran Capital. Toda su vida política activa estuvo al servicio de un único ideal: La destrucción de los logros que la socialdemocracia británica y europea habían conseguido tras décadas de luchas obreras. Fue un ser antisocial, porque no creía en la sociedad, entendida esta como un cuerpo organizado, solidario e igualitario, como comunidad de intereses que persiguen el bien común, la justicia social. No creía en el ciudadano, creía en el “individuo-consumidor”, guiada por el sacrosanto mantra calvinista de la predestinación, que considera el enriquecimiento como señal inequívoca de la salvación eterna.

Resulta paradójico que la derecha, tan reacia a cualquier revolución, la tilde de “revolucionaria”. Thatcher fue todo lo contrario, no podía ser de otra manera; lo suyo era la involución. Todas y cada una de las medidas que adoptó, no sólo cuando ya era Premier británica sino también en su época de ministra de Educación, fueron encaminadas a destruir a los más débiles, a legislar contra los más necesitados , a anular logros y conquistas sociales, laborales y económicas. A menudo, interesadamente, pasan desapercibidos algunos de sus “logros y ocurrencias”. Algunas “perlas”:  En 1961, se opuso a la postura oficial del Partido Conservador cuando votó a favor de la restauración del birching (tipo de castigo físico) en las escuelas. En una conferencia del Partido Conservador de 1966, juzgó a las políticas de aumento de impuestos del Partido Laborista como un avance «no sólo hacia el socialismo, sino también hacia el comunismo». Como ministra de Educación del Gobierno de Heath, 1970-1974, impuso recortes del gasto público en el sistema educativo estatal; como resultado, se suprimió la leche gratuita para los alumnos de entre siete y once años, siendo conocida como “Margaret Thatcher, Milk Snatcher” (Ladrona de leche).

Líder absoluta de los Tories, tras enfrentarse a quien había sido su jefe de filas, Heath, y derrotarlo, se convirtió al tiempo en el rostro del movimiento económico opositor al Estado del bienestar basado en el keynesianismo, el Institute of Economic Affairs (IEA), un “Think Tank”  que creían que el Estado del Bienestar estaba debilitando a Gran Bretaña. Los panfletos del instituto proponían menos administración, impuestos más bajos y más libertad para los negocios y los consumidores.

Con estos antecedentes, y ya como Primera ministra, se empleó a fondo en su objetivo: La destrucción del Estado del Bienestar. Su política económica influenciada por el monetarismo de la “Escuela de Chicago” que su gran amigo Pinochet había llevado hasta sus últimas consecuencias en Chile, la privatización de todo lo público, la destrucción de los sindicatos (En 1984, en un discurso, llegó a considerarlos “más peligrosos para la libertad” que los enemigos con los que había tenido que luchar en Las Malvinas), la política impositiva, plasmada en el famoso “poll tax”, los ataques sin cuartel al Sistema Público Sanitario… Todo un “rosario de reformas o ajustes” como lo definiría nuestro “plasmado” Presidente Rajoy, digno emulador de aquella. Dio inicio, además, levantando restricciones hasta entonces imperantes en la City, a las políticas especulativas y operaciones financieras que nos han llevado a donde estamos en la actualidad.

Sólo el enfrentamiento con Argentina por la disputa de Las Malvinas y la victoria sobre la Junta Militar (Probablemente muy a su pesar) le salvaron de salir precipitadamente del Gobierno.

La década de los ’80 fue una década ominosa para Gran Bretaña, las consecuencias son visibles hoy en día en todos los órdenes: desregulación laboral hasta llegar a la individualización de las negociaciones sobre condiciones de trabajo, una sociedad dividida, un sistema sanitario público destruido que tiene que buscar fuera lo que antes tenía en casa, una educación pública subsidiaria de la privada.

El legado de Thatcher es el catecismo de nuestros gobernantes, de la “Troika” criminal que está condenando a la pobreza a la mayoría de la población del Sur de Europa, de estos nuevos “golpistas” enfundados en trajes de Armani. No podemos negarle el haber sido discípula aventajada del liberalismo más feroz y criminal y espejo donde se miran quienes hoy rigen los destinos de Europa.

Su muerte es por tanto motivo de júbilo y satisfacción, como lo ha sido la de otros que la precedieron: Franco, Pinochet, Fraga…Y como lo será la de quienes ahora la emulan.

Su muerte nos alegra y regocija en medio de tanta zozobra y frustración, en la certeza de que ni encontrará descanso ni paz, solo putrefacción y olvido. AMEN

 

 

 

 

Donde las dan las toman 15 enero 2013

Posted by Antonio Rubio Calín in Uncategorized.
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Este corto de animación, realizado con tecnología Flash, fue presentado en el Acto Inaugural del 10º Congreso Regional de CCOO Región de Murcia, celebrado en Cartagena durante los día 11 y 12 de enero de 2013.

Sotoca 0.0 18 diciembre 2012

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A principios de 2010, y siguiendo las consignas de Génova de que al “enemigo ni agua”, el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Murcia, por medio de su fiel servidor el consejero de Educación, Formación y Empleo, Constantino Sotoca, renunció a cuatro millones de euros en dotación para el programa Escuela 2.0. Esto supuso el que la totalidad del alumnado de 5º de Primaria y 1º de ESO no pudiese acceder al proceso de inmersión en nuevas tecnologías que pretendía acabar con la llamada brecha digital en nuestro sistema educativo; hoy, más sima que brecha.

Los argumentos esgrimidos en su momento por el sagaz consejero Sotoca, y los dirigentes popularespara negarse a acoger tal iniciativa del gobierno socialista de ZP bascularon entre la estupidez y la ignorancia, nihil novi sub sole. No pasa nada, otros se aprovecharon de lo que aquí tan alegremente se rechazó.

Poco después llegó el tsunami de la crisis en toda su virulencia; la tozuda realidad, esa que tanto condiciona a nuestros gobernantes, y los hachazos de los “populares” a todo lo que huela a inversión pública: Educación, Sanidad, Servicios Sociales, Dependencia… No debería de olvidársenos que nuestra región fue avanzado laboratorio de las políticas de destrucción de lo público que el PP lleva a cabo desde hace un año (¡Como Dios manda!, ¡Yo no quería, oíga!).

Y es en este punto, el de los recortes y hachazos, donde quisiera detenerme y relacionarlo con el principio de este escrito. En estos momentos, más mal que bien y con desequilibrios notables, nuestros centros educativos cuentan con dotaciones de infraestructuras informáticas: equipos, redes Wi-Fi, PDI(Pizarras Digitales Interactivas) y software con las que intentar llevar a la Escuela las posibilidades que las ya no tan nuevas tecnologías ofrecen al desarrollo del currículum escolar.

Desde el principio de la incorporación de nuestros centros a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), tanto la Consejería de Educación en particular, como el Gobierno regional en su conjunto tuvieron clara la apuesta. Comunidades como Extremadura, Andalucía, Madrid, Cataluña o Castilla–La mancha optaron hace tiempo de manera decidida, aunque con gradaciones, por la apuesta por el software libre y colaborativo, tipo LINUX, que les ha permitido no sólo el abaratamiento de costes e inversiones, sino desarrollar programas adecuados a la propia realidad educativa y necesidades de cada comunidad; además de significar un no despreciable yacimiento de empleo para tecnólogos, desarrolladores, etc. Por el contrario, nuestra Comunidad, mejor dicho, quienes la gobiernan, es un decir, optaron sin más por abrazar el software propietario. Esto significa el tener que pagar millones por algo, las licencias de uso de programas, que a otros les sale si no gratis sí a unos costes infinitamente más bajos. Esto sin tener en cuenta el apartado que se refiere a los equipos, factura no menor, que al tener que soportar versiones de sistemas operativos que cada vez requieren más recursos, o bien se les cambia cada cierto tiempo, o están condenados a la obsolescencia. Por poner un ejemplo, ningún equipo de los actualmente existentes en nuestros centros educativos soportan el novedoso Windows8 sin dar problemas, mientras que una distribución de un entorno LINUX de última generación puede funcionar perfectamente en un Pentium IV, un ordenador de hace ya diez años.

La Consejería de Educación del recortador Sotoca viene pagando licencias de software propietario, léase Windows y sus productos, desde hace años para ofertarlas a los casi 20.000 docentes murcianos, sin ofertar en cambio otras alternativas. Una de las últimas actuaciones ha sido el comprar las licencias de otro software propietario, en este caso para la elaboración de libros multimedia (MTO), de la empresa TecnoProducciones Multimedia. Algo inaudito si tenemos en cuenta que en el mercado existen equivalentes a coste cero que cumplen con el mismo objetivo (y que la propia Consejería publicita en su página web, como es el caso del editor EdiLim. Si existe algo gratuito, pagar por algo igual es de …¿tontos?).

Sin entrar en consideraciones sobre la calidad de los productos, del software tanto propietario como libre (Que podríamos hacerlo), cabría hacerse, empero, una serie de preguntas. La primera y principal sería si estas decisiones de optar por un determinado producto, que cuesta sus buenos euros, han sido sometidas a algún tipo de concurso de libre concurrencia; no olvidemos que se trata de utilización de fondos públicos que van a parar a manos privadas. También habría que preguntar quién ha decidido y de qué manera optar por tal o cual proveedor para el suministro de ordenadores, impresoras, routers, servidores, etc.

La segunda cuestión, ¿Dónde están reflejadas las partidas destinadas al pago de licencias de software y adquisición de equipos?¿En qué partida de los presupuestos del contable Bernal se reflejan?

Por último, y no menos importante: En un momento en el que la Consejería ha despedido a cerca de 2.500 interinos e interinas, ha rebajado el sueldo a sus funcionarios, ha eliminado de manera ilegal y torticera las pagas extras, ha disminuido las dotaciones presupuestarias a los centros, ha disminuido plantillas, ha eliminado el Bono-Libro, castiga a sus empleados cuando enferman quitándoles parte de su sueldo, elimina derechos laborales, sociales y sindicales… ¿Es de recibo el que se dediquen partidas presupuestarias a la compra de licencias de software sin posibilidad de libre concurrencia con otras opciones? ¿Han disminuido estas partidas?¿Por qué la Consejería de Educación y el Gobierno de Valcárcel se han negado siempre a optar por otros sistemas de coste infinitamente menor a los utilizados?

En cualquier caso, y siguiendo la evolución histórica de la Red desde la Web 1.0 de solo lectura a la Web 3.0 o web inteligente, podremos convenir que nuestra Administración regional y nuestro peculiar consejero se encuentra en el estadio 0.0.

Pues, eso.

(Artículo publicado en el diario La Opinión de Murcia en su edición del lunes 17 de diciembre de 2012)

El registrador golpista (o El 18 Brumario de Mariano Rajoy) 31 agosto 2012

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Que la derecha española tiene una querencia casi enfermiza hacia el totalitarismo es algo, además de demostrado científicamente, que no debería de sorprendernos. Ejemplos hay de sobra en nuestra historia. Huérfana de su correspondiente e históricamente necesaria “revolución burguesa”, que debiera de haberle servido al menos de purga ideológica, nuestra derecha, carpetovetónica, montaraz y trabucaire, siempre ha terminado meciendo la cuna del golpismo (con el inestimable, todo hay que decirlo, apoyo de la no menos montaraz derecha nacida del sietemesino nacionalismo de la periferia ibérica).

Por no remontarnos mucho en el tiempo, el Bienio Negro republicano, 1934-36, aupa al protagonismo político a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) y al “Jefe Nacional”, el prócer fascista hispano Gil Robles, que dio su apoyo total e inquebrantable al golpe militar de Franco; no sin antes haber contribuido, la derecha, a la destrucción sistemática de todos y cada uno de los logros de los primeros gobiernos republicanos hasta el año 34 y contribuir de manera decisiva a crear el clima de tensión y crispación social que desembocó en el golpe fascista de 1936 y la posterior Guerra Civil.

En 1851, Karl Marx escribió su determinante análisis sobre el desarrollo de la lucha de clases en la Francia de mitad del XIX: “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” *. Al inicio del Capítulo I, Marx se refiere a la afirmación de Hegel sobre el que determinados hechos y personajes de la Historia es como si se repitiesen dos veces, pero añade que lo que en “origen se muestra como tragedia luego se repite como farsa”. Marx se pregunta cómo un personaje de “mente atocinada, grotesco y mediocre” podía haber llegado a asumir el papel de héroe. Él mismo da la clave, situando el conflicto de clase en el centro del análisis.

Pues bien, como afirmaba el gran pensador de Tréveris, nuestra historia esta repleta de repeticiones en tono de farsa, pero no por ello desprovistas de componente trágico y de crueldad infinita. Una de las últimas es la protagonizada por otro personaje “de mente atocinada, grotesco y mediocre”, registrador de la propiedad (esa élite de funcionarios públicos, de sueldos astronómicos, a los que curiosamente nadie señala con el dedo, ni se sabe si toman o no cafelito o leen el periódico, normalmente porque nadie les ve, ni siquiera en su Registro).

Nuestro preclaro registrador, flamante vencedor de unas elecciones democráticas, ha devenido en pocos meses en el “Director” de un claro y riguroso “Golpe de Estado” contra todo lo que huela a derecho social, laboral o ciudadano (Bien es cierto que, hoy en día, nuestros golpistas ya no visten uniforme de matarife con el pecho engalanado de hojalata y se inclinan más por el terno de Armani, las Rayban, y la tablet desde donde deciden el sufrimiento de millones de personas a golpe de especulación financiera según dicte el Mercado y su oráculo, la famosa troika del FMI, UE y BCE.

Llegó el registrador al Gobierno tras ocho años de haber sembrado el país con la semilla de la crispación, la mentira, la insidia y presentándose como la única esperanza frente a la crisis; por cierto, generada por los de su “clase”, banqueros, financieros y especuladores, por sus amos. Y llegó amparando, además, bajo el paraguas de su partido y con la torticera justificación de que los resultados de las urnas todo lo limpian, al mayor número de imputados, corruptos, chorizos, golfos y sinvergüenzas que haya conocido la Historia de España.

Tras el 20 de noviembre de 2011, la “venganza de clase” estaba servida. Ni el registrador, también experto en detectar “hilos de plastilina”, ni sus acólitos han podido superar nunca la ignominia que supuso salir del gobierno como lo hicieron tras la derrota del 2004. Había llegado el momento del ajuste de cuentas.

Todas y cada una de las medidas adoptadas por el gobierno del registrador constituyen un ataque sin precedentes no ya al tímido Estado del Bienestar que con mayor o menor éxito se ha intentado construir en este país desde hace 30 años, sino que son una destrucción planificada y largo tiempo rumiada contra el Estado Social y de Derecho. Derechos sociales, laborales, sindicales, ciudadanos están siendo laminados sistemáticamente. Derechos largamente perseguidos, duramente conquistados (Claro que el registrador y su cohorte de esto nada saben, no participaron de esas luchas ya que vivían “placidamente” la paz de Franco, como dijo en su momento Mayor Oreja). Ataques alabados por su “clase”: banqueros, grandes empresarios, defraudadores y bendecidos por el gran capital y el Dios Mercado.

Una inquina especial siente el registrador por el sector público. Sabe que es pilar fundamental del modelo social con el que pretende acabar. Su Estado no es social, es asistencial y debe ser gestionado por aquellos para los que trabaja con encono, que ya sabrán recompensarle tan grande esfuerzo. Y así mientras hachazo tras hachazo se ceba en los empleados públicos, ni una sola medida que afecte a los grandes capitales, a las grandes fortunas. Suprime derechos, elimina pagas y rebaja salarios, sube el IVA, pero perdona a los evasores de capitales, no toca ni un céntimo de las subvenciones de la Iglesia Católica y obliga pagar los medicamentos a los pensionistas. ¿Medidas necesarias? No, conflicto de clase.

El mantra “hacemos lo que tenemos que hacer, aunque no nos guste” envilece si cabe más la acción de gobierno, o el “Diktat” al que nos vienen sometiendo. Sí les gusta lo que hacen; les delata el gesto, por más que lo imposten. Dice, dicen todos a coro, en una letanía perfectamente aprendida, que lo hacen por el bien del país, no es verdad: el capital no tiene patria. Dicen que legislan para toda la ciudadanía, no es verdad: Legislan para su “clase”.

El registrador es disciplinado, hace lo que le mandan; servil con el poderoso y prepotente y cruel con el débil. Al igual que Luis Bonaparte, Napoleón III, fue un pelele en las manos de Bismarck, nuestro registrador lo es en manos de otra “prusiana”, ese remedo de la Thatcher (otra vez la tragedia y la farsa) llamada Merkel y de su Bundesbank, y de ese delincuente al frente del BCE llamado Draghi.

Nuestro registrador ya tiene su “18 Brumario”, sólo nos queda esperar que, al igual que Luis Bonaparte, también tenga su particular “Batalla de Sedán”, tras la cual el emperador francés fue depuesto por las fuerzas de la Tercera República y murió en el exilio. ¿Quién sabe?

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* El 18 de brumario del año VIII hace referencia a una fecha del calendario republicano francés, coincidente con el 9 de noviembre de 1799 según el calendario gregoriano. En esa fecha, Napoleón Bonaparte dio un golpe de Estado que acabó con el Directorio, última forma de gobierno de la Revolución francesa, e inició el periodo conocido como Consulado. Durante mucho tiempo, se ha relacionado esta fecha (18 de brumario) con el concepto de golpe de Estado, y así es utilizada por Marx en su obra El 18 Brumario de Luis Bonaparte, donde hace un análisis riguroso de las circunstancias que hicieron posible el ascenso de este personaje hasta convertirse en emperador de Francia.

Luis Bonaparte, sobrino de Napoleón, tomó el cargo de presidente de la República francesa el 10 de diciembre de 1848. Aspirando ya abiertamente al Imperio, disolvió el Parlamento Legislativo y el Consejo de Estado mediante el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851 y detuvo a numerosos diputados. Se declaró el estado de sitio en 32 provincias y los dirigentes de los Partidos Socialista y Republicano fueron expulsados del país. La Nueva Constitución, que se adoptó el 14 de enero de 1852, otorgó todo el poder al presidente, y el 2 de diciembre de 1852 Luis Bonaparte fue proclamado Napoleón III, emperador de Francia.